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Navidad para pobres

domingo, 24 de diciembre de 2023
Veño traerche, Señor,
nun ramo as horas do día,
unha pobre eucaristía,
unha cantiga de amor,
e coma incenso unha flor;
e pídoche, Deus amigo,
abeirarme ó teu abrigo,
durmir no teu corazón,
e que o meu, en oración,
vele esta noite contigo.





Esa décima la escribí para el Diurnal en lengua gallega, como himno para la última hora del día.

Es una oración de agradecimiento y de súplica con la que os deseo a todos una feliz Navidad.

La imagino, más que cantada, musitada por no despertar al Niño, oración apenas susurrada, casi sólo pensada, junto a aquel pesebre de Belén donde el amor de la Madre ha recostado al Hijo de Dios.

Esa oración sólo puede ser de pastores, de últimos, de pobres.

Una pobre eucaristía desde nuestra pobre fe, eso quieren ser las horas de nuestro día y los versos de nuestra canción.

Feliz Navidad a los pobres, pues ha aparecido la gracia de Dios, el que trae para ellos el reino de Dios, el que es para ellos la buena noticia de Dios.

Feliz Navidad a los ciegos, pues para ellos ha amanecido la luz de Dios.

Feliz Navidad a los oprimidos, porque ha nacido el que, con la justicia y la paz, nos trae la libertad.

Feliz Navidad a los leprosos, porque la pureza de Dios ha llegado a nuestros caminos.

Feliz Navidad a las ovejas dispersas y perdidas, porque ha nacido el pastor que las ha de buscar y curar y devolver al aprisco.

Feliz Navidad a los pecadores, porque nos llega el perdón de Dios.

Feliz Navidad para la fe y la esperanza, porque llega el que es cumplimiento de las promesas de Dios.

Feliz Navidad para los muertos, porque para ellos ha nacido la Vida.

Feliz Navidad para todos, pues para todos ha nacido Dios.

"Alegrémonos todos en el Señor, porque nuestro Salvador ha nacido en el mundo. Hoy, desde el cielo, ha descendido la paz sobre nosotros". "Nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor".

Si buscas la paz, si buscas al Señor, si buscas al Salvador, ésta es la señal: encontrarás "a un niño, envuelto en pañales y acostado en un pesebre".

No encontrarás armas para la guerra ni poder para la opresión: sólo encontrarás la indefensión de un niño, la fragilidad de un niño, la pobreza de un niño, esa pura necesidad que es siempre un niño.

Sólo puedo desear que lo encontremos, lo abracemos, lo imitemos, lo sigamos.

Si no lo sabes aún, ese niño se llamará Jesús.

Feliz Navidad.

(Fr. Santiago Agrelo es Arzobispo emérito de Tánger).
Agrelo, Santiago
Agrelo, Santiago


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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