Es envidia o no es envidia malsana querer publicar en...

Es envidia malsana o no lo es. Te asomas todas las mañanas a los periódicos nacionales, esperando que uno de los artículos que les has enviado tenga letras negritas...

Ya sé, que eses no es el procedimiento, porque para que te publiquen un artículo de opinión, uno de los cinco o seis grandes medios de prensa nacional y generalista, a los que envías, a ver, si les parece bien, contenido y forma, y, pudieran publicar uno, o, mejor te contratasen de una forma normal y racional y rutinaria, para continuar.

O, te permitiesen rellenar algunos huecos electrónicos. Sabes que para que suceda eso, antes te escribirían un correo diciéndote, que les ha parecido bien, la columna periodística, y que la emitirán a los aires de las corrientes electrónicas, para que otros ojos las vean, piensen, sientan, aunque van a producir algunos cambios...

Pero todos los días, a la mañana o a la tarde o al mediodía, vas repasando casi todas las secciones de opinión de casi todos los periódicos en papel y digitales, a nivel nacional, para mirar. Unos, si ha sucedido el caso anterior, otros, para percibir por donde van los aires, o, mejor dicho, sin quererlo o haciéndolo comparándote con ellos y en ellos. Miras si tus textos tienen calidad suficiente, si disponen de estética suficiente, si tocan temas actuales o universales que son siempre actuales. Si tendrían algún lugar...

¡Y, te dices, porqué y por qué no entran mis columnas en algún medio nacional generalista, en la sección de opinión...! ¡Ya, ya sabes que existe mucha competitividad, existe multitud de periodistas que van buscando sus lentejas por otros oficios, que no tienes mentores, que ya dispones de unas canas apreciables, que no criticas ni nombres, ni rostros de ninguna ideología, que no intentas hacer sangre, sino poner azúcar y bálsamo, que no deseas escandalizar, sino buscar verdades con bondad, que...! ¡Todo eso y más...!

¡Pero para tus adentros también te dices, tocas y besas y rozas temas, que son universales, que tienen actualidad hoy y dentro de cincuenta años...! ¡Llevas toda una vida, en el tecleo del teclado, buscando preguntas, frases, ideas, razones, argumentos, datos, y, de mil maneras, te has ido bañando en distintos saberes, con lo cual, lo real o el hecho o la noticia la puedes tocar de mil modos y mil formas y mil estéticas...!

¡Solo quieres, que te dejen, durante unos meses, publicar textos de opinión, y, ver como se aceptan, crees que completas y complementas todas las corrientes actuales...! ¡Crees que has alcanzado un dominio suficiente sobre este subgénero, que tienes los medios expresivos y de contenido suficientemente desarrollados sobre dichas realidades...!

¡Pero, van pasando los años, y, nunca llega el correo, que te abra una puerta o ventana o ventanuco o portillo o chimenea con una oportunidad, como aquellos maletillas que iban de plaza en plaza, intentando una oportunidad, una posibilidad, una prueba, un ensayo y error...! ¡Que te dejen tirarte a la plaza y torear el toro de las ideas y de los hechos y de las noticias y de los comentarios del corazón y de fuera del corazón...!

¡Llevas sobre las espaldas y la cabeza y la cerviz y el hígado la tradición de casi tres siglos de articulismo literario o personal o de opinión, un género querido y estimado y vilipendiado en nuestro terruño y país y sociedad...!

¡Ya sé, que al menos existen varios miles de columnistas en nuestra sociedad y país y nación y Estado, en los más de mil medios digitales de prensa existentes... ya lo sé...! ¡Ya, ya sé que todos y todas tienen el sueño que una mañana suene el teléfono y un gran medio nacional, les indique, que si desean publicar en sus filas...! ¡Ya, sé que es un sueño de muchos, por eso, lo redacto aquí, porque si solo fuese mío, no tendría importancia para nadie, no lo pondría al aire, porque sería algo íntimo y personal...!

¡Por eso, reitero que los medios nacionales y generalistas, se planteen si la selección de articulistas, si son racionales y lógicos y ponderados...! ¡Si se les escapa por las rendijas, a columnistas que podrían tener carrera y conocimientos suficientes, si van buscando a otros que moran a miles de kilómetros, y, quizás, otros que están a diez o cien o doscientos mil metros de sus sedes, los tienen olvidados...!

¡Ya, ya lo sé, pero quizás, los medios de comunicación deberían tener proyectos y programas de búsqueda de nuevos nombres y firmas y palabras..., quizás de articulistas, como en la película Gladiator, que están luchando en medios locales, comarcales, provinciales, con cierto nombre y cierta notoriedad, pero que no dejan de luchar y lidiar en dichos territorios, y, muchos, llevan diez o veinte o cuarenta años, esperando que un medio nacional, les abra el toril para entrar a torear...!

¡Ya, ya sé, que en todo, muchos son los llamados y pocos los escogidos...! ¡Ya, ya lo sé...! ¡Pero cada mañana o tarde o noche te acercas a la sección de opinión, para bucear en sus mares, buscando y rebuscando, llevando contigo, esa tradición de nombres que te han precedido en esta lidia del articulismo de opinión, esperando la alternativa, en la plaza de las Ventas del periodismo nacional y generalista de Madrid...!