Tontos Club 7

A las personas discapacitadas de cualquier lugar con mi cariño y mejores deseos.

Estaba de intendencia en el súper cuando se me acerca mi amigo Juan. Juan es chaval discapacitado, un mozo ya, hijo de unos amigos, y siempre me quiso mucho.
"Hola Timi: Me han dicho que andas escribiendo por ahí cosas de tontos y eso no está bien. Cada cual somos como nacimos y, si no hemos tenido tanta suerte como tú, pues alegrate por ti; pero no te rías de nadie, mañana coges tú el Alzheimer ese y te quedas gagá como hay muchos, y no te gustaría que nadie se cachondease de ti ¿verdad?
No, Juan, jamás se me ocurrió mofarme de ninguna persona con problemas tanto físicos como mentales. Mis críticas sólo fueron siempre a quienes, creyéndose muy inteligentes, realizan verdaderas barbaridades con consecuencias malas para ellos y fatales para su entorno. Siento verdadero respeto por la gente en general y en particular por los que presentan alguna dificultad tanto física como psíquica. Y me siento muy ofendido cuando los brutos los molestan. Esos brutos son los objetivos de mis críticas, porque hace falta ser muy tonto para reírse de quien menos se pueden defender. Fijate bien: Si quieres saber quien no vale para nada, observa a los que maltratan a los que consideran inferiores sean enfermos o no. Esos son los verdaderos tontos. Y hay muchos. Me río de los que van de listos, de abusones, de trepas, de ligones... de miles de bobos integrales como mis propios hijos. Y lo hago con dolor, como puedes imaginar, porque hay situaciones que no comprendo por mucha paciencia que le eche.
¡Ah, bueno, entonces seguimos siendo amigos! Cuenta conmigo siempre, Juan.
La conversación la oía "SINGANAS". Y al marchar Juan, se acerca y me dice: ¿Ves? andas criticando a la gente diciendo que son tontos y la verdad es que no te miras en el espejo. Tontos hay muchísimos, pero casi todos son como tú. No sabéis vivir sin meteros con los demás ni adaptaros al sistema. A mi me llamáis "SINGANAS" porque no doy golpe y, sin embargo, vivo cómodamente. No trabajo porque hay que madrugar. Mi familia me dejó algo de capital y salgo a pasear, tomo mis vinos, como, duermo la siesta y me toco los" míos" todo el día. Yo no me meto con nadie. Si no hay carreteras, ¿para qué las quiero, si yo no viajo? Que faltan médicos, ya habrá alguien que los reclame... Los tontos sois vosotros que tratáis de arreglar el mundo con vuestras ideas de justicia social, solidaridad... os pasáis la vida hablando de política, manifestándoos y esas cosas. ¿sabes que hago yo a esas horas? Irme a la playa, de fiesta o reírme y vengarme criticándoos. Los únicos gilipollas que hay sois vosotros. Andáis todo el puto día con derechas e izquierdas, con fulano o citano y ellos mientras tanto ganando una pasta gansa, situándose para cuando se les acabe el chollo y enchufando a sus hijos con buenos sueldos. En eso consiste la vida, hermano.
Y se fue dejándome sin poder responderle. Y después pensé: ¿Y qué podemos hacer con esta fauna?.
Estaba en con esas elucubraciones cuando dándome un golpe en la espalda, me saluda "MIGENERAL".
"MIGENERAL" no sabía ni las cuatro reglas y un buen día me entero que era el propietario de una autoescuela. Las lenguas bien informadas me habían contado que la autoescuela en cuestión se la había "arrapiñado" a un solterón sin herederos. Y no hacía falta que me dijeran que tiene muchísima jeta, porque la trae de serie de saga familiar. Su filosofía es muy simple. El halago y la siembra de invitaciones. Es un pelota, disfrazado de redentor, con mucha experiencia. Evidentemente, esos favores cobran peaje. "MIGENERAL" no es tonto sino muy listo, además, como buen macho depredador, lleva toda la vida en aventuras falderas. Va de sobrado por la vida y no quiere ver que perdió a sus seres más queridos.
Ya fuera del súper, en la terraza del bar que hay al lado de la iglesia, estaba "BILABIAL" apoyado en un barril bebiendo un vino, fumando y hablando con tropecientas subordinadas. El caso es no callar ni dejar meter baza. "BILABIAL es especialista defenestrar a Pedro Sánchez. Jamás nadie lo verá sólo. Siempre se arrima a un conocido, a alguien que está como él... el caso es buscar conversación, de ahí su mote, y entre chascarrillos, risas, otro vinito y cigarrito... se le olvida el horario laboral, porque salió a tomar café, y allá van hora y media o más. Para disimular, me voy que tengo prisa. Poco después regresa porque ya había solucionado todo, y aunque su horario es hasta las tres, él a la una y media ya está de nuevo en el bar. El tipo es funcionario y ningún jefe que tenga, todos pusilánimes, son capaces de hacerle cumplir con sus obligaciones laborales.
Hoy estaba hablando con su amigo "VÉRTEBRAS". Le llaman así porque parece ser que lo del tenedor en la columna es necesario creérselo. Jamás se dobló para hacer algo, le podían llamar también el estirado, pero de esos allí hay muchos. "VERTEBRAS", como algo tenía que comer y no tenía vaca lechera que ordeñar, con el asesoramiento de su amigo, se apuntó al partido de los enchufados y al poco tiempo el alcalde, "El SÁTRAPA", por el artículo aquel de la entrepierna, lo colocó de conserje en un colegio y le garantizó la sopa boba. Una familia extensa garantiza votos.
Con disimulo me paré a observar haciendo que leía en el móvil mientras ellos seguían con su charla. No habían pasado cinco minutos cuando un flamante mercedes aparca cerquita y de él sale "EL PULPITO". Tanto BILABIAL como "VÉRTEBRAS" se acercan a él y comienzan su ritual de pelotilleo asqueroso. Él, estirado, altivo, aunque condescendiente, acepta el envite.
Hola D. Chema, ¡Enhorabuena! Ya sabemos lo de su nombramiento... ¿Qué quiere tomar? ¿Cómo siempre un rioja y un pulpito, verdad?
BILABIAL llama al camarero y le ordena. La conversación se convierte en cuchicheo, pero eso no me impide deducir que "EL PULPITO" ha ascendido y deja de ser el inspector del partido en la zona y el que corta el bacalao de subvenciones, obras, permisos y demás tareas políticas caciquiles. Están contentos todos: "EL PULPITO", porque, después de haber sido un viajante de comestibles que iba de tienda en tienda a hacer notas, ha llegado, a base de ser fiel servidor de la red, a ese cargo. Los otros dos porque ya se libran de un posible peligro. "BILABIAL" porque es escandaloso su comportamiento en el trabajo y "VÉRTEBRAS" porque está enchufado y el ascenso de su "jefe" de zona siempre puede producir algún beneficio, porque conviene que esté ahí, no vaya a haber un cambio brusco de gobierno y algún cabrón lo defenestre.
Mientras quien esto les cuenta comenzaba a dudar de que haya tantos tontos. Estos son listos de más. En realidad, como estos hay muchos más. Tontos de verdad todavía hay, sino ¿de qué iban a comer muchos?
Harto ya de observar al personal y con el mal sabor de boca a que llevan estas reflexiones, me voy a casa y le cuento a Maika mi pequeña odisea.
Maika sentencia: No te llegan los tontos que tienes en casa y los buscas de importación. Parece mentira en ti que tanto piensas y no aprendes. El tonto en este mundo eres tú, pero TÚ con mayúscula. La sociedad está hecha de miles y miles de personajes parecidos y, si paseas por cualquier sitio, te encontrarás con ellos con una facilidad pasmosa. Gente que trabaja, que es normal, cada día escasea más. Hoy, en el mundo que te toca vivir, estás rodeado de fantoches, fantasmas, vividores, cuentistas, advenedizos, chupatintas, chupasangres... y tienes profesores como Milei, Ayuso, Abascal y otros eteces que, entre todos, no aprendieron el silabario de la vida. Y ves personajes como ellos con títulos falsos, con más lagunas culturales que Ruidera, y exponen ideas a cada cual más peregrina, y encuentran fanáticos en cualquier casa. ¿Qué te parecería que tú Antony se enrolara con esos de SE ACABÓ LA FIESTA. ¿Crees tú que ese tipo de personas van a trabajar en algo alguna vez en la vida? No, esos antes se llamaban vividores, pero como la palabra estaba mal vista ahora quieren que les creamos que van a trabajar. ¿Sabes que te digo? A los tontos como tú sólo os quedan: Sangre, sudor y lágrimas.