La crisis en los niños
Pena, José Manuel - lunes, 20 de mayo de 2024
La pareja está sin trabajo y únicamente perciben poco más de 600 euros mensuales. Tienen dos niñas de 4 y 6 años. La pasada semana comieron pasta y arroz porque no disponían de dinero y la prestación no entra, en la libreta del banco, hasta el día diez de cada mes. Desde luego no es la única familia que padece esta situación de vulnerabilidad y lo peor de todo es que las verdaderas "víctimas inocentes" de todas las crisis siempre son los niños.
No podemos olvidarnos de que los niños ejercen poco control sobre los acontecimientos que experimentan (en este caso la malnutrición), que en su mayor parte viven determinados por la familia, la comunidad o la sociedad en la que viven. Los niños experimentan una clara indefensión con los efectos de la crisis y la escasa sensibilidad de muchos de nuestros gobernantes por no tener la suficiente valentía de querer mejorar la situación de los mismos, en todos los órdenes de la vida, al objeto de poder dotarles de mayores oportunidades.
Un futuro que se ve con cierta desesperanza una vez que estos miles de niños, que padecen carencias básicas, van a formar parte de un grupo humano tan numeroso que conseguirán que perdure la desigualdad social, contribuyendo a la transmisión intergeneracional de la pobreza. La desigualdad, como ha quedado demostrado, llega a matar lentamente además de crear una pésima calidad de vida, escasa formación, evidente falta de oportunidades, exclusión social y enfermedades crónicas.
Hay que tener claro que tiene que existir un consenso generalizado, en nuestra sociedad, sobre la imposibilidad de los niños de cambiar su propia situación y, por tanto, sobre la importancia de ofrecerles una mayor protección que a los adultos.

Pena, José Manuel
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