Hablemos otra vez de la prensa

Habría que utilizar hoy, el concepto de prensa, información, comunicación. Porque la prensa sería todo: prensa en papel, digital, radio, televisión, Webs de entidades diversas, blogs...

Al enfrentarme o confrontarme con un artículo de Luis Araquistáin, titulado El periódico industrial, publicado en España el día 24 febrero de 1916, en el cual hace reflexiones sobre este sistema de información y de ideas y de datos y de noticias y de interpretación que llamamos prensa. Me he visto, casi obligado, a tocar y retocar otra vez el tema del periodismo en general.

Parece que mientras existan seres humanos y existan diversas interpretaciones de y sobre la realidad, hechos, noticias, datos habrá diversos argumentos, razones, y, diversos intereses y fines, porque estos tienen mucho en relación a los presupuestos y causas y traumas y motivos primigenios de cada ser humano y de cada sector social y económico y político...

Vivimos y existimos hoy, en un tiempo especial para este parámetro de la sociedad. Hoy, la noticia o la información básica, el dato primigenio, puede ser captado por uno de los millones de receptores-emisores móviles, que cada persona lleva. Con lo cual, hoy un hecho equis, sea el que sea, pequeño o grande o mediano, es imposible que no sea visto por algún ojo humano, y, al mismo tiempos sea grabado. Y, en ese momento emitido, por lo que denominamos galaxia Internet, en forma denominada "redes sociales".

Con lo cual, la noticia equis, llega a las redacciones de los medios privados o públicos, quizás, ya no solo por los estamentos clásicos –agencias de noticias, responsables de medios, reporteros, periodistas, etc.-, sino de cualquier persona. Se dice que ante un atentado en Estados Unidos, le llegó a una cadena dicho acontecimiento por diez o doce fuentes, pero no emitieron la noticias, hasta que ellos mismos consultaros y se asesoraron de que era cierta.

Pero en segundo lugar, en resumen y en síntesis, está el proceso de la explicación y argumentación de dicho dato-noticia-información-caso equis. Qué explicaciones tiene, qué razones, qué causas, qué fines, qué consecuencias posibles o reales, qué o quienes, pueden estar detrás, o con qué intenciones y formas y sentidos.

Este segundo conjunto de aspectos, pienso que todavía debe y puede hacerlo el periodismo profesional, especialmente el periódico sea en papel o digital, o ambas cosas al mismo tiempo. Porque esto es lo que busca al día siguiente o a la hora siguiente, miles o decenas de miles o cientos de miles de personas. No solo lo que ha sucedido, que le ha llegado a su receptor móvil u ordenador, no solo que le confirme que es verdad y veraz y verosímil, según qué grado, sino en tercer lugar que lo interpreten y argumenten...

Alguien puede ser un experto pastelero, un experto cirujano, un experto empresario, pero no puede ser experto en todo. Pero necesita saber, tener un plano y mapa general de casi todo. Porque eso, directa o indirectamente puede influir en su modo de vida, en el modo de ganarse su vida y su existencia y, defender a su familia. Somos seres biológicos, nos defendemos a nosotros mismos y a nuestras familias. Hacemos en esto como cualquier otra especie mamífera. Y, esto, aunque no lo creamos, esto lo hace la información, veraz y correcta, y, en lo posible, lo mejor argumentada y autentificada y explicada.

Cómo es obvio y evidente, que el que ofrece la información y documentación y argumentación, también tiene su ideología, prejuicios en sentido filosóficos, e intereses y fines en su sentido filosófico. Puede existir un mismo hecho, con distintas interpretaciones en distintos sentidos. Solo hay que ver y mirar la prensa de hace cien años. Pongamos el ejemplo, que comentamos... Y, tendremos el mismo hecho y varias interpretaciones, según el periódico en particular, según el comentador o analista o periodista o escritor concreto...

Ese plus de añadido e interpretación es lo que hacen, cada periódico, cada conjunto de interpretadores o informadores o periodistas o escritores o articulistas. Ese es el misterio de todos ellos. Concretándonos en los columnistas de opinión, en los que me enmarco, yo, no soy periodista, no busco la información y la noticia y la novedad y el tema para descubrir una exclusiva, yo, solo comento y analizo cuestiones, "como la tortilla".

Indico el tema de la tortilla, porque es un tema eterno y de cada día. Díganme, quién no come tortilla, una vez a la semana, en este país y lagar y lugar y terruño que es esta Celtiberia, Hispania, España... A eso me dedico a comentar y argumentar realidades, que como la tortilla, son casi eternas, siempre olvidadas y siempre actuales.

Por eso, y, por muchas razones, mientras existan hechos y hechos nuevos y viejos, existirán comentadores y argumentadores, y, mientras existan ambas realidades, existirá el periodismo y la información. Es lo que todos y muchos están olvidando en estos tiempos de supuesta crisis para el periodismo. Los humanos tienen derecho a la verdad. Eso es lo que les ofrece el periodismo, el intento al "derecho a la verdad". Porque la verdad es la sangre de la historia. Paz y bien.