El verano del 2024 parece estar marcado en la moda por la mezcla de distintos estilos, la búsqueda de la comodidad y cierto eclecticismo. No obstante, no faltarán apuestas clásicas como el estilo boho, los vestidos camiseros y algunas prendas propias de otras épocas que se reinventan para resultar útiles en los meses centrales del año. El
ejemplo más claro son las blazers con hombreras, que son perfectas para ocasiones más formales cuando el termómetro no aprieta en exceso.
En el apartado de prendas básicas, el top o camiseta más protagonista es el polo. No importa si es de manga larga o manga corta, o si es de punto o algodón. Es una prenda de estilo deportivo que encaja hasta en looks más sofisticados. Para estos outfits, eso sí, hay quien prefiere modelos un poco más estilosos, con algún arabesco en el cuelllo o con texturas en las mangas y la propia caída del polo.
Con la excusa de los polos, hay quien se toma muy en serio el uso de prendas con aire deportivo. La ropa deportiva sigue en tendencia, pero en esta ocasión buscando un aire más diferencial y sofisticado. La idea es que no solo sean las que promuevan esta tendencia, sino que también firmas conocidas de moda den el salto a esta aventura. Como consejo, si vas a poner en práctica este estilo más sporty chic, acude a
una tienda de confianza y con trayectoria reconocible en la industria, sin importar si es una tienda online o un establecimiento físico.
La revolución del color
Aunque no es una novedad, sí merece la pena poner el foco en esta idea. Este verano va a estar marcado por la presencia de colores vivos y muy llamativos. Tonos vibrantes como el fucsia, los naranjas, los azules más vistosos, los amarillos y el coral.
Hasta el neón adquiere relevancia, aunque no tanta como en temporadas estivales anteriores. Los estampados clásicos, como el navy y los cuadros serán otra constante, especialmente en los armarios de chicas.
Volviendo al color, una fórmula atrevida pero que consigue atraer miradas son los looks monocromáticos. Los verás especialmente en monos o jumpsuit y en conjuntos de americana y pantalón. Estos últimos son muy populares para citas más formales. Como añadido, para este outfit encaja muy bien las blazers con hombreras.
La comodidad por bandera
Una consecuencia positiva del verano es que los estilismos se relajan. Nos atrevemos a mostrar más piel y junto a ello también apreciamos más la comodidad. Dejamos a un lado las prendas ceñidas y aparecen con fuerza los vestidos camiseros ya citados, las blusas con encaje, las faldas con mucho volumen o prendas básicas como camisetas estampadas y tops de todo tipo.
En esta temporada, además de seguir ese camino, hay otras fórmulas que están captando mucha atención. Los pantalones cargo y los joggers, ya protagonistas durante otros veranos, se mantienen en tendencia.
Podemos decir lo mismo de las camisas oversize, que son perfectas para lucirlas con shorts o vaqueros. Y entre estos últimos, presta atención a los jeans de colores: malva, rosa pastel, coral, mostaza...
Calzado abierto y fresco
Fuera de la ropa, otro escenario donde dirigir las miradas es el del calzado, y en menor medida también los complementos. Como no podía ser de otro modo, las sandalias y los zapatos abiertos son los que triunfan en la temporada más calurosa.
Son perfectos para el día a día y para ocasiones más especiales, ya que en verano los looks suelen ser más relajados. Las zapatillas deportivas tipo sneakers, de aspecto más urbano, son otra propuesta interesante en la que están poniendo el foco muchas marcas.
Para terminar, los tacones no dejarán de resultar comunes, pero la tendencia actual es usar elevaciones sensatas y no excesivamente estrechos, sobre todo si se tienen que calzar durante varias horas. Además, hay quien prefiere sustituir los tacones por cuñas o plataformas, para ganar en estabilidad, sin renunciar tampoco al estilo.
El 2024 llega al verano con apuestas clásicas: prendas frescas, versátiles y con colores llamativos que se ven respaldadas por un espíritu más deportivo y el deseo de mostrarse guapa sin necesidad de acudir a looks muy ajustados. La clave, como conclusión, es sentirse cómoda y segura pero sin abandonar el estilo.
