El principado ofrece planes veraniegos para todos los gustos
Cada año son más personas quienes deciden pasar sus vacaciones en el norte de España. Su clima agradable, sus increíbles paisajes naturales, sus pueblos pintorescos y su deliciosa gastronomía convierten al principado en un paraíso donde buscar paz y tranquilidad lejos de las aglomeraciones propias de otros destinos. Asturias permite combinar planes de mar y montaña para sacarle el máximo partido al verano.
Una gran opción es alojarse en una de las casas rurales que ofrece
Ruralia y poder realizar rutas en coche para descubrir las joyas que esconde Asturias. La mayoría de los trayectos no durarán más de una hora y estos alojamientos suelen ofrecer aparcamiento cercano y gratuito. Hay un amplio abanico de casas rurales de diferentes capacidades, tanto para un viaje en pareja, como en familia o con grupos de amigos. Permiten disfrutar al aire libre y respirar aire puro. Además, las casas rurales permiten contar con todas las comodidades de un hogar y si se viaja con niños o mascotas ofrecen muchas más facilidades que otro tipo de alojamientos.
Qué no te puedes perder
-Su naturaleza: Los Picos de Europa son sin duda uno de los paisajes naturales más impresionantes de Asturias. El Parque Nacional de los Picos de Europa esconde sus famosos lagos y el Santuario de Covadonga. Es muy recomendable la Ruta del Cares y disfrutar de las impresionantes vistas del Pico Urriellu desde el Mirador del Pozo de la Oración. Los amantes de la naturaleza tienen múltiples opciones para descubrir sus rincones, desde rutas de senderismo a la sombra de sus frondosos bosques atlánticos hasta descender en canoa el del río Deva.
-Sus pueblos: Uno de los grandes atractivos del Principado de Asturias son sus hermosos pueblos. Varias de sus villas costeras como las del interior se incluyen en los rankings de los pueblos más bonitos de España. Uno de los imprescindibles es Cudillero; un pintoresco pueblo pesquero de casas de colores ubicado en la ladera de la montaña. Otras villas marineras dignas de postal son Lastres, Llanes o Luarca. En el interior destaca Espinaréu, uno de los pueblos con más hórreos de Asturias.
-Sus playas: el principado acoge impresionantes playas en sus 350 kilómetros de costa, donde disfrutar del paisaje y de refrescantes baños en las aguas cristalinas del Cantábrico. Hay opciones para todos los gustos. Algunas son todo un paraíso de los amantes del surf como la playa de Rodiles o la Playa de La Grande. Y otras ideales para familias como el amplio arenal de Penarronda o las aguas tranquilas de la Playa de Bañugues, donde en bajamar se forman piscinas naturales. Una de las más bellas es la playa de Santa Marina, en Ribadesella con su agradable paseo marítimo.
Por su puesto capítulo aparte merece la deliciosa gastronomía asturiana. Difícil resistirse a sus platos típicos como los chorizos a la sidra, la fabada o el cachopo. Los amantes de los quesos disfrutarán probando las distintas variedades, especialmente el famoso cabrales. Todo ello acompañado con unos culines de sidra que es obligatorio probar al menos una vez.
En definitiva, Asturias supone un completísimo destino veraniego que aúna: playas, preciosos paisajes, aire puro, pueblos encantadores y cocina casera para volver como nuevos de las vacaciones.
