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Camba y Sobre la pereza

viernes, 07 de abril de 2023
Me temo que una parte importante de la población no conocería de memoria los siete errores morales graves o siete pecados capitales que durante siglos se han admitido.

Para hacer el bien y huir del mal, del mal moral y ético, una persona debe saber y conocer qué es el bien y el bien moral-ético o ético-moral, después tener buena voluntad para hacerlo, hacer el bien moral, y alejarse de su contrario el mal moral sobre esa materia, y, en tercer lugar, tener unas herramientas mínimas para caminar hacia ese bien moral, no solo tener buena voluntad. Para ir del punto A al B, hay que conocer cual es el punto B, segundo, tener la voluntad de ir al punto B, y, tercero tener las herramientas para ir al punto B -sea andando o sea en coche...-.

La cuestión es grave, la civilización europea, sin negar sus altos niveles económicos y de bienestar y de estado del bienestar, dicho de otro modo, los grandes derechos individuales y colectivos que se le otorgan a la sociedad y al individuo y a los grupos, por parte de todos y por parte del Estado. Porque al final, es el Estado el que organiza y gestiona la sociedad.

Sin negar todos esos grande derechos constitucionales que se disponen en Europa. La cuestión y la pregunta es que en todos ellos hemos alcanzado grandes niveles. En cuanto a la ética y moralidad personal e individual, en muchos aspectos, hemos reducido la capacidad de hacer el bien. Podríamos plantearnos que unos caemos en la lujuria, otros en la avaricia, aquellos en la envidia, los de un lado en la soberbia o en la vanidad o en la gula o en la ira-cólera o en la pereza... Con lo cual, nos hacemos un enorme mal a cada uno de nosotros, a los demás, cercanos o lejanos...

Hemos conformado un mundo, paradójico que a niveles constitucionales, en Europa y Occidente, es un mundo como jamás se ha visto de derechos individuales y de derechos humanos y de derechos sociales, con grandes principios morales y éticos, que por lo general, rigen los sistemas jurídicos, las sociedades en abstracto y general, y los Estados, pero a nivel de la vida normal y rutinaria, el enorme grado de libertad y tolerancia que se ha organizado y gestionado a nivel social, lleva a individuos y grupos y colectivos, no a seguir unas normas morales personales y de grupos, demasiado correcta, caemos en errores morales graves, cierto es, que no en todos, pero la libertad y la tolerancia y la autoidentidad y autonomía personal nos lleva a caer en que unos somos perezosos y nos parece que tenemos derecho a serlo, -o ni siquiera sabemos que lo somos, siéndolo-, otros lujuriosos, otros envidiosos, etc. Pero en definitiva, llamamos al bien, mal y, demasiadas veces, al mal, bien...

Julio Camba, JCA, titulado Sobre la Pereza, publicado en El Sol, el 16 de enero de 1920, nos señala en forma, entre relato y relato personal y conceptos e ideas, algunas reflexiones sobre esta cuestión. Que el señor Julio Camba, sea un genio del artículismo, no podemos exigir a un ser humano que en todo acierte, y en todo no se equivoque. Porque, primero, las concepciones humanas pueden ir evolucionando, nadie puede conocer de todo y en el mismo grado de profundidad, en cada persona interfieren y afectan las experiencias y vivencias de todo tipo, los intereses y fines...

Dicen, algunos, que las cuestiones morales, son esencialmente difíciles de dilucidar, otros, que son fáciles. Que los grandes principios morales no son tan difíciles de aceptar, lo difícil, es la aplicación o concretización o concreción o definición o descripción o enunciación en casos concretos... Los padres del desierto, los antiguos egipcios y semejantes, los padres cristianos del antiguo Egipto y del Oriente Próximo, los eremitas y ermitaños y cenobitas y monjes antiguos cristianos, indicaban que salían al desierto a luchar contra el Tentador, y lo difícil, era luchar contra los propios malos pensamientos, "los logismois", -si mi memoria no me falla, la palabra griega antigua era ésta-, era luchar contra los malos pensamientos que nacen de uno mismo, o que le tienta el mundo dándole y ofreciéndole esos pensamientos, o desde sus cavernas de su ser, o tentado por el Tentador...

Los malos pensamientos que pueden ser caer en la acidia-pereza, en la vanidad-soberbia, en la envidia, en la gula, en la ira-cólera, en la lujuria, en la avaricia... ¡Y, esa es la lucha de cada ser humano, durante toda su vida, cada día, cada hora, cada minuto...! ¡El hombre y la mujer, tiene y lleva una enorme lucha dentro de si mismo, le surge de dentro o le surge de fuera, que es la lucha contra el mal, contra el mal de una manera o de otra, es la lucha de no caer en las tentaciones del mal, comerse un trozo de jamón, es bueno y necesario, si se dispone de él, degustar medio kilo de jamón cada tres días, es caer en la gula...!

Tenemos que plantearnos si hemos caído en una sociedad y civilización y cultura que no valora suficiente el bien moral, y, no distingue o no quiere distinguir el mal moral. De tal manera, que no sabemos lo que es el bien moral y el mal moral, y, si no lo sabemos no buscamos el bien moral y huimos del bien moral... Hemos caído en una enorme crisis moral, sálvese quién se salve. Pero en general, nuestra sociedad y cultura europea ha caído en una crisis moral enorme. Hemos perdido el norte y el límite, a nivel ético y moral individual y colectivo, aunque no totalmente, a nivel constitucional, jurídico de las grandes leyes, que se basan en derechos humanos, que a su vez, están basados en derechos morales, en grandes normas morales y éticas... ¿O, no...?

El fundamento de una sociedad y cultura y Estado es una ética y moral correcta, adecuada, racional, prudente, eficiente... La cuestión es si todo el fundamento y el pilar de nuestra sociedad, cultura, civilización, Estado está basada en una ética y moral a nivel individual, que no es adecuada. Si esto fuese así, tarde o temprano la civilización se vería afectada, agrietada, debilitada... La cuestión es si una ética y moral no correcta, por y para una gran parte de la población, puede terminar en graves controversias, polémicas, debilidades del conjunto de la sociedad... Somos un gigante con un torso moral jurídico constitucional de una gran elevación y perfección basado en los Derechos Humanos, pero tenemos unas piernas y pies morales y éticos individuales, muy debilitados, hemos caído en una anarquía moral-relativismo moral-materialismo moral-escepticismo moral a nivel individual y de grupos -evidentemente no todos, pero si una parte importante de la población...-.

¿La cuestión, es si muchos individuos y grupos han caído en una especie de enorme pereza-acidia, en un enorme grado de no querer trabajar? ¿No quieren trabajar, por mil razones, cuando están en la escuela, y, en los distintos grados escolares, y, no quieren trabajar, de adultos, en distintos oficios o profesiones, según su responsabilidad, formación, suerte, y, demás circunstancias...? ¿Esta es la cuestión...? ¿Otro día podríamos hablar sobre otros errores morales graves, o pecados capitales...? (¡Ya sé que este artículo le habrá resultado muy pesado y no habrá pasado de tercer fragmento...!).
Caminero, Jmm
Caminero, Jmm


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