De Re Varia
Silva, Manuel - lunes, 06 de febrero de 2023
MementoSoliloquio ante la tumba de mis padres.
Es pequeño el cementerio
que yo tanto reverencio,
lleno de flores y cruces,
lleno de inmenso silencio.
Allí reposan mis padres,
en la paz de su remanso;
allí están mis abuelos,
en su eterno descanso.
Cada vez que voy al pueblo,
me acerco al camposanto,
para hablar con sus cenizas
de mi pena y de mi llanto.
Con su silencio elocuente
siempre me dicen lo mismo:
¡qué pequeña es esta vida
y qué grande el egoísmo!
Mira, hijo, estas manos
y estos cuerpos mundanos,
esta cara calavera
y este nido de gusanos.
Pórtate bien en la vida.
Sé honrado y solidario.
Pues, llegados a esta tumba,
todos vestimos sudario.
Hay traidores y taimados
que te pondrán zancadilla.
No les hagas ningún caso.
Son basura y pacotilla.
Y si tropiezas y caes,
no te quedes en el suelo.
Reanuda el camino
y remonta siempre el vuelo.
Y si consigues triunfar,
no te vuelvas vanidoso,
pues la gloria es pasajera
y un señuelo engañoso.
Cárgate bien las alforjas
de tu mente y de tu alma.
Y a lo largo del camino
pisa firme y con calma.
No te asusten los ladridos.
Y mira en lontananza.
Mantente siempre alegre.
Y no pierdas la esperanza.
¿Qué es el cielo?, pregunté,
pues flaquea la razón.
Desconozco si hay condena.
No sé si habrá salvación.
Sólo sé de mis afectos,
de mi cariño y amor;
de mis fallos y fracasos,
y de mi denso dolor.
Por eso, piadoso, puse,
a los pies del panteón
una planta y una flor.
Y recé una oración.

Silva, Manuel
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