Jóvenes africanos

La corrupción, la ausencia de libertades, la carencia de un estado de bienestar, la falta de futuro, el colonialismo ejercido por parte de países como Francia o Gran Bretaña, entre otros muchos, están llevando a muchos jóvenes africanos a rebelarse en contra de sus gobiernos.

Los jóvenes senegaleses, mauritanos, marroquíes y de otros países africanos ven como otros compañeros arriesgan sus vidas para cruzar el estrecho o el océano en busca del sueño europeo, encontrando acogida y muy pronto pueden trabajar y garantizarse un futuro, viviendo con dignidad, dentro de lo posible, pero en todo caso de una manera mucho mejor que en sus países de origen.

La falta de cultura y formación, por una parte importante de la población africana es una realidad pero también no es menos cierto de que cada vez hay más jóvenes y, la mayoría de ellos, no están dispuestos a resignarse a morir en la miseria sin tener la oportunidad de vivir, como el resto de mortales, en las llamadas sociedades occidentales.

Las sociedades, modernas y avanzadas, sólo se acuerdan de ellos para explotarlos laboralmente, con horas de trabajo excesivas y salarios de miseria, sin olvidarnos de que continúan explotando las riquezas naturales de sus países, a cambio del pago de favores a sus gobernantes corruptos y mafiosos.