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Se hace camino al andar

miércoles, 05 de abril de 2023
Dedicado a José Luis González Ruano, quien hizo camino al andar la senda antes recorrida por cientos de peregrinos al encuentro del apóstol Santiago en los templos jacobeos de Tunte y Gáldar.

Quedan veinte días para que el año dos mil veintidós forme parte del pasado. Un pasado reciente de incertidumbre donde una pandemia y una guerra europea cambiaron las reglas establecidas a una sociedad que las creía sólidas y firmes. Durante mucho tiempo las mascarillas nos privaron de la sonrisa de la gente, de sus palabras cercanas, de sus manifestaciones afectivas con abrazos y besos. Inmersos en una desconfianza manifiesta al prójimo, alimentada por el miedo y los noticiarios, albergábamos la esperanza de que algún día los contagios y sus efectos formaran parte del pasado y pudiéramos así recuperar la sonrisa, la palabra abierta, la ilusión en el futuro, pero, ahuyentado el miedo a las cifras fatídicas de la pandemia, muchas personas quedaron ancladas en el recelo y en la prudencia y aún ahora, muestran caras de preocupación e incertidumbre.

No se cierra el año con un horizonte esperanzado. El deseo de cambio que muchos anhelaban, la recuperación del medio natural en cuanto a la presencia de la vida animal acercándose a nuestras ciudades y playas, la acusada reducción de los niveles de contaminación en el aire y en las aguas, no fueron más que espejismos de un cambio necesario que jamás se produjo. El alza general de los precios, las carestías energéticas y la ausencia de un cambio radical en el comportamiento humano referente al consumo, no dibuja para una gran parte de la población española un futuro tan halagüeño.

No podemos estar satisfechos como sociedad y personas si la población instalada en la pobreza severa en nuestro país va camino de alcanzar los cinco millones de individuos -mujeres, hombres, ancianos, niños-, y los que se encuentra en alto riesgo de pobreza y exclusión social superan los doce millones de personas. Asombra y asusta, pero para mayor infortunio no son datos sensacionalistas, fruto de la inventiva y las fake news.

La tasa AROPE sitúa en el 27,8% la población residente en España en el año 2021 por debajo del indicador de referencia. Este indicador, consensuado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, agrupa tres parámetros que miden: la pobreza, la privación material severa y los hogares con baja intensidad de trabajo. Conocer los item de valoración que definen cada uno de estos parámetros provoca escalofríos. Registrados todos estos datos referidos a la población española, la tendencia descendente de la tasa arriba señalada durante el quinquenio 2015-2020 tomó un rumbo contrario a lo largo del 2020. En ese año se contabilizaron cerca de doce millones y medio de personas en riesgo de pobreza y exclusión social y apenas dos años más tarde -datos actuales-, superamos los trece millones y la cifra no parece detenerse.

Estos datos deberían preocuparnos y provocar, al menos, una profunda reflexión personal, medioambiental y socioeconómica.

Sin duda, una de las razones del presente artículo titulado: "Se hace camino al andar", es precisamente eso: provocarles una reflexión sobre la vida de cada uno y sobre la vida con los demás. Quiero hablarles de un Camino que la mayoría desconoce y que, al igual que aquel que transitamos cada día, con sus luces y sombras, alegrías y tristezas, descanso y esfuerzo, también es un camino de vida.

El Camino que me refiero tomó forma impresa en el momento en que dos amigos del alma pusieron sus botas en él para vivirlo, paras disfrutarlo, para sentirlo, para ahondar más profundamente en la amistad que les unía, para hermanar sentimientos a través de alimentar fortalezas comunes que cimentaban sus vidas, a saber: la naturaleza, el conocimiento, la literatura, el arte, la arqueología, los caminos, los viajes, la gente, el mar y la pasión por vivir.

Sucedió a finales de la primera década del nuevo siglo. En un comienzo fueron ideas, proyectos que iban tomando forma y durante varios años y muchos recorridos José Luis González Ruano fue dando cuerpo a una publicación. Así, en el año 2010, penúltimo año jacobeo, salía a la luz la primera edición de un libro de referencia en la historia jacobea de la isla. Su título: "El camino de Santiago en Gran Canaria. Un viaje a la isla interior".

Esta publicación, de tirada corta, gozó de buena acogida y estuvo agotado durante varios años. Fue en el año 2020 -por registrar un dato anecdótico, casi nueve siglos después de que el papa Calixto II instaurara el Año Santo Jacobeo en 1126-, cuando se imprimiría la segunda edición de dicha publicación. Su esmerado diseño, las abundantes imágenes a color, realizadas por amigos del autor y la coordinación editorial de quien les escribe, poniendo en valor los diferentes hitos geológicos, paisajísticos, etnográficos, botánicos y faunísticos del camino ennoblecían una obra esencial para interpretar el Camino de Santiago en Gran Canaria.

La nueva edición formaba parte del merecido homenaje que la Dirección General de Ordenación y Promoción Turística de la Consejería de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias tributaba a su autor, fallecido a principios de dicho año. La publicación veía la luz justo al inicio del bienio jubilar 2021/2022, un Jubileo atípico de dos años otorgado por el Papa Francisco en respuesta a un año atípico, marcado por la pandemia del COVID.

Es ahora, a finales del dos mil veintidós, cuando la publicación de José Luis se complementa con la idea primigenia de aquel trabajo pergeñado por los dos, hace ahora quince años. Hablábamos entonces de editar un trabajo poético literario -su obra publicada-, complementada con una serie de materiales didácticos -cuadernillos, leyendas, ilustraciones, actividades…en eso consistía mi parte del proyecto-, que permitieran llevar y trabajar el Camino de Santiago en Gran Canaria en las aulas, con el alumnado de Primaria y Secundaria, trabajando valores solidarios, despertando emociones, descubriendo y disfrutando conocimientos adquiridos "in situ", animando a vivir desde la senda las fortalezas y oportunidades de una tierra excepcional. Se trataba en suma de concebir y elaborar un conjunto de materiales escritos e ilustrados cuyo objetivo era la sensibilización de todas las personas en cualquiera de sus etapas vitales, sin límite de edad, haciéndoles partícipes de los conocimientos, sensaciones y emociones asociados a un camino singular.

"Un camino de leyenda", "Airam y el apóstol" y "Carpeta del Camino de Santiago entre volcanes", complementan la serie de publicaciones cuya finalidad es acercar a todas las personas los valores paisajísticos, naturales, arqueológicos, arquitectónicos y etnográficos del mismo.

"Un camino de leyenda" es una novela de aventuras donde cinco jóvenes recorren la ruta jacobea canaria, cada uno motivado por aficiones e intereses diversos, pero con un objetivo común: fomentar el compañerismo y la pertenencia al grupo desde la valoración y reivindicación de los valores personales. Un polizón extraño y divertido los acompañará toda la aventura.

"Airam y el apóstol" es un cuento. Dirigido a la población infantil, nos acerca la ancestral leyenda de la llegada de la escultura de Santiago el Chico o Santiago el del Pinar a la playa de Arguineguín. Sueños, dunas, mares encrespados, promesas y pinares llevarán a Airam, un niño canario con nombre de príncipe guanche, al encuentro con Tunte y su templo parroquial y luego a la desaparecida ermita que cobijó durante muchas décadas la entrañable escultura tirajanera, y al pinar de Santiago.

La Carpeta del Camino es puro arte. Jaime Checa Gimeno, el mismo ilustrador que enriquece estos artículos con sus acuarelas de barrancos y conos volcánicos, a través de una colección de láminas ilustradas, realizadas con el uso de técnica mixta donde predominan tintas y acuarelas, provoca admiración en los que las observan, incitando a coger unas botas de montaña, mochila, agua, un par de bastones y disfrutar descubriendo cada lugar de interés registrado en sus láminas.

Si, al igual que le sucede a Aythami, uno de los personajes de la novela "Un camino de leyenda", en nuestra mochila se encuentra la publicación de José Luis González Ruano, el Camino se vuelve poesía y su lectura provocará imborrables recuerdos. Sólo así sus literarios textos permanecerán para siempre en el corazón de los senderistas, peregrinos o no del apóstol.

"Justo detrás de la puerta, protegida por una urna de cristal, se encuentra una tosca figura de madera policromada del Apóstol Santiago. Es una de las imágenes sacras más antiguas de Canarias."
Texto extraído de la publicación: "El camino de Santiago en Gran Canaria. Un viaje a la isla interior".

- Santiago el del Pinar, ese es nuestro Santo -manifiesta una devota mujer de avanzada edad que se encuentra de pie, frente al altar.
- ¿Santiago el del Pinar? -pregunta Santiago curioso.
- Sí, el mismo. El santo al que acudían de romería al pinar de Santiago mis abuelos antes de que lo trasladaran aquí en 1850.
Texto extraído de la novela: Un camino de leyenda.
- ¡Papá! ¡Mamá! ¡La escultura! -anunció a gritos, incapaz de controlar sus emociones.
"Los dos giraron a un tiempo. Elevaron la vista y sonrieron. Así que aquella era la representación en cristal de la escultura buscada".
(Extraído del cuento: "Airam y el apóstol").

Estas tres visiones: el niño, el joven y el peregrino en el templo jacobeo de Tunte, aproximan la visón global e integradora que en su día habíamos ideado, José Luis y yo, para el Camino de Santiago en Gran Canaria.

Quiero creer que el Camino de las Estrellas, ese rastro luminoso con el que la Vía Láctea orienta a los peregrinos que se dirigen a Santiago de Compostela, tiene una senda homóloga en alguna parte. Imagino un camino de estrellas en la línea al descrito tan acertadamente por Antoine de Saint-Exupéry en su soberbia y emocional obra: "Le petit prince".

Puede que sean calenturas de viejo o, tal vez, extrañas fantasías, pero en mis sueños, con un bastón en la mano, calzado cómodo y ligera mochila, ingrávido camina mi buen amigo por esa senda luminosa de estrellas. En su corazón luce una hermosa viera y en su luminoso semblante, una cautivadora sonrisa.
Espiño Meilán, José Manuel
Espiño Meilán, José Manuel


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