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Alfa y omega de una factoría aluminera

Mosquera Mata, Pablo A. - martes, 04 de junio de 2024
Agosto de 1959. Se inaugura en Avilés las instalaciones de la nueva factoría para la producción de aluminio mediante electrolisis propiedad de la Empresa Nacional de Aluminio, empresa constituida en 1943. Cuenta con muelle propio. Está situada a cuatro kilómetros del núcleo urbano de Avilés. Tiene 78 cubas de electrolisis. Cuenta con 350 operarios. En sus proximidades se ha construido un poblado obrero con 96 viviendas. Producirá 16.500 toneladas de aluminio puro. ¿ Dónde fue a parar?.
El 17 de agosto de 1973 en Consejo de Ministros celebrado en el Pazo de Meirás se acuerda instalar en Villagarcía de Arosa el Complejo Industrial de Alúmina y Aluminio. Se promueve una reunión de todas las fuerzas vivas y técnicas para justificar tal complejo industrial con dos premisas: Plan de desarrollo industrial para la comarca. Garantía sobre medio ambiente tomando como ejemplo factorías existentes en otros lugares. Tal reunión pretende acallar las inquietudes de la población sobre el impacto medio ambiental de la industria. Por suerte para los habitantes de AROSA, no se consumó. Y... pusieron sus manos en La Mariña.
Cuando los vecinos de Xove, Viveiro y Cervo oyeron en 1973 que Fenosa tenía la intención de instalar una central nuclear en Regodela, dentro del término municipal xovense, las reacciones contrarias no fueron tan inmediatas como ocurriría en la actualidad. Por aquel entonces existía un gran desconocimiento de los peligros que entraña la energía nuclear y en un primer momento la noticia fue muy bien acogida entre la población. Hay que señalar que se trataba de una época en la que España estaba experimentando un elevado crecimiento industrial, por lo que la instalación de todo tipo de factorías estaba al orden del día.
En un municipio con una marcada economía agraria la central ofrecía grandes posibilidades de crecimiento, pero poco a poco sus vecinos fueron descubriendo que no es oro todo lo que reluce. La central, que contaba con un presupuesto de 100.000 millones de pesetas, iba a emplear cuatro grupos de generadores, con una potencia de 900 megavatios cada uno. En un primer momento se habló que Fenosa contrataría a 2.000 trabajadores, una cifra que finalmente se redujo hasta los 200. En este ambiente de incertidumbre y desconocimiento las todavía prohibidas formaciones políticas empezaron a asomar la cabeza. «Os partidos políticos tiñan dúas vertentes na Mariña, Viveiro e Ribadeo. Como estaban prohibidos camuflábanse a través de asociacións que a súa vez aglutinaban a todo tipo de idioloxías, como foi Sementeira en Viveiro.
Entre los propios partidos de izquierda también había una división sobre si era positivo o no la presencia de una central nuclear. «A xente de ANPG non estaba dacordo, pero primeiro tivo que informarse. O feito de que a refrixeración da central se fixera na auga da ría foi moi importante para que o partido dixera que non, porque nesas primeiras reunións non había técnicos nin enxeneiros.
Sin duda el hecho que cambio el curso de los acontecimientos fue el debate organizado en la antigua sala de fiestas de Verxeles, en Viveiro. Allí se reunieron partidarios, entre ellos representantes de Fenosa, y opositores a la central. La presencia de técnicos e ingenieros de la Universidad de Santiago hizo que muchos de los vecinos cambiasen su opinión sobre la energía nuclear, ya que advirtieron de su peligro. El debate lo ganaron claramente los opositores, lo que sirvió para que la población se posicionase en su mayoría en central de la central.
Lo que antecede es la historia de una amenaza de la que nos salvamos gracias a los movimientos sísmicos que comenzaba en Triacastela y puso de manifiesto la existencia de una falla camino de la mar que pasaba por dónde estaba previsto construir la central nuclear que daría energía "limpia y barata" a los alumineros.
Alcoa hoy pretenden cerrar porque no es rentable por el costo de la energía. Nosotros tenemos que salvarla ya que el aluminio -hoy en manos de los chinos- es un metal primordial para el desarrollo de un país y no debemos depender del exterior. Hace dos años la empresa inglesa Liberty House adquiere la planta de aluminio de Dunquerque (Francia) que produce 270.000 toneladas al año (San Ciprián 83.000) llegando a un acuerdo con EDF para la compra estable de la energía eléctrica que proviene de la central nuclear de Gravelines con 6 reactores de 910 megavatios cada uno (5.460 megavatios). Se encuentra a menos de 20 kilómetros de la planta de aluminio, esta central se construyó en 1974, tres años antes de la paralización de la de Xove.
Ahora que al parecer estamos unidos al «non peche» de Alcoa tenemos que buscar la solución de suministrar energía eléctrica competitiva a la factoría como hace China. Es hora de acometer una política energética integral y no nos fijemos solo en la producción eólica y otras renovables.
Con motivo de ese nuevo intento de colocar en Galicia una factoría "pestilencial" -ALTRI- me quedo con un párrafo del artículo de opinión que escribe el Catedrático emérito Juan M. Lema Ridicio: " sugiero que, como compromiso con la sociedad, se solicite a la empresa la instalación de un sistema automático para el seguimiento de la calidad del vertido, con datos accesibles públicamente...". Esto es lo que deberíamos haber exigido hace años para ALCOA.
Otra indispensable y urgente reflexión en el seno de la sociedad civil con sus expertos y evitando a los políticos que "lo dejan todo perdido en nombre del personal"- Serrat- " Ya tarda la legislación que ponga coto y racionalice estas invasiones masivas -turismo venganza- que socavan identidades, deterioran y uniformizan espacios. Los lugares más bellos de nuestras costas se llenan de gente y desperdicios..." Y es que hasta ahora las alternativas para ALCOA son tres. 1) Que la compre el Estado y sus productores sigan cobrando... 2) Que la compre uno que pasaba por ahí y dedica su tiempo libre al negocio de la "chatarra virtual". 3). Que siga creciendo la actividad hostelera que conforma el nuevo espacio de la invasión cutre para el mal gusto, ruidos y olor a fritangas, pero se ha convertido en la actividad económica en la que se refugian todos los que no saben hacer otra cosa cuando desaparezca la electrolisis o la fundición y otros departamento alumineros.
Desde hace años, más de los que la sociedad requiere, ejercer como político con cargo institucional, sueldo y consideración protocolaria, se ha convertido en una profesión, dejando de ser aquel servicio coyuntural, casi altruista que hasta costaba tiempo y dinero, si se procedía desde una profesión liberal, una actividad empresarial con éxito o un reconocido prestigio social ganado con esfuerzo, dedicación e inversión para disponer un historial digno de encomio.

Lo mismo podemos decir de los sindicalistas. Aquel ardor guerrero para mejor defender las relaciones entre trabajador y empresario, o desde luego, las condiciones del puesto que con el paso de los años están definidas por una cuadrilátero cuyos vértices son: salario, jornada, seguridad y prestaciones sociales. Era también un servicio a la colectividad, nunca una profesión.

Una tarde de tantas, me siento en una de aquellas mesas azules de una taberna que comenzó siendo rincón para la tertulia de gentes con inquietudes culturales. Me presentan a un nuevo miembro de "la peña" y nada más darme efusivamente la mano, al mismo tiempo que recitaba su nombre y apellidos, apostilla: SECRETARIO DEL COMITÉ DE EMPRESA EN ALCOA.

Llegaremos a las campanadas del 2024 con más incertidumbres y ninguna certeza. Los dueños de la factoría tienen su estrategia para deshacerse de una empresa deficitaria que cuando se inaugura ya se anuncia tendrá una vida de veinte años. Que casi nos coloca una Central Nuclear en Xove para aplacar el consumo energético del proceso industrial. Que ha traído gentes de fuera. Que ha pactado medidas de toda índole para tener a los representantes de los trabajadores convenientemente tranquilos. Que nadie pidió cuentas sobre las ingentes cantidades de dinero público que se les entregó. Que ha dicho, alto y claro, ¡hasta aquí hemos llegado!. Y es que tras aquella política paternalista de ayudas para sus voluntarios silentes con la contaminación, ha llegado la hora de cambiar la procedencia del aluminio en el mercado mundial. Mientras los estrategas yankis juegan con las autoridades españolas y los trabajadores de la planta sita en San Ciprián, y visto que se trata de un muerto consumidor de energía electro intensiva y una especie de oráculo que sembró A Mariña con el pensamiento de "mis hijos tendrán empleo y salario en ALCOA".

Pero deberíamos centrarnos en algunas verdades. 1) La presencia de ALCOA ha dinamitado cualquier otra actividad económica y laboral al norte de Lugo. 2). La consecuencia es que, o sigue ALCOA, o toda la Mariña quiebra. 3). La desesperación y el miedo a perder empleo con salario, conduce a escuchar cantos de sirena. 4) De promesas y culpas Liberamus Dómini. 5) La diferencia entre un optimista y un pesimista, es que este último suele ser uno de los primeros, pero bien informado, sin contaminaciones demagógicas. 6). ¿Qué hace de ALCOA algo sustancialmente diferente a tantas otras empresas en crisis con gentes que ven peligrar su trabajo? 7). ¿Hay capacidad para intervenir a todas las empresas en crisis?, de dónde saldrán los dineros públicos para pagar sueldos y mantenimiento?. 8) Por fin. ¿Quién miente y quiénes son los engañados?. 9) Tuve la experiencia de vivir en Euskadi la crisis de los Altos Hornos y los Astilleros, con una tasa de 25% en parados. 10) Aquello no se resolvió resucitando muertos, se solucionó creando nuevas empresas y actividades vivas. Amén.
Mosquera Mata, Pablo A.
Mosquera Mata, Pablo A.


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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