Los árboles a conservar y algunos ya talados. Foto: El Progreso
Es difícil de comprender que a finales del año 2023 las administraciones, que presumen todas ellas de ser ecologistas y medioambientalistas, se dediquen a talar árboles en una ciudad en que, contra toda lógica estando donde estamos, no sobran precisamente.
La última ha sido la Xunta. De nuevo para hacer un aparcamiento junto a la vieja Residencia han iniciado las obras llevándose por delante un nogal y varios árboles más. Lo grande es que estos ejemplares están en laterales de la parcela por lo que no tiene sentido ninguno eliminarlos.
Bien es cierto que hay una diferencia importante entre la reacción de la Xunta a las críticas y la que tuvieron en su día la Diputación o el Ayuntamiento. La Axencia Galega de Infraestruturas, que es la que lleva el tema, ha emitido un comunicado en que aceptan el planteamiento de los que queremos conservar los árboles y se comprometen a hacerlo en la medida en que no afecte a la funcionalidad del aparcamiento. Eso sí tiene sentido y es de agradecer que aunque no se haya mostrado una sensibilidad a iniciativa propia, sí se recoja la ajena y se eviten mayores barrabasadas.
A diferencia de esto, este mismo verano se montó el lío que se montó porque la Diputación taló los árboles que había en el Hogar de Santa María, ejemplares que no estorbaban en absoluto para hacer el aparcamiento que han proyectado y cuya eliminación argumentaron basándose en su supuesto mal estado, desmentido por una profesora especialista del Campus de Lugo de la Universidad de Santiago de Compostela. La reacción de la Diputación a las críticas fue la más soberbia que cabía esperar: no sólo seguir adelante sino hacerlo un sábado de agosto por la tarde para que sólo se pudiera reaccionar una vez completada la masacre vegetal.
El tema ya veremos cómo termina, porque no se pidió el preceptivo permiso municipal para talar esos árboles. Tras la denuncia de Ecoloxistas en Acción el servicio competente ha respondido que "No Servizo municipal de parques e xardíns non consta solicitude algunha por parte da Deputación Provincial de Lugo nin doutro organismo ou persoa para a realización de ningunha actuación relacionada co arboredo ou zonas verdes existentes na parcela de Santa María e, polo tanto, non se dispón neste servizo de ningún informe relacionado con este asunto"...
Veremos ahora qué pasa. Seguramente nada, porque esto lo vemos todos los días. Barbaridades que las administraciones perpetran y que a cualquier ciudadano le costaría como mínimo una multa, quedan en agua de borrajas cuando quien lo hace es un chiringuito público o un colega, como el caso del aparcamiento del Fluvial del que nunca más se supo.
Así que ya saben, si quieren hacer un disparate medioambiental sólo tienen que buscarse un colega en el Ayuntamiento que les avale y pueden hacer lo que les venga en gana.
