Hacia un manual de buenas prácticas. La recuperación de los espacios degradados
Dedicado a las comunidades educativas que ven en la mejora de sus entornos circundantes
una oportunidad para recuperar la vida en el espacio transformado, mediante
la recreación del mismo a partir de su cobertura vegetal primigenia.
A sus profesoras y profesores, alumnado y padres, a los mantenedores del centro y a quienes
desde las instituciones públicas apoyan con decisión, personal y medios, proyectos tan loables.
Al amparo de un verbo: renaturalizar, asistí como ponente a unas Jornadas formativas desarrolladas, días atrás, en el Aula de Seminarios de la Sección de Ingeniería Agrícola

de la Universidad de La Laguna (EPSI). Su título: "Proyectos de renaturalización, creación de infraestructuras verdes y corredores ecológicos."
Llevaba ocho años sin estar en primera línea de la educación y gestión ambiental y la invitación a participar en estas Jornadas, de una manera puntual, la consideré interesante.
El título de mi intervención no podía ser más sugerente: "Educación ambiental, identidad y armonía", e inicié el comienzo de la misma, arropado con los versos del poeta, pensamientos que facilitaron el camino de la comunicación y el sentimiento compartido.
Mira un rato,
sobre el suelo del bosque cubierto de hojas ocres,
esa cáscara de media nuez
llena de lluvia.
No fue la casualidad.
Así nace la armonía.
Con estos versos del escritor Javier Sáez de Ibarra, inicia Joaquín Araújo su libro: "El placer de contemplar" en su Prólogo titulado: "La paz que proviene del hábito de la contemplación."
No fue difícil para mí continuar, tras su lectura, el hilo argumental previsto. A continuación les expongo mi intervención, la creo interesante, pasando luego en el Aula de Seminarios a un rápido análisis -el tiempo fue insuficiente-, de los materiales de educación ambiental expuestos en una amplia mesa y que sirvieron, hace ya un par de décadas, de ejes vertebradores de una labor generalizada en pro del medioambiente a través de múltiples acciones desarrolladas en gran parte de los centros de todos los niveles educativos de la comunidad canaria.
"Llegar a este nivel de sensibilidad es cuestión de educación y ganas, pero asumir que el ser humano necesita de la naturaleza es cuestión de supervivencia.
Los proyectos de renaturalización, la creación de infraestructuras verdes y los corredores ecológicos deberían ser una prioridad absoluta en cualquier plan de gestión urbano y medioambiental, pero lo cierto es que no es así.
Múltiples ejemplos nos hablan de la pérdida de masa arbolada, de pérdida de biomasa y biodiversidad, de ausencia de árboles en los espacios públicos y en muchos nuevos diseños espaciales públicos ni siquiera se contemplan. La tendencia, aunque debiera ser todo lo contrario, es otra en realidad. Da la impresión de que el cambio climático, la pérdida de especies, la contaminación del planeta, son historias orquestadas por científicos alarmistas o interesados en mantener en vilo y preocupada a la población mundial. Pero lo cierto es que aún constatando como las consecuencias asociadas en el día a día a este cambio que se está produciendo son reales, dicha alarma no nos preocupa en demasía cuando los catastróficos efectos que se preveen suceden en otros lugares y no nos afecta directamente a nosotros.
Ejemplos hay a nuestro alrededor para preocuparnos en verdad, pero es habitual esconder la cabeza y mirar hacia otro lado. Las pérdidas de zonas verdes, parterres, plazas y jardines sin arboleda urbana, la proliferación de nuevas construcciones en zonas no permitidas, la contaminación de cauces de barrancos y zonas de litoral, la degradación y erosión, por usos y abuso, de los espacios naturales, sólo son algunos de éstos que afectan a estas islas que, a la vista de la presión que sufren, no parecer ser

tan afortunadas. Por eso es tan necesario visibilizar y poner en valor la renaturalización de los espacios habitados y potenciar la regeneración de los espacios naturales. Pero, ojo, no hablo en el caso de los espacios naturales de una intervención directa sino de disponer las medidas necesarias para que la recuperación de su equilibrio ecológico se produzca de un modo progresivo, armonioso y natural.
No es nada nuevo lo propuesto, sólo que ahora es imprescindible. Les traigo algunos proyectos desarrollados en su día en el campo de la educación ambiental y que, como verán, siguen llevándose a cabo en diversos centros de todas las islas, centros donde no sólo se apuesta por la renaturalización de sus espacios libres sino que, el tiempo transcurrido a permitido reconocer y analizar los efectos colaterales que tales proyectos han ejercido y ejercen sobre el entorno circundante. Veamos algunos de ellos:
Ejemplo 1.- Proyecto de renaturalización de los espacios libres de los centros eductivos en Canarias. En su momento, segundo quinquenio de los años ochenta, recibió el nombre de: Proyecto de Jardines escolares canarios. El lugar de inicio: Centro Público Esteban Navarro Sánchez, sito en la localidad grancanaria de El Calero, en el municipio de Telde. Efectos colaterales: Renaturalización del cauce y laderas del barranco de El Calero con flora endémica, acción que ha permitido que estas especies se hayan propagado hasta la desembocadura del mismo.
Ejemplo 2.- Proyecto: Jardín Canario Viera y Clavijo. Renaturalización de un amplio espacio agrícola a través de la creación de un jardín canario -años cincuenta- con representación de los pisos de vegetación de las islas. Efectos colaterales: Recuperación botánica del cauce y laderas del barranco de Guniguada hasta su desembocadura.
Ejemplo 3.- Proyecto: Conservemos nuestros barrancos. Incluía en su gestión y valoración el llevar a cabo y fomentar la limpieza de los barrancos próximos al centro, el estudio de sus valores y la recuperación botánica con plantaciones realizadas por el alumnado y profesorado responsable.
Con una cobertura autonómica se llevaron a cabo labores formativas en todas las islas, jornadas específicas y elaboración de materiales didácticos asociados al trabajo desarrollado en los diferentes centros, inmersos en el proyecto.
Ejemplo 4.- Telde: naturaleza y paisaje. En el año 2000 se elabora un proyecto didáctico con cinco cuadernillos ilustrados cuyo objetivo era poner en valor los diferentes espacios teldenses desarrollando a un tiempo talleres específicos de mejora del entorno: limpieza, observación, investigación, denuncia y recuperación botánica de las zonas más degradadas.
La serie didáctica, bajo el subtítulo: "Volcanes, barrancos y playas", trató hitos geográficos de especial interés, invitando a la ciudadanía y a la comunidad educativa a tratar el resto de espacios no recogidos en estos cuadernillos, con visitas guiadas y similar metodología.
Ejemplo 5.- Pequeñas historias de un jardín de escuela. Un proyecto desarrollado en 1989 y que sirvió de ejemplo para el desarrollo de jardines escolares por toda la isla de Gran Canaria. La publicacion no era más que el hecho de poner en valor las actividades, emociones y trabajo colaborativo de toda la comunidad educativa.
Ejemplo 6.- Los caminos secretos de Maria Guiniguada. Un compendio de actividades multisensoriales que podemos desarrollar en un barranco, en casa y en el aula, actividades que ayudan a la formación en valores de respeto, acción y compromiso, a educar la sensibilidad, a reafirmar nuestra identidad y a lograr la armonía en nuestra relación con el entorno.
La razón de mi presencia en estas Jornadas no es otra que visibilizar una serie de materiales que forman parte ya de la historia de la educación ambiental en Canarias. Véanlos con calma, hablen de ellos, pregunten. Para resolver cualquier duda sobre ellos, estoy aquí.
Pero luego quiero que se formulen las siguientes preguntas:
¿Qué entiende cada uno de ustedes por educación ambiental?
¿Que entiende por identidad?
La RAE nos acerca esta definición: Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás.
Yo traslado su significado al medio en que me desarrollo, en que vivo.
Y esos rasgos o singularidades identitarias que yo entiendo, son especies botánicas como las tabaibas y los cardones, los dragos y las palmeras canarias, los bejeques y los veroles, un til, un laurel y un barbusano.
Y lo son los lagartos endémicos propios de cada isla, los insectos, las aves.
Y lo son los terrenos volcánicos sobre los que se conforman espacios que favorecen el asiento de sus vidas.
Dunas, tabaibales, cardonales, bosques de laurisilva, pinar, alta montaña...
Esa identidad es la que nos define como canarios, como colectividad unida a una realidad física, biológica, geográfica. Y esa identidad es inseparable de cualquier proceso educativo que contemple la educacion ambiental.
¿Qué entienden por armonía?
La RAE nos acerca esta definición: Proporción y correspondencia de unas cosas con otras en el conjunto que componen.
Yo relaciono este término con equilibrio. El equilibrio necesario para que todos y cada uno de los elementos de un ecosistema puedan desarrollarse en las condiciones más óptimas.
Y entramos así en cinco últimas interrogantes:
- ¿Encuentran ustedes alguna relación entre educación ambiental, identidad y armonía?
- ¿Cómo educar en el respeto al medioambiente, a la naturaleza, al equilibrio ecológico, al respeto debido a los restantes seres vivos en una sociedad en general autista e individualista, basada en el consumo ilimitado de recursos de toda índole: suelo, agua, aire, energía, paisajes, especies...?
- ¿Cómo gestionar la educación ambiental en un contexto de superpoblación, capaz con sus hábitos y acciones de poner en riesgo el equilibrio global del ecosistema Tierra y, a pequeña escala, la fragilidad de cualquiera de nuestras islas?
- ¿Cómo abordar el concepto de espacios protegidos cuando uno de ellos, el Parque Rural del Nublo ha recibido hace pocos días el impacto de unos cinco mil visitantes en un solo día -el uno de abril del presente año-. superando la escalofriante cifra de un millón de visitantes a lo largo del año que alteran, simplemente con su tránsito, la estabilidad del terreno por donde discurre la senda y destrozan el equilibrio ecológico del mismo?
- ¿Cómo debería abordarse la educación ambiental en este preciso momento?
Estos son mis interrogantes que les dejo ahí, sobre la mesa.
En estas jornadas conocerán proyectos de renaturalización, de corredores verdes y de parques urbanos. Todos ellos muy loables y con seguridad llevados a cabo por personas de contrastada profesionalidad y valía, de enorme tesón y portadores de una elevada dosis de confianza en los resultados obtenidos, pero lo cierto es que si no se desarrollan simultáneamente complejas labores de concienciación y educación ambiental, no sólo en el ambito formal educativo sino en el ámbito ciudadano y de la población en general, gran parte de este esfuerzo no será baldío pero no gozará de los anclajes necesarios para convertirse en proyectos exitosos y duraderos.
Educación ambiental, identidad y armonía son tres pilares esenciales sobre los que orquestar cualquier actuación de mejora en el territorio. El tratamiento y equilibrio en todos ellos permitirá que los resultados sean más o menos satisfactorios".
José Manuel Espiño Meilán, educador ambiental, escritor, miembro fundador del Grupo Naturalista Turcón, es en la actualidad Presidente Honorífico del Colectivo Turcón - Ecologistas en Acción, socio y activista del mismo. Divulgador y defensor de la vida a través de la docencia, de la ecología, del senderismo, de la escritura, del compromiso, del agradecimiento a las personas que han hecho de sus vidas una entrega en pro de la defensa de cada especie vegetal y animal y de la paciencia necesaria que debemos practicar ante desatinos mayúsculos causados a la Naturaleza por la insensibilidad, el egoísmo y el desconocimiento de los ciclos y valores que la rigen.