Me dicen: trata temas de política

Me sugieren y aconsejan, haz como todos, trata temas de política, entre la política y la poética, como nos diría el maestro Umbral, haz como todos...

Me lo dicen e indican y sugieren, si deseas tener alguna oportunidad de publicar artículos y columnas en un medio nacional, generalista, si deseas que se cumpla ese sueño o ese deseo o ese proyecto o ese fin o esa meta, tienes que hacer como todos hablar de política, de sociopolítica, de economía política, de historia política, de personajes políticos, y, de todo ese mundo. De eso, volvemos a recordar la frase del maestro Umbral, de estar entre la poética y la política, entre la política y la poética...

Y, yo, digo y sugiero y expreso, es que acaso hablar de la torrilla no es importante, no es un tema político también, hablar de lo afectos humanos, acaso no es tratar de política y es un tema importante, hablar de las ideas, ideas y conceptos y emociones y deseos, de mil cuestiones, acaso no son también política, de la polis griega, de realidades que están y son de la ciudad, de los antiguos Estados-Ciudades, Estados-comarcas griegos, de dónde surgieron tantas cosas, que ellos perfeccionaron, que ellos tomaron de los imperios antiguos. Porque solo pensamos que hubo pensadores en Grecia, acaso el Libro de Job, el profeta Habacuc y, otros, no nos dejaron ideas que son filosóficas y racionales y de política y de economía y, no solo religiosas...

En toda la vida he tenido ese sueño de ser escritor y escritor observador y escritor analizador y escritor pensador. En todo ese sueño de décadas, digamos, que ahora en estos dos últimos lustros, por fin, se ha materializado en redactar artículos de opinión. Sueño que deseé siempre, pero nunca me abrieron, ningún pequeño portillo. Ahora es posible y real. Pero el sueño sería, de forma diaria, cinco o seis a la semana, rellenar algún espacio de los digitales, de algún periódico o medio nacional y general y generalista. Debo confesarlo. Diríamos que es el último proyecto, en este largo viaje con las palabras y desde los vocablos e ideas, que he tenido desde la adolescencia. Y, que siempre han resultado que los otros han estado ciegos y sordos a mis cuartetas y palabros e ideas e imágenes...

Sé, sé que tengo ya una cierta edad, no voy a engañarme, ni a mentirme, ni a manipularme a mi mismo. Pero me digo a mi mismo, ofrezco a los demás, público en general, a los gestores de algún medio, una experiencia de décadas de observación, análisis, pensamiento, lectura, de ir recogiendo conceptos e ideas y datos e hipótesis y teorías de cientos y miles de actores y actuantes... De tanto acumulado, que ya no sabes, cual es su procedencia, en muchos de sus casos y de sus formas y de sus variedades... Puedo ofrecer tartas o pequeños pasteles, que ya tienen en sí muchas capas, una afirmación, puede llevar muchas negaciones que no se han admitido, que se han ido depurando y como los vinos criados en barricas, macerándose poco a poco. Una negación, es el efecto de muchas no afirmaciones...

Han entrado muchas lecturas, observaciones, ideas, conceptos de mil fuentes y de mil padres y de mil labios y de mis ojos. Hemos vivido, no solo en las realidades materiales, sino también en los mundos de las ideas y de los conceptos. Esta es la realidad. Hemos luchado en las selvas de las interpretaciones para intentar entender y comprender algo del mundo. Muchos trozos del mundo. Y, hemos ido como en un tiovivo, de un lugar a otro, desde un saber a otro. A tantos y en tantos hemos merendado, que al final, nadie nos ha considerado especialista y experto en ninguno.

Hemos sido polifacéticos buscando la realidad que es transversal, multidimensional, polifacética y poliédrica. Pero hemos roto nuestras posibilidades de medrar en la sociedad por no ser especialistas en algo... Ahora el articulismo, nos decimos, puede servir para concentrar tanto y tanto que se ha ido acumulando a lo largo de décadas, de tantos saberes, en los que has probado y bebido y comido, de tantos labios y cerebros, de tanto y de tantos ojos...

He llamado, debo confesarlo a muchos timbres y capillas en esto del columnismo y del articulismo. Entiendo y comprendo, que he llegado en un momento, que dura ya años, de una grave crisis de la información. Sé que miles de periodistas están en semiempleo o desempleados, buscando otras fuentes de energía para vivir y sobrevivir. Sé, que se han multiplicado por diez o por cien todos los medios o plataformas de información, desde periódicos, radios, televisiones, Webs en Internet, de entidades y de particulares, blogs y mil otros modos.

Y, especialmente los móviles, que informan del momento de cualquier noticia. Alguien con un aparato de esos, puede ser periodista por unos instantes, porque capta el humo de un incendio y lo publica en Internet, y, puede convertirse en una espiral que rodea todo el planeta en unos minutos...

Pero me dicen, toca temas de política. Y, así, tendrás posibilidades reales, de que un medio generalista y nacional, llame a tu timbre y a tu campana... Pero yo les digo, por mucha teoría política o de sociología o de psicología o de historia o de filosofía o de teología o de... que haya mascado y rumiado y alimentado durante toda la vida. Que así ha sido.

Muchos articulistas como yo, a cientos que están en provincias, localidades, comarcas, regionalistas, tienen el mismo sueño que yo, y, ellos y ellas si escriben de política, y, tampoco les abren las cancelas de los medios nacionales y generalistas e históricos...

No sé quién está llamando por teléfono a estas horas al señor presidente y a los señores ministros, no sé y no conozco los proyectos de leyes y bocetos que están en los cajones, no sé muy bien las intenciones de unos y de otros, no sé los poderes de fuera y de dentro, de todas las clases que están presionando... No sé, toda esa realidad pequeña, que es lo que hace la política, los mimbres y los hilos que conforman todo el tapiz y la alfombra y la catedral de la polis... solo sé, lo que se dice, el último discurso, la última fotografía, la última pose, de unos y de otros. Y, el último comentario del día, de unos y de otros...

Pero no sé, no conozco, la verdadera política, que está en la sombra y desde la sombra... No sé, por ejemplo, por qué y porqué altos cargos de la política nacional, se han hecho doble nacionalidad... No lo sé, no lo entiendo, no lo comprendo, no lo sé, y nadie me lo explica...