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Las bolas de acero

jueves, 29 de febrero de 2024
Hace unas semanas que veo en el centro comercial en que ADIF ha transformado la estación del AVE de Málaga, un stand con varias bolas de acero inoxidable como melones, a la altura de mi cabeza. Siempre están rodeadas de jóvenes, los que atienden y los que se informan con los móviles en la mano.

Desde el primer día me imaginé más o menos para lo que servían, pero ayer me detuve y encaré al rioplatense que me atendió (todos los empleados y el encargado son argentinos y uruguayos).

- Buenos días, ¿me podés decir qué ofrecen -pregunté al amable "charrúan" que me atendió.

- Si te descargás la aplicación, te regalamos 20 euros en monedas de bitcoin. Y más adelante, tres euros por cada dato que te pidamos.

Sorprendido y emocionado por la ganga que me encontré, y ocultándole que uso un móvil Nokia de aquellos, en el que ni el mismo Mandrake puede descargar algo, reafirmé:

- ¿Y solo con descargar la aplicación me regalan 20 euritos? -mientras miraba una de esas esferas con un agujero central y unas lucecitas alrededor, como si fueran ojos.

- Sí. Es una forma de repartir las ganancias que se están obteniendo con la Inteligencia Artificial - diluyó mi desconfianza el de Montevideo, que tenía una jeta más dura que el acero de las bolas.

- Pero... - enjuagándome las lágrimas provocadas por tanta generosidad empresarial- ¿no tengo que hacer nada más?

- Te tenemos que hacer una foto del iris - aclaró señalando uno de esos melones brillantes- para comprobar que no la hayas bajado antes en otro sitio.

- Pero... si me bajo la aplicación ¿no tienen ya tienen mis datos? - quería comprobar por donde se me escapaba el charrúa.

- No. Solo tendríamos el ID pero no tus datos - y viendo que el paisano era más desconfiado que todos los jóvenes que con los móviles en la mano, picaban, y en una muestra más de la generosa bondad de la empresa, agregó - Podés no hacerlo. No es obligatorio.

No aguanté más. Y lo abracé llorando sobre su hombro. ¡Cómo puede haber tanta gente buena en este mundo!

Bien, terminada la exposición, por si alguien no entendió de qué va la cosa, lo explico.

Me he enterado que esas empresas que están obsesionadas con nuestra seguridad, planean que dentro de poco la imagen de nuestro iris reemplazará al DNI (que se puede fotocopiar o falsificar) y a los montones de claves y pines (se pueden robar) con los que accedemos a los bancos y administraciones. El iris es único para cada persona. Los cajeros y nuestros móviles tendrán una cámara especial que nos permitirán sacar dinero, hacer transferencias y firmar divorcios. Y esta empresa altruista y benefactora de la humanidad, tendrá cogido de los hue... sos, a todos los que estarán celebrando de esos nebulosos 20 euracasos.

Andrés Montesanto. Un ciudadano primitivo, desconfiado como caballo tuerto.
Montesanto, Andrés
Montesanto, Andrés


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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