Soneto con estrambote a la quiroerastia
lunes, 25 de diciembre de 2023
Jeremías
Todavía me duelen las orejas
de los fuertes tirones que me daba
el padre Jeremías Moralejas
al decirle que yo me masturbaba.
Severo, y sin piedad, amenazaba
con sífilis, ceguera... y con llanto.
Con rechinar de dientes conminaba;
con fuego, con azufre y con espanto.
Caro pagué el placer de masturbarme:
lo aboné con cilicios y tormentos,
y con miedo a sufrir castigo eterno.
Juré, una y mil veces, enmendarme.
Juré vencer los malos pensamientos.
Juré eludir las llamas del infierno.
(Estrambote)
También lanzó soflamas -¡pobre fraile!-
contra el sexo, los cines y... el baile.
Silva, Manuel
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