La aparición de la inteligencia artificial ha resultado una auténtica revolución en el mundo tecnológico. Sus ramificaciones son enormes y patentes a varios niveles.
Aunque sus primeros usos han estado centrados en aspectos lúdicos y en la curiosidad de los internautas, es evidente que su utilidad trasciende lo más superficial y puede convertirse en una herramienta que cambie el panorama financiero y empresarial. A muchos ha cogido por sorpresa su aparición reciente, mediante ChatBots como Chat GPT. Sin embargo, la creatividad se ha puesto en marcha para crear nuevas aplicaciones basadas en esta tecnología y aportar ventajas a diversos niveles productivos. Esta innovación es útil para casi todos los sectores; pero, evidentemente, en algunos será más patente su impacto que en otros. Veamos algunos ejemplos.
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El ocio digital
La parte lúdica de la IA es innegable; lo hemos podido comprobar con sus primeras manifestaciones. Pero su aplicación va más allá de los "Deep Fakes" o de la creación de imágenes mediante texto. En la actualidad, muchas de las principales compañías de ocio digital están estudiando, o incorporando, esta tecnología para personalizar la experiencia de los usuarios en base a sus características y sus preferencias. La capacidad de esta herramienta para aprender y para analizar masivas cantidades de datos facilita la tarea. Lo vamos a ver en las sugerencias de las plataformas de streaming; también en las recomendaciones de redes sociales y en otros ámbitos, como los juegos. De hecho, los juegos online son uno de los pilares del ocio digital y copan buena parte de las búsquedas en internet;
entre ellas, los casino bono sin depósito, que pueden aumentar su presencia en la red gracias a la IA y a la nueva versión de internet, la Web 3.0 (junto con su base tecnológica, el Blockchain).
La industria
La inteligencia artificial permite automatizar procesos y un seguimiento mayor de los proyectos y sus fases. Esta aplicación puede resultar de una importancia vital para un sector como la industria y las tareas de fabricación. El uso de robots inteligentes puede crecer exponencialmente, ahorrando costes y aumentando la
productividad. También, los recursos humanos pueden dejar las tareas repetitivas para centrarse en otras que lleven a un valor añadido mayor. Por otra parte, se puede llevar un mayor control de las diferentes fases, evitando incidencias y corrigiéndolas con mayor celeridad. Además, la capacidad de "Machine Learning" implicaría una mejora continua que potenciaría, aún más, estos beneficios.
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La Administración Pública
Aunque, para muchos, nuestra administración está, todavía, lejos de las cotas idóneas de digitalización, eso no significa que la inteligencia artificial no pueda hacer aportaciones relevantes (siempre y cuando cumpla con
la Estrategia Nacional prevista). Muchas de ellas están relacionadas con la seguridad cibernética. El análisis de grandes volúmenes de datos es de gran utilidad para evitar fraudes y ataques, que pongan en riesgo la información sensible de los ciudadanos. Por otra parte, la gestión de los expedientes se puede automatizar mucho más. Pero no todo es relativo a los trámites administrativos. La seguridad ciudadana también se verá reforzada con el uso de cámaras inteligentes y el manejo de las imágenes y las emergencias. Estos son sólo algunos ejemplos, pues cada área de vida pública es susceptible de mejorarse con esta herramienta tecnológica.
El comercio electrónico
En la actualidad,
el ecommerce está creciendo a un ritmo increíble en nuestro país. También se trata de uno de los mercados donde más puede intervenir al IA. Por una parte, como hemos visto en otros aparatados, se aumentaría la personalización de la oferta gracias al análisis de datos históricos. Pero también encontramos una mayor supervisión de todo el servicio: con una atención al cliente más ágil y resolutiva. El usuario podrá ser más participativo y colaborar en la mejora global, para obtener una experiencia mucho mejor. La seguridad y la privacidad de los datos de los clientes estarán más a salvo. La optimización de los procesos, por otra parte, puede reflejarse con una disminución de los gastos estructurales, lo que implicaría precios más competitivos. Además, ayudaría a conseguir una mayor presencia internacional, lo que implica un aumento de la riqueza nacional.
Por supuesto, estos son sólo cuatro ejemplos de sectores beneficiados por esta tecnología, pero hay muchos más, como las finanzas, la agricultura, la salud y tantos otros. Cuanto mayor sea el nivel de digitalización, más fácil es sacar partido de esta herramienta; pero puede ser de gran utilidad en cualquier de los mercados productivos de nuestra sociedad.
