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Nuestra salud y ALCOA

martes, 06 de febrero de 2024
¡Victoria!. Los bravos sindicalistas han logrado volver a poner en funcionamiento las cubas de la factoría aluminera. Es decir, volverá el proceso de vertidos por tierra, mar y aire, pero sobre todo el depósito de lodos rojos en la BALSA.
Según el análisis químico realizado por Cablik, V., en su tesis doctoral, la composición química del lodo rojo muestra la presencia de silicio, aluminio, hierro, calcio, sodio o titanio (en forma de óxidos), así como una serie de elementos traza entre los que se encuentran K, Cr, V, Ba, Cu, Mn, Pb, Zn, P, F, As o S [11
Estamos ante un escenario sombrío. Dónde colisiona el miedo a perder el empleo y el miedo a caer enfermo grave por los vertidos de metales pesados, a lo que debemos añadir la presunta capacidad de la balsa que rebosa cuando llueve. Pero la balsa gallega tiene un potencial mucho más peligroso, ya que puede almacenar hasta 42 veces el barro rojo que se desprendió en el accidente de Hungría.
Que la capacidad de la balsa está prácticamente al límite se pudo comprobar varias veces, cuando la carretera de Lago, que discurre paralela al embalse, amanecía teñida por una lengua de líquido del mismo color rojo que los barros. Vídeos difundidos por testigos evidenciaron una situación que, según vecinos de la zona, se repite en períodos de fuertes lluvias.
Ni los dirigentes políticos, ni los liberados sindicales, ni las asociaciones debidamente untadas con dineros procedentes de América, ni los sanitarios comprometidos, parecen despertar ante lo que desde hace tiempo es el mayor riesgo para la salud junto a las infames carreteras en la Comarca Mariña. Y además esa balsa significa estar sentados a la espera de que el barril con dinamita explote...
¡Que hacer!. Cada uno tomar conciencia del problema medio ambiental y su impacto en nuestras vidas. Muy por encima de la capacidad laboral de la factoría. No vaya a ser que los únicos que se quejan están dando malvas en los cementerios.
Hace falta un foro que analice científicamente -estudios epidemiológicos- los riesgos objetivos de los contenidos vertientes o almacenados en la balsa. Hace falta saber desde las comisiones de tejidos y tumores en los hospitales si las cifras de morbilidad y mortalidad en los habitantes de la comarca Cantábrica Galaica, por población, es la que toca o está aumentada, tal como cuentan quienes han hecho estudios de campo a base de encuestas por parroquias. Hace falta revisar la situación actual de el tratamiento de los vertidos a tierras, mar y aire. Hace falta un foro continúo entre sanitarios y representantes de la sociedad civil para saber y divulgar los efectos de los metales que vierte el proceso Bauxita-Alúmina-Aluminio. Hace falta impedir que siga creciendo la capacidad forzada de la balsa, pues no basta con esconderla tras unos matorrales o amenazar con la relación entre ruido medio ambiental y cierre de la factoría.
Los que acudan a los mítines en esta campaña en La Mariña deben exigir a los candidatos sus conocimientos y disposición sobre el problema. No es suficiente con recoger bolitas de plástico en las playas y salir así en la foto. No es suficiente con decir que se pondrán en marcha fórmulas para mitigar las listas de espera en el sistema nacional de salud -SERGAS-. Hay que hacer salud pública. Hay que identificar los riesgos y paliarlos.
Mosquera Mata, Pablo A.
Mosquera Mata, Pablo A.


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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