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¿Dónde está Dios?

lunes, 02 de octubre de 2023
A la pregunta: ¿Dónde está Dios?,

En su Catecismo
el padre Ripalda responde que
'Dios está en todos los sitios
por esencia,
presencia y
potencia'.

En el suyo...,
el padre Astete asegura que
'Dios está en todo lugar,
especialmente en el Cielo
y en el Santísimo Sacramento del Altar'.

Pero hoy
abundan los intelectuales
que subrayan su convencimiento
de que la historia contemporánea
se está escribiendo sobre la derrota de Dios.

Dicen que...,
después de Galileo,
Dios ya no es necesario para mover los Cielos.

Y que tanto Hobbes como Thomas Cromwell
lo expulsaron del Derecho.

Añaden que
Kant lo echó fuera del Conocimiento
y que Darwin también lo arrojó de la Naturaleza.

Y Friedrich Nietzsche
certificó directamente que 'Dios había muerto'.
Y en el Trono del Vacío y en la Silla de la Nada
sentó al 'Superhombre'.

Hasta algunos Papas, al ver las crueldades cometidas
en los campos de concentración nazis,
así como la indolencia
ante los migrantes muertos en el Mediterráneo,
llegaron a preguntarse por
'dónde estaba Dios en esos momentos'.

Y otros muchos aún se preguntan hoy por
dónde estaba Dios-Padre cuando sus hijos se mataban
en las Cruzadas y otras guerras de Religión,
libradas -para mayor inri- en su nombre.

¿Dónde estaba cuando las dos guerras mundiales?
¿Dónde...cuando la guerra civil española?
¿Dónde cuando los atentados de ETA?
¿Dónde...cuando las matanzas y hambrunas en África?
¿Dónde...cuando la peste negra, la viruela y la lepra?
¿Dónde...cuando la malaria, el sida y el coronavirus...?

Por su parte, el teólogo lucense José Alvilares
dejó escrito que 'Dios está en los límites
como anuncio de --y llamada a-- la superación
de todo límite', sentenciando que
'Dios está en el mundo como el sentido en la frase'.

Y Elizabeth Barrett Browning,
en uno de sus "Sonetos del portugués", exclama:
"¡Ah, como yo son todos los ateos
que no sienten a Dios y está a su lado".

Y para Unamuno,
--el maestro de la paradoja y un agnóstico muy creyente--
"Dios es indefinible.
Porque definirlo es limitarlo en nuestra mente.
Es matarlo.

Y, al tratar de definirlo, nos surge la Nada".
Y añade: "Así como el ahogo físico es falta de aire
--hambre de aire--,
el ahogo espiritual es falta de Dios
--hambre de Dios--".

Según él, "a Dios no se le puede definir,
porque definir es poner fines.
Definir es poner límites y la definición mata".
Y en este sentido asegura que "no cabe definir
lo que es absolutamente indefinible".

Sobre su lápida en el cementerio de Salamanca
se han grabado los últimos versos de su "salmo III":
"Méteme, Padre eterno, en tu pecho,
misterioso hogar.
Dormiré allí, pues vengo deshecho
del duro bregar".

PD

Por lo que a mí respecta, yo creo que
Dios está en nuestros corazones
cuando fomentamos la Verdad y la Justicia,
el Amor, la Bondad y la Belleza.
Cuando ayudamos a los más débiles y necesitados.
Cuando amamos sin límites
y derrochamos ternura a manos llenas.

También creo que, si no lo hacemos,
expulsamos a Dios
y ponemos a otro en su lugar.
Ese 'otro' tiene varios nombres:
Belcebú, Luzbel y Lucifer.
Diablo, Demonio y Satanás,
el padre de todas las iniquidades.

El primer caso se llama Dios y se apellida
Amor y Solidaridad; Justicia, Verdad, Belleza y Bondad:
¡CIELO!

El segundo se llama Lucifer y se apellida
Odio y Rencor; Egoísmo, Muerte, Mentira y Maldad:
¡INFIERNO!

* * *

Oración final

Respóndeme, Señor, sin ser severo.
Rasga tu velo y romper tu silencio.
Y enséñame tu rostro verdadero.
Silva, Manuel
Silva, Manuel


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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