Sobre la violencia y la violencia hacia la mujer

Diríamos que el mundo o la sociedad o la humanidad van siendo conscientes de lo pernicioso o negativo de la violencia, y, de la violencia contra la mujer.

No podemos negar que desde la segunda guerra mundial, la mitad del siglo veinte, los sistemas jurídicos incorporaron, en la inmensa mayoría de ellos, de sociedades y de Estados, derechos en defensa de los derechos de la mujer, del niño, de los ancianos. Con lo cual, al nivel jurídico, en general, existen Cartas Internacionales en ese sentido, existe el Concepto de Derechos Fundamentales, existen los Derechos Humanos, existen materializaciones y cristalizaciones y actualizaciones del famoso concepto moral y jurídico del "Derecho Natural", aplicado a la defensa de todos los sectores, que se han sentido o visto vulnerados...

No podemos obviar, que si tomamos la categoría de mujer, la mitad de la población del mundo es mujer. La categoría de niño o niña, hasta los catorce años, al menos un tercio de la población mundial son niños o niñas, según épocas. Si tomamos la característica de anciano o anciana sucede lo mismo. Tres, diríamos de los vectores sociales, que durante siglos, han podido, matizando mucho la frase, verse vulnerados sus derechos, quizás, por situaciones personales, sociales, culturales, familiares, económicas, políticas, etc. -sin negar que el concepto de anciano ha sido muy valorado en muchas sociedades históricas, quizás, no tanto el de anciana...-.

En esta serie de homenaje por el articulismo de la Península Ibérica, de estos dos últimos siglos, desde Fernán Cabellero, mujer, desde Larra, hombre –pero pienso que las Facultades de Comunicación deberían investigar, el articulismo y periodismo realizado el siglo anterior, el dieciocho-, pues nos hemos encontrado con la periodista y articulista y profesora de universidad Ana I. Bernal Triviño, que el 21 febrero del 2018, publicado en ElDiario.es, un artículo titulado ¿Somos conscientes de la cantidad de violencia que soportamos? Es de alabar y, hay que escribirlo y notarlo con letras de molde electrónicas, que nuestra notable columnista defiende reiteradamente a la mujer, a los más vulnerables. Cosa que tanto necesitamos...

Estoy con la tesis de un historiador o psicólogo, no recuerdo ahora su nombre, que indica que la violencia en el mundo ha disminuido en general, y en Occidente de forma ostensible, si comparamos los índices de violencia que existían en el siglo diez comparados con la actualidad, o en el siglo quince con la actualidad.

Aunque yo, pienso que este autor tiene razón, esencialmente, es cierto que todavía queda mucho por avanzar, diríamos en los tres campos en los que nos movemos: a nivel jurídico en todas las sociedades y Estados del mundo, a nivel cultural y conceptual que estas ideas entren diríamos en todos las formas de pensar de todas las sociedades, y, en las costumbres sociales se vayan derogando algunas costumbres y usos y hábitos. Y por tanto, debemos intentar buscar conceptos e ideas, a nivel teórico, y que estas se materialicen a nivel práctico, se vayan aplicando a y en todos los ordenes o entidades sociales, culturales, políticas, estatales, costumbres, etc.

Se producen en la humanidad paradojas y contradicciones, que uno, no entiende y no comprende bien. Por un lado, no podemos negar que han aumentado las teorizaciones y los frenos a la violencia en general y a la violencia contra la mujer en particular y la violencia contra los niños. Y, por otro lado, parece que el mal y la maldad no quieren disminuir, está aumentando, o al menos, ahora se conoce más y mejor, la violencia a través de las redes sociales... El aumento de consumo pornográfico, que es una de las violencias más extrañas y radicales y dolorosas y con consecuencias mucho más perniciosas de lo que pensamos. O, el intento recurrente de que determinadas costumbres que van en contra de los derechos mínimos se anquilosan y no disminuyen, basándose en tradiciones de siglos, o en nuevas formas nuevas de adoctrinamiento...

Soy un lego en la informática. Pero me pregunto, no podrían los móviles, ya venir de fábrica, al menos, algunos modelos, con unos límites de que algunas temáticas o palabras o páginas, los niños y niñas no tuviesen acceso. No sería, pregunto eso fácil, de realizar y de construir. Y, se evitaría mucha violencia de muchas clases para niños y niñas y adolescentes.

Me pregunto, no podrían tener los móviles, una tecla especial o una función fácilmente utilizable, que en caso de que una persona fuese agredida de alguna manera, o tuviese un miedo posible, la pusiese en funcionamiento, y automáticamente, ese móvil entraría en contacto con los órganos de Seguridad, y, de ese modo, esa persona tuviese una cobertura de defensa o de seguimiento en estos minutos, por medios de la policía de dicha entidad geográfica.

No podrían tener los móviles, especialmente, para niños y personas vulnerables, una tecla o función, rápida y fácil, por la cual la violencia o bulling en las redes sociales, se detectara inmediatamente, que no llegase a ese niño o niña o persona vulnerable, que se cerrase esa posibilidad, o que se comunicase inmediatamente a cualquier órgano o entidad...

Tanto que avanza la informática y la telemática, no se podrían realizar actos y actuaciones para disminuir todos esos parámetros, toda esa violencia, contra niños y niñas, ancianos y ancianas, contra población adulta vulnerable, contra la persona, contra la dignidad de la persona. No se podría poner un poco de orden y de ley y de coto a esta enorme selva que es Internet...