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El baño, la playa, la higiene

viernes, 22 de septiembre de 2023
Los tiempos cambian y cambian no en un solo factor, sino en cientos. Lo que sucede es que estamos dentro del mar del tiempo y de la historia y no somos capaces de percibirlo...

Si echamos los oídos y vista y olfato y gusto y tacto a cien años antes que el ahora, digamos cuatro generaciones, somos conscientes, que nuestros bisabuelos y bisabuelas vivían y existían en un mundo diferente al nuestro. Puede que la geografía física es o sea la misma o semejante, pero el clima ya no es totalmente igual.

Puede que la ciudad o pueblo sea el mismo, pero al mismo tiempo ha cambiado, posiblemente, con muchas calles de tierra o adoquinadas, ha pasado al alquitrán, y edificios de todos los tamaños y clases.

Y, así, podríamos continuar describiendo como cientos de factores o variables, han cambiado no en mil años, sino solo en cien, algunos en cincuenta años, oros en veinte. Y, así es la vida y existencia en las que nos hemos enmarcado. Decenas de miles, cientos de miles, cada año en el mundo se inscriben nuevas formas de vivir y existir, pequeñas o medianas o grandes. Se indica que ahora la ciencia y la tecnociencia cambian en diez años, lo que antes lo hacía en un siglo, y, antes de este antes en mil años.

Somos herederos de generaciones que nos han precedido, de siglos y milenios, pero somos herederos en lo biológico, y, en algunas cuestiones metafísicas o metaculturales, pero en casi todo hemos ido cambiando y transformando y cambiándonos y transformándonos, por ejemplo, en el agua, la costumbre masiva de millones yendo a las costas de agua salada, millones de personas en Europa y España disponen de agua continúa, y, por tanto de la ducha, millones de personas se esparcen agua por todo el cuerpo cada mañana o tarde o noche...

Todo esto me ha recordado al enfrentarme de ojos y luces y bruces con un artículo de José María Salaverría, titulado: El baño obligatorio, publicado en ABC, el día 14 de marzo de 1907, donde abogaba por la necesidad de la ducha de y sobre los españoles, aunque fuese fría.

Pero no sé, o si sé, si Salaverría era consciente, que en aquellos tiempos, muchas personas, millones que vivían en el campo, que eran la mayoría de la población y se surtían del agua del pozo. No sé, o si sé, si Salaverría era consciente, que la no suficiente higiene, era todavía, a esas alturas de la vida social y humana, fuente de muchas enfermedades, patologías, quién sabe de cuántas muertes -por ejemplo, en los partos y postpartos-.

Es una paradoja de la vida, que da la sensación que los humanos, parece que no se pueden ocupar de dos realidades a la vez. Sin entrar en el chiste, de que si las mujeres, si saben hacer dos o tres cosas a la vez, y, los varones no. Pero detrás de esto, si hay una especie de experiencia e intuición que en aquella época de principios de siglos veinte, la sociedad española, en su mayoría, era una sociedad muy religiosa, se ocupaba y preocupaba muy fuertemente de las problemáticas metafísicas y religiosas y menos, diríamos de la higiene del cuerpo.

Y, ahora, en estos tiempos, que nos ocupamos y preocupamos, quizás, hasta el exceso, del cuidado del cuerpo y de la higiene, una parte importante de la economía, está alrededor de todo esta cuestión, incluso, diríamos que hemos caído en un tiempo del "culto al cuerpo", algo así como los griegos libres de la antigüedad, hemos olvidado en una medida importante, el cuidado del alma y de la conciencia moral.

El mundo mundial o planetario ha aumentado en esta temática del agua y de la higiene, a y en todos los aspectos. Pero no podemos obviar y olvidar que todavía existe población mundial que no tiene agua corriente, que no tiene servicios para aguas mayores y menores, por eso se celebra un día del retrete, que para beber y consumir agua, todavía hay personas que tienen que trasladarse cientos de metros o kilómetros... parece ser que dentro de unas décadas, la humanidad llegará a más de nueve mil millones de seres humanos, y, por tanto, hay que ofrecer a todas las personas, y, a cada una, tener cubiertas las necesidades primarias, al menos, las primarias, también las secundarias... Tener agua corrientes para los nueve mil millones...

Corren tiempos, en los que existe mucha melancolía, tristeza, depresión, entristecimiento, crisis. Pero debemos ser conscientes, que las crisis es/son una realidad que viven con los humanos desde decenas de milenios y cientos de milenios... pero también debemos ser conscientes, el gran progreso hacia realidades buenas y eficientes, que han ahorrado mucho sufrimiento al hombre, en estos cincuenta últimos años, en estos últimos cien años...

¡Usted, es consciente, que si su bisabuela viviese con usted ahora, todos lo cambios que ahora, dispone, le parecerían casi un pequeño milagro, un pequeño paraíso...! ¡Y, usted, en cambio, por no darse cuenta, de todo lo bueno que tiene, vive esta mañana, con una tristeza que le horada el corazón más profundo y el alma más profunda, y, no sabe como quitársela, como erradicarla, como sobrellevarla...!
Caminero, Jmm
Caminero, Jmm


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