Protejamos a las fuentes de bondad
lunes, 23 de octubre de 2023
(A nuestros mayores, piedra angular de la sociedad).
Abuelos/as, ya en la misma cuna vuestras nanas
colmaron nuestras infantiles almas
de los valores, sentimientos y principios de vidas preclaras
y eso solamente lo trasmite un/a abuelo/a cuando canta
porque vuestras voces no serán altas
pero si limpias y puras como la más radiante mañana.
Abuelos/as, vuestra tierna mirada
por el día es inocente rayo de luz diáfana,
toda exenta de nubes procelosas y cargada
de esa dicha que derraman vuestros ojos para que nuestra vital caminata
con la mayor seguridad se haga;
y por las noches, velando nuestro sueño, estrella clara
que brilla rutilante reflejando la luz de la sonrisa infantil del alma.
Abuelos/as, son vuestras manos,
las que están curtidas por el exceso de múltiples trabajos,
para los nietos el mayor regalo,
y, aunque parezcan vacías están llenas de lo que necesitamos
los valores que hacen a un mundo solidario y hermano
en la inclusión en la diversidad con el que está lejos a su lado.
Unas veces, esas son inmaculado paño
que empapado en el amor mitiga cualquier daño.
Otras son la más segura maroma que se cierra en ese amoroso lazo
que se llama abrazo y conduce al nieto a salvo
cuando las olas del terrible llanto
están a punto de hacer naufragar a ese infantil barco
que solo encuentra el mejor puerto teniendo un/a abuelo/a a su lado
porque nuestros mayores amainan todo temporal que deja de ser bravo.
Abuelos/as, vestidnos siempre con las mejores galas,
las más impolutas y que tanto nos hacen falta;
por favor, seguid cubriéndonos con las únicas prendas del alma,
los valores que solo se ganan siguiendo la estela nítida y clara
que son los consejos de esos mayores que tanto nos aman,
las fuentes de la caudalosa bondad que de vosotros a raudales mana.
Abuelos/as, que en cada hogar
esté siempre encendida la llama de felicidad
que vuestra corporal madera al mundo propaga y da;
y cuando se consuma y quede extinta, como es natural
para todo ser mortal, sabed que permanecerá el calor de verdad,
el que exclusivo y propio es de los/as abuelos/as, únicos en ese irradiar.
Por estas y muchas más cosas cuidemos a los mayores,
la grandiosa joya de los valores,
por eso pedimos a las familias les den respeto y los mayores honores
y los gobiernos dicten leyes que protejan a las más hermosas flores
del jardín social, los mayores, que son fuentes de inefables colores.
Pol, Pepe
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