Las persianas venecianas son elementos icónicos en la decoración de ventanas que han sido apreciados por su belleza y funcionalidad a lo largo de la historia. Pero, ¿en algún
momento te has puesto ha pensar de dónde provienen y por qué han sido tan populares durante siglos? En este artículo, te brindaremos una reseña histórica de este elemento decorativo tan práctico como funcional que sigue adornando nuestros hogares.
Los primeros indicios de las persianas venecianas
Las persianas venecianas, aunque fueron patentadas en el siglo XVIII por el inglés Edward Bevan (de quien hablaremos más adelante), tienen una historia milenaria. Tanto, que se desconoce la fecha en la cuál fue inventada y qué cultura fue la encargada de desarrollar ese artilugio por primera vez. Claro que aquello era algo muy rudimentario, pero su creación fue necesaria para llegar a las
https://persianasenrollables.org/ de la actualidad.
Antecedentes en otras culturas y regiones
Tanto el Antiguo Egipto como la Antigua China compiten por definir cuál fue la primera cultura en concebir el concepto de persiana. Lo cierto es que fue un desarrollo que ocurrió casi a la par y cada uno lo hizo a su estilo, aunque el diseño era bastante similar.
Los egipcios antiguos eran expertos tejedores y creaban esteras de juncos que les ayudaran a bloquear la entrada directa del sol a las tiendas abiertas o a las casas. Por su parte, los chinos fabricaron cortinas a base de cañas de bambú dispuestos de forma horizontal.
También, hay registro de que en los desiertos persas se usaban hojas y palos humedecidos que eran colgados en los marcos de la ventana, a fin de que el interior se sintiera mucho más fresco y cómodo.
La conexión con Venecia y el comercio mediterráneo
Cuando los mercantes europeos viajaban a través de la Ruta de la Seda y por el Mediterráneo, tenían como misión, entre otras, comprar esclavos. La mayoría de estos hombres y mujeres traficados, provenían de Persia. Al llegar a suelo europeo, aún a pesar de vivir en malas condiciones, los persas no dejaron de usar sus técnicas de protección para ventanas, incluso para armarse carpas dónde vivir.
Uno de los puertos europeos de mayor influencia en la región para la época, era el de Venecia. Al ser, prácticamente, el centro mundial del comercio de la Edad Media, Venecia también era un lugar de intercambio de conocimientos y culturas. De hecho, fueron sus habitantes quienes al ver la novedosa forma con la que los persas tapaban sus ventanas, nombraron a estas cortinas como persianas. Al poco tiempo, los venecianos ya fabricaban y comerciaban su propia versión de las persianas.
Por eso, se cree que Venecia desempeñó un papel clave en la introducción y difusión de las persianas venecianas en Europa.
Evolución y popularización en Europa
A medida que las persianas venecianas se difundieron por Europa, comenzaron a experimentar cambios significativos en su diseño y uso. Quienes las adquirían, demandaban persianas con mayor resistencia y durabilidad. También, los cambios y movimientos artísticos que trascendieron en la modernidad, tuvieron influencia en la evolución de las persianas.
Modificaciones y adaptaciones en diseño
Hacia el siglo XVII, los venecianos cambiarían la forma en la que se fabricaban las persianas. Anteriormente, se acostumbraba a usar tela en la elaboración de estas cortinas, pero la necesidad de que fueran más resistentes y funcionales llevaron a probar suerte con otros materiales. Fue entonces cuando se introdujeron lamas de madera para sustituir los tejidos tradicionales.
El cambio fue totalmente revolucionario, ya que ayudó a mejorar el control del acceso de luz solar a las habitaciones donde se colgaban y, además, las persianas ampliaban su tiempo de vida útil. Así, la popularidad de las venecianas se disparó por toda la región hasta ocupar las residencias más elegantes de la alta sociedad de Venecia y, pronto de toda Italia.
Su introducción en otros países y la influencia renacentista
Con la aparición del Renacimiento, no solo las ideas del humanismo fueron exportadas desde Italia; más específicamente, desde Venecia. Con este movimiento, también ocurrió un importante intercambio cultural que llevó a las naciones europeas a adoptar, también, el uso de las persianas venecianas como parte del estilo decorativo de hogares y palacios.
También la exploración hacia otras partes del mundo, como África, India y las Américas, las persianas comenzaron a adornar las ventanas de otras regiones más remotas.
Las venecianas en la era moderna
Ya en el siglo XVIII, en plena revolución industrial y en pleno apogeo de la modernidad, las persianas experimentaron cambios significativos en diseño y fabricación. Y, aunque en esencia cumplían la misma función de siempre, las solidificó como una de las opciones más populares entre los compradores.
Innovaciones en materiales y mecanismos
Edward Bevan, físico inglés que vivió en el siglo XVIII, inventó un mecanismo que hacía que las láminas de madera que componían las persianas se pudieran recoger y tender. Este artilugio, funcionaba de forma sencilla: Un cordón sinfín sujetado a una polea, que al tirar de él recogía las láminas una sobre otra y las sostenía en un marco. Bevan llamó a su invento "persianas venecianas", que no es más que la adaptación de las versiones previas, convertidas en una pequeña máquina.
Más adelante, en el siglo XIX, comenzaron a aparecer persianas fabricadas en distintos materiales, pero adoptando el mecanismo de Bevan. Por ejemplo, en Nueva York, aparecieron las primeras persianas de cristales de colores. Posteriormente, ya en el siglo XX, también en Estados Unidos, se popularizaron las persianas hechas de láminas metálicas, que, con el paso del tiempo, se sustituyeron por láminas de fibra y plástico.
La relevancia estética y funcional en la decoración contemporánea
Hoy en día, las persianas venecianas siguen siendo una elección popular en la decoración de ventanas debido a su versatilidad. Por un lado, ofrecen la capacidad de proporcionar privacidad, controlar la luz y mejorar la eficiencia energética. Por el otro, su diseño moderno y elegante las convierte en una opción atemporal que se adapta a una variedad de estilos decorativos contemporáneos.
