Dos realidades
Pena, José Manuel - jueves, 16 de mayo de 2024
Si meditásemos un poco más seguro que no diríamos muchas de las tonterías que largamos libre y alegremente por la boca, cada día. Observamos más gente apática, triste, deprimida y demasiado pesimista, casi siempre el tema de conversación se centra en el dinero y en la crisis. Unos porque están en paro y tienen dificultades para llegar a fin de mes o tienen uno o varios trabajos remunerados y apenas superan el salario mínimo interprofesional. Otros pocos mantienen un puesto de trabajo por el que perciben más de 4.000 euros mensuales y tampoco es suficiente para todo lo que desearían comprar o invertir.
Lamentablemente nos encontramos con pocas personas que no piensen en si mismas y mantengan una conversación en tercera persona, mirando hacia el horizonte de la vida, sin quedarse en la periferia de lo superficial. Que hablen sobre lo que pueden hacer para que el entorno en el que viven sea un poco mejor y más habitable para muchas personas que "realmente" lo están pasando mal y que apenas se quejan. La sociedad no podrá mejorar mientras no cambiemos ciertas mentalidades y eso depende de nosotros mismos, no de los políticos, gobernantes, empresas, entidades y organismos públicos o privados.
Por otra parte, también observamos como la hipocresía, el cinismo y la falta de empatía de algunos "empleados" del poder económico y político les está llevando a la miseria humana más repulsiva y rastrera. Para poder mantener su nivel de vida, estos "personajes", que viven entre nosotros, son capaces de cualquier cosa. Todo les vale con tal de conseguir sus objetivos. El pasotismo de muchos de nosotros es lo que les sigue manteniendo en sus puestos de responsabilidad.

Pena, José Manuel
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