La obra de Santo Domingo está paralizada.

A pesar de que la alcaldesa nos dijo personalmente que era un "bulo" lo de que no se trabajaría estos días, desde Lugo Monumental, la asociación que tengo el honor de presidir, hemos hecho fotografías diarias desde 7 ángulos diferentes y se demuestra que no se ha movido una piedra.
Lo único que se hizo, el martes por la mañana de la semana pasada, fue instalar unas farolas (proyectores) frente a Zara Home, algo que les llevó unas horas, y listo, pero de obra nada de nada.
"Casualmente" ayer por lo visto pusieron unas losas. A lo mejor tuvo que ver la nota de prensa que se envió por la mañana en que se denunciaba la parálisis de la obra, que tocaron a rebato para que hicieran "algo", pero es obvio que la obra está parada.
La excusa que se daba para los retrasos es que hay que rehacer el proyecto, y eso lleva tiempo. Sí, estoy de acuerdo, pero es que hace más de un año que la anterior alcaldesa, Lara Méndez, obligada por la opinión pública se comprometió a hacer esa modificación para salvar la zona verde de Santo Domingo. Esto se logró por la presión social, y también por aquella jornada organizada por Lugo Monumental contando con el Colegio de Arquitectos, ADEGA y la asociación vecinal del centro, así como la recogida de firmas que se hizo desde la entidad empresarial.
Más de un año en que tuvieron tiempo de sobra para hacer la modificación de un proyecto cuyo plazo de finalización terminó hace meses y que se prorrogó hasta finales de agosto, fecha que todos sabemos que no van a cumplir.
¿Qué más da? Si se perjudica a los negocios o incluso se arruina a alguno de ellos, ¿qué importa? El Gobierno Local, sustentado por una mayoría absoluta fabricada tras las elecciones, está a salvo de cualquier susto, porque los responsables de este disparate (el ala socialista) saben que tienen de rehén a los nacionalistas, que sólo pueden gobernar áreas si pactan porque en solitario son conscientes de que es imposible.
Así que nadie puede hacer nada, salvo los responsables del desaguisado que no van a hacer nada.
¡Alegría!, sigamos con el caos un año o dos más... ¿Qué importa?