Silencio cómplice e individualismo

Cuando era adolescente acudía, acompañando a mi padre, a muchas reuniones y asambleas del sector pesquero y marisquero de ambos márgenes de la Ría de Arousa. Era muy difícil llegar a un encuentro consensuado de todos los sectores para reivindicar unas mejores condiciones laborales y sociales. Casi imposible aprobar un documento conjunto con demandas a plantear, ante la administración pesquera. El individualismo y el interés sectorial predomina por encima del bienestar general.

En éste sentido ocurre lo mismo con muchos trabajadores pesqueros que faenan a bordo de embarcaciones de bajura o altura. Saben, conocen y padecen las condiciones laborales tercermundistas, en muchas de esas embarcaciones, y no tienen la valentía de denunciar. Con su silencio cómplice consiguen que la rueda de fortuna económica, para unos pocos a costa del trabajo y la vida de otros, continúe floreciendo.

Un ejemplo a seguir, por todos los actores del mundo del mar, tendría que ser la valentía de las familias de los 21 muertos del barco pesquero "Villa de Pitanxo", que han conseguido que los peritos judiciales lleguen a la conclusión de que las causas del naufragio fue debido a un "error humano del capitán". Cuántas muertes de inocentes o accidentados en el mar han quedado impunes, a lo largo de décadas, por la falta de valentía de sus familiares o compañeros de trabajo?. En cada tertulia, en el puerto o en la taberna, es un secreto a voces la impunidad con la que aún siguen actuando muchas empresas armadoras, como en el caso de referencia. Mentiras, sobornos, mafias, todo vale por el poder y el dinero.