
Es patético comprobar día sí día también como un grupo de mercenarios de la política le toman el pelo año tras año al pueblo gallego, y éste se deja. No sé si es por cobardía, por desinterés o por la genética, pero el caso es que los gallegos obedecen y callan. Alguien dijo que las ideologías son el tanatorio de las ideas.
El PSOE y el BNG no se tragan pero tienen que soportarse. El poder es el poder. Sueldos de por vida, 355 coches con chófer, escoltas, restaurantes gratis, primas y gratificaciones. El PP por ahora no cuenta. Se hundió con el Prestige y sólo quedan unos hilillos de plastilina en el despacho del sr. Núñez Feijoo.
Sr. Touriño y Sr. Quintana: ¿Cómo piensan devolver uds. a la Galicia que tanto aman los 500 millones de euros enterrados en la mal llamada Ciudad de la Cultura? ¿Irá alguien a la cárcel o se correrá un tupido velo? ¿Qué harán uds. con las centrales térmicas de As Pontes y Meirama, las más contaminantes de Europa? ¿Endesa y Fenosa limpiarán el aire o tienen derecho de pernada? ¿Arreglarán de una vez el problema de la sanidad o seguiremos viendo como los enfermos se mueren en los pasillos de los hospitales? ¿Creen uds. que algunos de sus conselleiros son analfabetos, o tontos de nacimiento?
Sr. Presidente y Sr. Vicepresidente: ¿Qué pasa con las vías rápidas que no se mueven, con los parques empresariales que no construyen, con las rías contaminadas que apestan, y con el AVE que nunca vuela? ¿Mintieron uds. durante cuatro años o es simplemente una ilusión óptica?
De todos modos debemos sentirnos orgullosos como gallegos. El nuevo presidente de EE.UU. y el Sr. Touriño tienen algo en común. El Cadillac del norteamericano y el Audi del gallego costaron lo mismo: ochenta millones de pesetas, o si lo prefieren, quinientos mil euros de nada.
Para que después digan por ahí algunos maliciosos que GALIZA no es una gran NACIÓN.