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'Doña Pilar, el Belén de Begonte y un niño'

miércoles, 08 de noviembre de 2023
Era por la Navidad que estamos viviendo, la del actual año 2023, y, como es natural en estas entrañables fechas hay abierta una acogedora y grandiosa puerta en Terra Chá, el Belén Electrónico de Begonte, por múltiples motivos declarado de Interés Turístico Galego (DOG 4/11/2014); por el vano del Centro Cultural José Domínguez Guizán acceden miles de visitantes que llegan ansiosos por estar en contacto con la esencia de la Navidad en Galicia.
Aquel día de diciembre era muy frío y las calles y campos begontinos estaban recubiertos por un manto albo, el que conforman los copos de la bella y silenciosa nieve. No existía esa gélida sensación en los que a Begonte se acercaban. En el interior del Centro Cultural las gradas, para presenciar tan emblemático y espiritual belén, estaban, como anualmente acaece, atiborradas de personas que buscaban el mayor calor, el espiritual. En una de ellas se encuentra un matrimonio acompañado por su descendiente, quien no superaba los diez años de edad. Los progenitores estaban tan 'Doña Pilar, el Belén de Begonte y un niño'obnubilados y absortos observando aquella grandiosa obra que irradia la portentosa luz espiritual y recoge y proyecta la tradición de nuestra Galicia que, cuando miran hacia su lado para comentar con ese el prodigio que tenían ante sus ojos no lo ven y se preguntan:
- "¿Dónde está el niño?"
Empiezan a buscarlo entre la multitud congregada y lo ven por fin sentado más arriba en una esquina como meditabundo. Le preguntan en tono recriminatorio:
"¿Por qué te has alejado de nuestro lado? ¿Qué haces aquí?"
El pequeño les contesta:
- "Estoy con Doña Pilar ¿o es qué no la veis aquí a mi lado? Estamos los dos contemplando lo que el sacerdote D. José, su esposo también llamado José y ella consiguieron legarnos. En casa os contaré todo lo que hemos hablado. Esperadme, en unos instantes estoy con vosotros."
Los rostros del matrimonio reflejaban asombro porque no veían a ninguna respetable señora junto al pequeño, había muchos visitantes pero el chiquillo estaba, según ellos, alejado y solo.
La preocupación de la pareja era si a su hijo le había afectado algún trastorno mental y, antes de abandonar el local, mirando el belén dijeron:
- "Señor, que nuestro niño esté sano y no padezca de enajenación mental alguna."
El chico que acaba de llegar junto a ellos y les oye pronunciar estas palabras susurra y musita:
- "Tranquilos, papá y mamá, no sufro de perturbación ni de alucinación, os aseguro que he estado con Doña Pilar aunque vosotros no me creéis."
Al salir del local Carlos, otro laborioso entusiasta del Belén de Begonte les entregó unos calendarios y al coger ese obsequio el pequeño le preguntó:
- "¿Usted la ha visto, señor?"
Carlos, como buen gallego, contesta con otra pregunta:
- "¿De quién hablas, bonito?"
El niño le dice:
- "Me refiero a Doña Pilar. Ha venido, está allí" -dijo señalando hacia un rincón del graderío-.
El hombre mirando para el sitio que le indicaba aquella mano infantil exclama:
- "¡Es verdad, que alegría! Ella no podía dejar de estar con todos nosotros en estas espirituales fechas. Voy a decírselo a su hijo, al sacerdote D. Xesús, a D. Xulio y a los demás miembros del Belén de Begonte. !Es maravilloso!".
Marchó hacia allí veloz y pletórico en tanto los progenitores de aquel niño quedaron más perplejos y asombrados viendo que este hombre le daba la razón al hijo. La esposa comentó:
- "Es muy amable este caballero, no quiere llevarle la contraria pero yo, por mucho que miro hacia ese lugar, no veo a ninguna dama".
El esposo la tomó del brazo y al niño ofreció su otra mano saliendo todos del local. Durante el trayecto hacia su domicilio nada comentan al respecto. El padre sintonizó en el coche la radio y en ese instante el locutor estaba hablando con un sacerdote que así le respondía:
- "Mire, en estas datas navideñas los ojos infantiles, los que tienen una mirada noble y pura, ven lo que los adultos no reconocen porque están tildados por el estresante vivir y esas preocupaciones impiden que no capten lo intangible y espiritual porque los mayores solamente perciben lo material. Recuerde, la Navidad es amor y ese donde más vivo está es en los niños por eso Dios vino al mundo en forma de Niño, Jesús..."
El padre apagó la radio y miró a la madre sin pronunciar palabra alguna pero en sus ojos reflejaba lo que sentía.
Aquella noche cuando fueron para darle un beso y que tuviera felices sueños les dijo el pequeño: "Sentaos, os voy a contar la conversación que sostuve con Doña Pilar. ¿Sabéis quien es, verdad?"
Los padres al unísono responden:
- "Sí, supongo que es la que es conocida como la "Dama del Belén de Begonte" y que falleció hacia unos diez meses. La esposa de D. José Rodríguez Varela".
El rapaz contesta exultante:
- "¡Esa, la misma, y no estaba sola! Los/as amigos/as del Belén de Begonte no conocen la soledad ni en la tierra ni en los cielos. Junto a ella estaban los dos fundadores de esta obra, los dos Xosés, y colaboradores tan importantes como Teté (María José Cruz Veiga), Marcial, Carballo... y todos los que han marchado de este mundo y tuvieron relación muy directa con este belén."
Los padres mostrando gran interés por sus palabras le ruegan:
- "Cuenta, porfa, explícanos lo que te dijo."
Sin más dilación el niño empezó a explicar lo que parece un cuento que narra un abuelo/a a un/a nieto/a pero esta vez es el pequeño quien da vida a aquella visión que tuvo del siguiente modo:
- "Pues, fue así. Como ya sabéis yo había ido en otras Navidades con vosotros a ver el Belén de Begonte pero nunca vi nada sobrenatural como me ocurrió en este ocasión. Estando mirando el belén percibí en una esquina solitaria de uno de los peldaños de la grada el destello de una hermosa luz. Miré hacia allí y esa claridad tomaba forma humana de mujer y reconocí en ella a Doña Pilar, la que en las veces que la vi me ofreció deliciosas rosquillas. Me hizo un gesto con la mano para que me acercara, creyendo que me daría esos dulces que artesanalmente elaboraba me alejé de vuestro lado y marché hacia allí. Cuando llegué junto a su persona me dijo:
- "Hoy, bonito, no traigo rosquillas, pero te agradezco con mis palabras el que me hayas visto. Mira, en los cielos todos los miembros del belén de Begonte fallecidos, muchos de ellos están ahora aquí pero no se hacen visibles a los ojos de los vivos, tienen la hermosa costumbre de asistir a los actos navideños de Begonte, pues desean saber los muchos progresos y novedades que este Belén experimenta. Pero no tengas miedo, pequeño, llámate un privilegiado porque tus ojitos dieran visibilidad a mi figura, solo los grandes observadores infantiles son los que pueden captar mensajes celestiales...".
Le interrumpo diciendo:
- "Nada de miedo, señora, a las personas queridas, y usted lo es para mi, no se les tiene recelo aunque sea una aparición. Me siento dichoso de haber tenido en el Belén de Begonte esta inolvidable experiencia. Pero, por favor, Doña Pilar, prosiga."
Ella continuó:
- "Poco más he de decirte solamente que sepas que todos los que de una manera u otra arriman su hombro y aportan su colaboración para dar y continuar aportando vida a este Belén de Begonte cuando llegan a finar tienen el gran premio de poder volver cada Navidad a ver su belén y a los suyos. Qué feliz me siento de haber colaborado con D. Xosé, con D. Xulio, mi esposo, Xosé Rodríguez Varela, y otros muchos a que adquiriera movimiento lo que nunca debe pararse, la fe en Dios y el amor por esta querida Galicia y sus gentes. Ahora que me has visto y oído vuelve al lado de tus padres y a seguir gozando con la luz espiritual que partiendo de aquí se propaga por todos los hogares gallegos."
Dice el niño:
- "Queridos padres, ante aquellas palabras tan enternecedoras quise acariciar agradecido sus radiantes manos pero al intentarlo se desvaneció y vi como una nubecilla blanca ingrávida se colocaba sobre el belén electrónico y luego desaparecía."
El progenitor comenta a su esposa:
- "Mañana volvemos a ir al Belén de Begonte, pues ya está cerca la clausura de esta edición y en la próxima deseo ser ya un miembro de ese colectivo porque cuando muera quiero ser merecedor de venir a contemplarlo como Doña Pilar “
La esposa y el niño respondieron:
- "Y nosotros también haremos todo lo posible por pertenecer en la vida y en la muerte al Belén de Begonte. La mayor parte de los jubilados se preocupan de hacer viajes a Benidorm, Marbella, Palma y la más bella excursión es prepararse para el viaje final que como creyentes sabemos que es principio del más maravilloso, volver en cada Navidad a Begonte".
El día de la clausura del Belén de Begonte se personaron al acto en el que se iban a entregar los premios de las distintas modalidades de certámenes artísticos, periodísticos y literarios. Momentos antes de iniciarse el tan grandioso evento se dirigieron junto al sacerdote D. Xesús y así, después de saludarle, le dijo el cabeza de familia:
- "Reverendo, deseamos se nos otorgue el que consideramos nosotros el mejor de los premios."
El bueno del párroco con cara de sorpresa le contesta:
- "Se foron distinguidos con algún deles terían notificación do mesmo polo secretario dos respectivos xurados . Noraboa; agora se non acadaron premio disfruten do acto e participen en vindeiras edicións."
El padre le dice:
- "No, señor cura, deseamos que usted nos otorgue ese reconocimiento, el ser miembros del Centro Cultural 'José Domínguez Guizán' para tener derecho y deber a participar esta familia en este Belén de Begonte."
D. Xesús, sin poder disimular su rostro de felicidad, así le habló:
- "Iso está feito. Levo edicións invitando aos nosos veciños a colaborar nesta obra, Begonte e Deus agradece esa laboura. Ao remate do evento notificarei á xunta directiva que tome nota dos seus datos personais e, na vindeira xuntanza aprobaremos que sexan recoñecidos novos socios do Belén Electrónico de Begonte, ainda que póngolle en coñecemento que pertencer a él supón aceptar a grande responsabilidade de adicarse en corpo e alma a potenciar este símbolo espiritual begontino cada día."
Mostrando su agradecimiento le dice el progenitor:
- "Gracias por concedernos el mayor premio para todo aquel que ama a Galicia,Terra chá y Begonte, el ser miembros del Belén Electrónico, pero también deseábamos formular una petición que nos gustaría sea presentada en la próxima reunión del colectivo."
El sacerdote manifestando mucho interés le pregunta:
- "¿Por favor, avánceme de que se trata, nos encanta cando chegan persoas con iniciativas?"
En esos momentos se acercaron al grupo D. José Rodríguez Gómez y D. Xulio Xiz que reclamaban la presencia del "crego" para iniciar el acto y, al llegar oyeron emocionados la propuesta que expuso la madre de aquella familia y es como sigue:
- "Padre, a nuestro hijo y a nosotros nos gustaría pedir cuando seamos considerados miembros de esta asociación que ahí- señalando hacia la entrada del Centro Cultural-, junto a la puerta sobre un monolito que lleve por leyenda "A la Señora do Belén de Begonte: Doña Pilar Gómez García" se levante un busto que represente a la que tanto ha hecho por contagiarnos con su ilusión y entusiasmo en pro de esta espiritual obra que inició hace más de cincuenta años con D. Xosé y su esposo Xosé Rodríguez Varela. Podemos decir que "si todas as mulleres galegas somos costureiras nos nosos fogares, Doña Pilar, alumeada polo portentoso candil da fe, tecía y tecía, cos fíos do amor da súa terra e as súas xentes, esta prenda que no Nadal viste de ledicia a toda esta comunidade galega."
D. Xulio Xiz y D. José Rodríguez Gómez se retiraron embargados de emoción e D. Xesús despidiéndose del matrimonio y su pequeño dijo:
- "Reciban a miña felicitación por vir aportando iniciativas coma esta. Discúlpenme, temos que entrar, pero, repito, é unha xenial e abraiante idea. Ela, "A Señora do Belén de Begonte", foi e será por sempre alma do noso querido Belén Electrónico."
Estaba el salón de actos atiborrado de público, como suele ocurrir edición tras edición, y aquella familia siguió llena de dicha los distintos momentos de ese evento que pone fin a la Navidad más larga de Galicia y posiblemente del mundo. Para rematar después de que el presentador, D. Xulio Xiz, diera la palabra a D. Xesús y al señor alcalde D. José Ulla Rocha quienes pusieron el broche de oro con sus palabras al brillante acto navideño, el sacerdote dijo lo siguiente:
- "...Este Belén medra en cada unha das súas edicións e, neste ano temos unha familia que acaba de darnos unha idea grandiosa que penso tamén agradecerán todos vostedes, por iso, o ano que ven, no vindeiro Nadal é posibel contaremos cunha respresentación escultórica na entrada do centro cultural da que chamamos a "Dama do Belén de Begonte", Doña Pilar Gómez. Benvidos sexan tódolos que aportan enerxía ao noso belén. Bo Nadal e non esquezamos nunca aos que, coma Dona Pilar, contribuiron a poñer en marcha esta obra."
Al oír estas palabras se levantaron todos los oyentes y el salón se llenó de un intensísimo y caluroso aplauso que duró largos minutos.
Al salir del acto el alcalde quiso conocer a los que tuvieron tan brillante idea y después de saludarles les dijo:
- "Parabéns, gracias pola súa idea. Dona Pilar merece todo; e como en Begonte temos grandes artistas e un concello preocupado en darlle pulo ao belén, antes de que remate o vindeiro verán non faltará quen faga con todo o seu entusiasmo esa obra, ben en pedra, bronce ou calquera outro material que eternice a figura da muller que para Begonte e o seu belén será sempre inesquecibel. Graciñas."
Marchó el matrimonio muy dichoso y contento por ser ya con toda seguridad miembros de la junta del Belén de Begonte y, aquel niño, el que había visto a doña Pilar, ahora se alegraba porque ya todos los que visiten en la Navidad de 2024 el Belén de Begonte verán ese busto que representa a la que fue puerta segura para acceder al Centro Cultural José Domínguez Guizán, aunque no faltaran los ojos como los de este pequeño que también la contemplarán en el interior del local.
Se alegraron muchísimo los hijos de Doña Pilar con la noticia de que un busto de su progenitora estaría ante el acceso al centro cultural pero seguro que ella, una persona humilde y modesta como es propia en las gentes cristianas, mirando desde los cielos su querida Terra Chá diría:
"Quen merece todo é o noso Belén de Begonte, por iso cada Nadal quero estar con vostedes e con el. Reservádeme un sitio nesas bancadas para contemplar as novedades que experimenta ano tras ano. Facede como pasa en toda familia que nas entrañables festas do Nadal sempre está a cadeira dos ancestros chea cos recordos dos seres queridos que non olvidan aos que marcharon. O Nadal é tempo de reencontros."
Todas las personas que hicieron o harán posible que este Belén de Begonte brille son inolvidables para este pueblo chairego y para toda la comunidad .Nunca muere quien permanece en el recuerdo y las fiestas navideñas son precisamente unas datas para evocar con agradecimiento lo mucho que han hecho los fundadores y continuadores de esta obra que es joya espiritual con la que orgulloso se siente el pueblo de Begonte ostentándola y a la que se entrega en cuerpo y alma porque en ella está representada la Galicia del ayer y todos y cada uno de sus grandes valores.
Demos brillo a lo que lo merece, agradecer que esa obra permanezca en el tiempo gracias a personas como el trío formado por aquel querido sacerdote, D. Xosé y ese ejemplar matrimonio conformado por Dona Pilar e D. Xosé Rodríguez. Ellos fueron ejemplo para que nosotros sigamos haciendo camino cada Navidad. Feliz tiempo navideño para todos donde los dulces sueños dan el mejor sabor a la realidad.
Pol, Pepe
Pol, Pepe


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