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Querido Mestre, que obrigado che estou! (3)

Gómez Vilabella, Xosé M. - viernes, 17 de mayo de 2024
Agora abramos o Catecismo da Igrexa Católica. 1223 "Tódalas prefiguracións da Antiga Alianza culminan en Cristo Xesús. Comeza a súa vida pública despois de facerse bautizar por San Xoán o Bautista no Xordán (Mt 3,13) e, despois da súa Resurrección, confire esta misión aos seus Apóstolos: "Ide, pois, e facede discípulos a toda a xente, bautizándoos no nome do Pai e do Fillo e do Espírito Santo, ensinándolles a gardar todo o que eu vos mandei" (Mt 28,19-20; Mc 16,15)".

Advertencia, porque se está esquecendo, e coa falta de cregos pode darse ocasión de perigo nos nenos: No 1284. En caso de necesidade, toda persoa pode bautizar, con tal que teña a intención de facer o que fai a Igrexa, e que derrame auga sobre a cabeza do candidato dicindo: "Bautízote no nome do Pai e do Fillo e do Espírito Santo". (Non se di Amén, porque sería unha dúbida, como pedir que así fose).

Tamén é bo lembrar que, desde o día de Pentecoste, a Igrexa vén celebrando e administrando o santo Bautismo. San Pedro declarou á multitude conmovida pola súa predicación: "Convertédevos... e que cada un de vosoutros se faga bautizar no nome de Xesús Cristo para remisión dos vosos pecados; e recibiredes o don do Espírito Santo". (Feitos 2,38).

Curiosidade. San Hixinio, pontífice entre os anos 138 ao 142, instituíu o padriño e maila madriña no bautismo dos recén nados para que guíen aos cativos na súa vida cristiá.

De posto a aconsellar..., pero non vos escandalicedes pois aconsellar é propio dos vellos, ¡e non só dos Apóstolos! Fáiseme que nos bautizos actuais estamos entrando nunha desviación, que consiste en darlle máis importancia á festa que ao Sacramento. E tamén que se buscan padriños que podan ser útiles ao neófito no seu devir económico. ¡Útiles, si, pero no seu devir relixioso! Facédeme caso, e detédevos un anaco en meditar na importancia deste apadriñamento; se non vos entra esa xenerosidade, deixade o sitio, que volo agradecerá Deus, pero tamén a alma do bautizado!
Querido Mestre, que obrigado che estou! (3)

¿Os outros, que? ¡Señor, é un tema moi importante, no que se me fai que pensamos pouco! Daquela, botándolle algo de lóxica:

Lucas 23, 34: "Xesús (na cruz) dixo: -Meu Pai, perdóaos que eles non saben o que fan".

Quen está disposto a perdoar "aos que non saben o que fan", ¿como non vai perdoar aos que morreron cunha vida de bondade pero sen chegar a coñecer a relixión de Cristo? ¡Temos máis culpa, máis cá eles, os bautizados, que por facer un apostolado cutre, egoísta, pasota, non divulgamos como é debido as ensinanzas salvíficas! Van XX séculos de cristianismo, e aínda estamos así, coas misións esmorecidas. ¿É, ou non é, para pensar niso, para emendarnos?
Querido Mestre, que obrigado che estou! (3)

¡Nós si sabemos o que facemos, pero non o cumprimos, non lle botamos coraxe á nosa labor, á nosa esixencia, de apostolado! ¿Como? ¡Transixindo cos incrédulos que nos rodean, cortándonos de predicar, polo menos, co exemplo; o Domund, etc.!

Vexamos, ao pé da letra, o que opinan uns cantos teólogos:

¿Puede alguien salvarse
fuera de la Iglesia Católica?

"¿Existe salvación fuera de Cristo, existe salvación fuera de la Iglesia fundada por Jesucristo? Este tema es siempre de actualidad.
"Y el Papa Juan Pablo II lo trató con gran claridad y precisión para enfrentar "ideas y opiniones erróneas y confusas, presentes en la discusión teológica y entre grupos y asociaciones eclesiales", ideas que tienden a desconocer a Cristo como Salvador único y universal, y a disminuir la necesidad de la Iglesia de Cristo para la salvación.
"Tal es el caso, comentaba el Papa, de algunos que piensan y predican un supuesto "carácter limitado de la revelación de Cristo, que encontraría un complemento en las demás religiones", como si la verdad sobre Dios no pudiera ser captada y manifestada en su totalidad por ninguna religión, tampoco por el cristianismo y, ni siquiera, por el mismo Jesucristo.
"Nos decía que es erróneo considerar a la Iglesia como un camino de salvación más, junto con otras religiones que serían complementarias a la Iglesia. Y pide que se excluya una cierta mentalidad que piensa que "una religión vale por otra".
"El Papa nos dio seguridad sobre la "unicidad y universalidad salvífica de Cristo y de la Iglesia que El fundó. En efecto, el Señor Jesús constituyó su Iglesia como realidad salvífica: como su Cuerpo, mediante el cual El mismo actúa en la historia de la salvación... El Concilio Vaticano II dice al respecto: 'El santo Concilio, basado en la Sagrada Escritura y en la Tradición, enseña que esta Iglesia peregrina es necesaria para la salvación' (LG, 14)".
"El Catecismo de la Iglesia Católica (#774-776), siguiendo la enseñanza milenaria de la Iglesia y citando al Concilio Vaticano II, nos recuerda que la Iglesia Católica es "instrumento de salvación universal" (LG 9). Y añade el Catecismo en su resumen de este tema: "La Iglesia es, en este mundo, el sacramento de la salvación, el signo y el instrumento de la comunión con Dios y entre los hombres" (Catecismo de la Iglesia Católica #780).
"Esta ha sido la posición de la Iglesia desde sus comienzos y durante sus dos milenios de existencia. Sin embargo, si bien en forma general se dice que es necesaria la pertenencia a la Iglesia Católica para la salvación, el Catecismo explica lo siguiente en un capítulo que titula "Fuera de la Iglesia no hay salvación":
"Entendida esta afirmación "de modo positivo significa que toda salvación viene de Cristo-Cabeza por la Iglesia que es su Cuerpo". Es decir, quien se salve, dentro o fuera de la Iglesia, se salva por la gracia de Cristo y a través de su Iglesia.

La afirmación de que no hay salvación fuera de la Iglesia no se refiere a los que, sin culpa suya no conocen a Cristo y a la Iglesia por El fundada.

"Y, citando nuevamente al Concilio, nos dice el Catecismo que si éstos "buscan a Dios con sincero corazón e intentan en su vida, con la ayuda de la gracia, hacer la voluntad de Dios, conocida a través de lo que les dice su conciencia, pueden conseguir la salvación eterna (Vat.II, LG 16)". (Catecismo de la Iglesia Católica #847)
"Pero -advertía el Papa- que "en su búsqueda sincera de la verdad de Dios están de hecho 'ordenados' a Cristo y a su Cuerpo, la Iglesia.
"Añadió el Papa un dato importante de considerar: "De todos modos, se encuentran en una situación deficitaria si se compara con la de los que en la Iglesia tienen la plenitud de los medios salvíficos" (JP II, 28-1-2000).
"Sabemos que Cristo dejó bien especificada la necesidad de la fe y el bautismo para la salvación: "El que crea y se bautice se salvará. El que se resista a creer se condenará" (Mr. 16, 16). Además, instituyó su Iglesia como instrumento de salvación, en la que entramos a formar parte desde el momento de nuestro Bautismo.
"De ahí que no podrían salvarse aquéllos que, sabiendo que Cristo (Dios) fundó su Iglesia como necesaria para la salvación, sin embargo no hubieran querido entrar a ella o hubieran escogido separarse de la misma. (cf. Catecismo de la Iglesia Católica #846)
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Gómez Vilabella, Xosé M.
Gómez Vilabella, Xosé M.


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