Parecidos y diferencias entre Galicia y Euskadi

Tras residir y trabajar 26 años en el país de los vascos, dónde nacieron mis dos hijos, hoy abogados, ejerciendo en A Coruña y Barcelona, llevo 23 años disfrutando de ser y estar en mi Galicia natal, en concreto al norte del norte, entre la mar y el viento de la provincia de Mondoñedo del antiguo reino de Galicia, en el puerto de San Ciprián, que lo fue de Las Reales Fábricas de Sargadelos -siglo XVIII- Tengo por tanto motivos de conocimiento para hacer "odiosas" comparaciones entre ambas comunidades históricas según dicta la Constitución Española de 1978.

Hubo elecciones en Galicia, las habrá el 21-A en Euskadi. En ambas hay un partido político con una implacable implantación territorial. En Galicia en cada parroquia, en Euskadi en cada junta administrativa. La primera es una Comunidad con baja densidad de población que además está dispersa. La segunda una Comunidad con una buena densidad poblacional concentrada en núcleos poblacionales que son tradicionales centros comarcales o de Cuadrillas que forman parte de la organización geopolítica gobernada por las Diputaciones Forales, Instituciones peculiares que conservan competencias de alto contenido en servicios y equipamientos para garantizar una alta calidad de vida. Galicia tiene un medio rural despoblado mientras Euskadi mantiene una importante habitabilidad rural, gracias a sus buenas comunicaciones.

Todo lo que antecede lo conoce e impregnan los partidos político que mejor saben gestionar la intención de voto en la población. En Galicia el PP y en Euskadi el PNV. Tal organización perfectamente adaptada al pueblo son el motivo del continuado triunfo cada vez que se celebran elecciones a sus respectivos Parlamentos Regionales.

Será definitiva la presencia de PODEMOS Y SUMAR en las elecciones vascas. Sus presuntos votantes proceden del espacio más a la izquierda del socialismo, pero tal como se está situando el voto útil todo hace predecir que tal clientela encontrará en BILDU la dirección para sus demandas. Lo que no quita para que ambas formaciones y tras la debacle gallega hagan una profunda reflexión sobre su futuro inmediato más allá de la coalición que sustenta al Gobierno presidido por Sánchez.

Mantengo que la verdadera memoria histórica es la que recuerda y no olvida la guerra que tuvo lugar en Euskadi entre demócratas y ETA-Batasuna. A pesar de haberse incorporado al cuerpo electoral vasco gentes que no conocen personalmente lo acontecido tendrán que soportar y analizar los antecedentes de la violencia sin precedentes que tanto en la vida civil como en la delincuencia asesina tenían lugar de influencia.

Independentismo por presuntos derecho a la autodeterminación de Euskal Herría. La exigencia del Euskera en todo el espacio laboral público que gestiona competencialmente el Gobierno Vasco. La prioridad en el gasto público. El feminismo en una sociedad que siempre se ha movido entre el matriarcado y la varonía de las atemporales cuadrillas con sede en los chocos. El impacto económico que puede tener entre la burguesía vasca un crecimiento de la izquierda aberzale. Me gustaría que algún sociólogo con criterio científico hiciera el retrato robot del votante para las siglas de BILDU. Si puedo advertir que no creo sea posible superponerlo al votante del BNG.

Mientras para el PP las elecciones vascas son una simple fórmula de asentamiento para la nueva generación y un nuevo discurso más allá de ETA y que hoy todavía no lo han elaborado, para los socialistas puede ser la gota que derrame el vaso en la decadencia sanchista y tras las elecciones al parlamento europeo promueva unas elecciones generales con una candidatura sin Sánchez.