Medicina: tecnología o humanismo

La memoria de los que mandan es más frágil que la de los obedientes. Para muestra como se han olvidado los mandarines del servicio y sacrificio que supuso para los sanitarios la última pandemia. Aquellos aplausos de las veinte horas televisados en directo apenas dejaron huella. Como viejo profesor de Salud Pública sigo aguardando un estudio epidemiológico retrospectivo sobre la pandemia, los errores que se cometieron, los negocios de la industria farmacéutica, la corriente negacionista frente a la vacunación, morbilidad, mortalidad y secuelas crónicas. Renuncio a que me digan la verdad sobre el origen...

"El médico que no entiende de almas no entenderá cuerpos. (José Narosky)". Me hace reflexionar con la sociedad. Judío argentino como mi abuela paterna casada en Rosario con médico ourensano. A mi abuelo le tocó enfrentarse con la gripe "española" de 1918 como Médico-Alcalde en la ciudad de las Burgas.

Pero esta reflexión tiene su núcleo en la actual huelga de galenos. Los trabajadores sanitarios gozan del derecho constitucional a la huelga. Pero si en otras esferas laborales tal conducta o conflicto resulta enojoso por colisión con los derechos de otros ciudadanos, aquí el espacio dónde se desarrolla es el más conflictivo de todos. La salud-enfermedad-asistencia.

¿Cómo es posible que a las autoridades que gestionan el espacio socio sanitario se les haya olvidado tan pronto lo que prometieron para resolver las carencias en hospitales y centros de salud?.

La medicina actual que se practica en los hospitales tiene dos elementos diferentes a los que conocimos la generación de facultativos del pasado siglo. Diagnóstico y tratamiento basados en la evidencia que es directamente proporcional a los avances tecnológicos. Hasta tal extremo que en la formación profesional prima el entrenamiento con el manejo de las herramientas sobre aquellos aspectos tan románticos que iban desde conocer el entorno del paciente hasta una historia clínica completa que permitían llegar a conclusiones muchas veces empíricas -ojo clínico- Pero sobre todo la empatía con el conjunto que forman enfermo y postura de tal ante la enfermedad.

Pero hay algo que sigue estando en el centro de la relación médico-paciente. El tiempo. Esta variable que forma parte del triángulo con velocidad y espacio que en medicina supone actuación sobre causas y síntomas, recursos que deben dejarse libres para la demanda en espera.

La huelga está justificada. Por incumplimiento de promesas. Inadecuación de las plantillas. Relaciones laborales contractuales. Choque entre la ética del médico que necesita tiempo para atender integralmente al paciente y los objetivos economicistas del sistema que olvida el principio humanístico del arte o ciencia médica.

Lo que no está justificado es el conocimiento y capacidad de los denominados gestores para el Sistema Nacional de Salud, la mayoría sólo han estado en un hospital de visita inaugural...