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Hoy no existe un líder, personaje político que reúna ante sí una serie de cualidades o virtudes necesarias para conducir un país, no sólo por las necesidades del momento, cada vez vivimos en un mundo más complejo.

El carisma es necesario y eso no lo tienen, la capacidad de atracción, acercar y también tiene que ver con la generosidad, virtud que ni por asomo se tiene.

Otro tema es la capacidad de unir a las diferentes culturas, formas mentales, que existen en un país o región. Esto se basa en un conjunto de virtudes que permiten aglutinar a las formas de expresión sin violencia, sin imposición.

Es escuchar al otro y ponerse en el lugar de los demás. Sabemos que en muchos países existen nacionalismos, renacimientos de independencia que deben de ser tratados de una manera acertada y con con la represión.

Los grandes líderes de la historia han tenido en común la pasión, esto también falla porque aunque parezca que si, pero no, dado que su aparente pasión es fruto de la cantidad de materia que van a recibir.

El servicio o vocación estaría presente si los primeros 2 años de mandato no cobraran nada , teniendo que vivir de lo suyo y los años posteriores se cobrara igual que un trabajador autónomo.

Equidad y trabajo en conjunto , estar abierto a nuevas ideas, son valores que también deben de ser destacables en el líder político.

No debemos de olvidar de que un líder o un buen gobierno se destacaría por como hace para que la sociedad civil participe, cosa que claramente vemos que eso no sucede en ningún país.

Existe cada vez más distancia entre las poblaciones y los políticos.

La empatía es básica también por supuesto con los que más lo necesitan y no tanto con los poderosos.

El sacrificio es muy necesario para ser un buen político, renunciar a unas cosas y coger otras.

Cada uno de nosotros puede ser un buen político anidando en si mismo el conjunto de virtudes que hemos nombrado pero también puede llegar a ser un corrupto en su vida cotidiana al igual que los que detentan el poder.

Así que la elección o elección de elegir entre una vida o estilo de comportamiento está en nuestra mano y votaremos por uno u otro.