Etapas de orden y etapas de desorden y C.J. Cela

Existen teóricos de la historia e Historia que indican que la historia está trufada de etapas de orden y etapas de desorden, la palabra fase es más adecuada.

Aquello de que una civilización o una entidad sociopolítica, tiene un tiempo, que puede durar décadas o siglos de crecimiento, después una etapa de estabilización, una tercera etapa de crisis, crisis en muchos sentidos, y, una cuarta, de declive y decadencia y caída claramente. Cierto es, que si aplicamos este esquema o boceto suele ser cierto, pero en algunos casos, los periodos de tiempo, pueden ser lustros o décadas, en otros siglos, y, no todas sus fases o etapas, duran el mismo tiempo.

Puede que esta explicación no sea totalmente cierta, pero si puede ser un esbozo o esquema o boceto aproximado. Si nos fijamos en cualquier lugar del mundo, geografía, cultura, periodo, tiempo, ideología, se puede cristalizar. Es muy aplicable el anterior esquema. Podríamos indicar casos y ejemplos, pero pienso que un artículo periodístico, no solo tiene la función de ofrecer una solución al lector/a, sino dispensarle un concepto o idea o enunciado y que él/ella rumie o piense.

Que tenga, si desea, ese día, además de pensar y repensar todas sus cuestiones personales y profesionales, hoy, dedique ese día a pensar otro concepto. Y, este que entraría en lo que se denomina filosofía de la historia o teoría de la historia, puede ser necesario, quizás, para medio entender y comprender grandes ciclos de grandes imperios, como han ido surgiendo y después retrocediendo... ¡Quizás, para mucho del presente actual, real o posible, o potencialmente posible...!

Ahora tenemos dos preguntas que se incardinan, algunos dirían que tres, expongamos: ¿Europa está cayendo en declive o en decadencia, España está cayendo en decadencia y declive, y, la tercera, Occidente, puede estar empezando en la decadencia...? ¿O, solo son crisis, pequeñas crisis, que suceden en las mitades de sus desarrollos, y que surgirán, resurgirán más fuertes? ¿Algunos piensan que la situación de Occidente, dirigido o encaminado o capitaneado por Norteamérica, es distinta, en esta temática, a la de Europa y a la de España...?

Me he dado de bruces con una columna periodística del Nóbel Camilo José Cela, titulada: El acecho de la barbarie, publicado en El País, el día 24 de marzo de 1984. En la que trata algunos temas relacionados con esta cuestión, pero como cada artículo que se redacta, siempre es distinto. El mismo tema puede ser arado y trazado de mil modos.

Esta es la riqueza del género o subgénero del articulismo, para mi es literario combinado con temas de la realidad, no solo de la actualidad. Pero los popes de la teoría literaria o de la poética literaria, siguiendo a Aristóteles, o de la estética literaria, siguiendo al romanticismo alemán, dicen que solo es literatura lo que es ficción, lo otro, mucho de lo que pasa por literario, no lo es, porque solo tiene oratoria y retórica, pero no ficción. Pero yo, yo me digo, la poesía, no es retórica y habla del yo, no necesariamente del yo como ficción, entonces la poesía, mucha tampoco sería ficción y tampoco literatura, pregunto a los maestros de la literatura.

Ahora, si ustedes son conscientes, el articulista, se ve obligado a un párrafo de diez líneas, escrito originalmente y en la corrección con diez líneas, tiene que trocearlo en dos. Porque el lector/a tiene muchas posibilidades, al menos, la mitad leerlo o lo mastican en un receptor electrónico: tablet o tableta, móvil, ordenador, con lo cual es más fácil para su lectura, que los párrafos sean más cortos. La técnica y tecnología influye en la escritura, e, incluso en la retórica, un día tendríamos que hablar de ello.

Creo y estimo y valoro y pregunto y cuestiono, si los europeos y la cultura europea, llevamos siglos, con una especie de "masoquismo intelectual". Pocas culturas, se han sometido a sí mismas, a la enorme crítica en que lo ha hecho la occidental. Nos hemos criticado todo, no solo las flores del árbol, no solo las ramas, no solo el tronco, sino las raíces. Nos hemos provocado, a nosotros mismos, limar y anegar y secar muchas de las raíces de nuestra propia civilización e ideología cultural, a nivel metafísico, religioso, cultural, antropológico, psicológico...

Esta es la raíz de multitud de razones, de muchos comportamientos e ideas, de muchas angustias e infelicidades. Quizás, también, de que hayamos sido capaces de hacer avanzar todos los saberes, teóricos y prácticos, y, también, de todas las formas prácticas de comportamiento...

Europa, ha caído en errores. Pero ha caído en muchos aciertos. Europa está traumatizada. Lleva dieciséis siglos traumatizada desde la caída de Roma. Europa teme que se produzca otra Nueva Caída de Roma. Y, Europa sabe, que Europa es la civilización, que somete todo a crisis y a preguntas y a racionalización, que puede permitirse crecer, en teorías y conceptos y en prácticas. Y, Europa sabe, que la misma Europa, tiene errores, pero es una civilización, sin caer en etnocentrismo, no lo olvidemos, que tiene la capacidad de autoevaluarse. Que no tiene miedo de mirar sus errores y sus raíces y sus ramas y sus flores...

Porque si Europa se debilita y cae en una profunda decadencia, la humanidad, habrá perdido mucho, cada persona se habrán debilitado muchos de sus derechos teóricos y muchos de sus derechos prácticos -muchas personas del mundo, no solo de Europa-. Europa es el continente cultural de los Derechos Humanos -por eso, incluso los que las critican, vienen a ella-. Y, los Derechos Humanos es la estructura esencial para que los humanos seamos más humanos, y, no solo hombres, seamos humanos y no solo varones/hembras -otro día, explicaré la diferencia...-.