Con la sanidad hemos topado amigo Sancho

A buen seguro que de haber escrito Cervantes esa maravilla El Quijote, habría alguna conversación entre el caballero y su escudero relativa a la sanidad. Al menos en estos tiempos de zozobra por la economía, el cambio climático y las guerras, aparece en nuestra Hispania noticias sobre ese espacio de derechos sociales que son derechos del ciudadano y que engloba el término SANIDAD.

Como viejo profesor asociado -por oposición- de la Universidad Pública Vasca en la materia de SALUD PUBLICA, me siguen preocupando los informes sobre morbilidad y mortalidad en nuestra población, las causas de tales, los protocolos para: prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación. Y de forma muy especial dos perversiones del Sistema Nacional de Salud. Que muchos de los informes fruto de la investigación realizados por expertos/as sólo ocupen papel que todo lo aguanta y deban luchar contra la economía - aquella frase brutal de "es la economía estúpido".

Hay que movilizar médicos para el servicio de asistencia pública sobre todo en el nivel primario. ¡Alerta roja!. Tenemos el informe de como el cáncer es la segunda causa de mortalidad con un informe completísimo de la Sociedad Española de Oncología Médica a través de los datos objetivos que produce la Red Española de Registros del Cáncer. ¡Alerta roja!.

Tratan los gestores sanitarios de recuperar a los médicos que fueron expulsados del sistema por la edad pero sobre todo por la nómina. Ahora quieren que los facultativos sigan trabajando hasta los 72 años en el nivel primario dónde se han quedado sin médicos mientras la frecuentación aumenta entre otros motivos por el envejecimiento poblacional y las enfermedades crónicas. ¡A buena hora se dan por enterados!.

Hacerse médico supone dedicar gran parte de nuestras vidas al estudio y servicio a la sociedad. La inversión en tiempo y dinero del facultativo capaz es muy considerable pero también una inversión productiva, desde luego muy por encima de esas plantillas desaforadas de sindicalistas, políticos y trabajadores de la administración pública sobre dimensionada y que ahora hay que pedirle cita para acudir a su presencia...

La sanidad no es gratuita. Primera consideración que debemos gritar a los cuatro puntos cardinales. La pagamos con los impuestos y las cuotas a la Seguridad Social. Muchos de nuestros trabajadores y pensionistas llevan en su cartera esa TARJETA SANITARIA a la que me permito denominar AHORRO DE LAS CLASES POPULARES.

No podemos desperdiciar a estas alturas del siglo XXI y con las facultades en perfecto uso a una población de expertos sanitarios que desean seguir trabajando más allá de esas discutibles edades para la jubilación. ¡Hay que recuperarlos pues los precisa el sistema por débito de cantidad y acumulo de calidad por experiencia y talante!.

En cuanto al CANCER. Los estudios epidemiológicos saben causas, población diana, frecuencia, diagnóstico precoz mediante cribados poblacionales. ¿Entonces, que se espera para actuar de verdad en esos espacios?. No basta con la fiesta de la "banderita" o las campañas telefónicas para hacer socios. Hay que actuar por espacios y actividades con energía eliminando los factores de riesgo, educando para la salud y promoviendo campañas de diagnóstico precoz como se hace con Colon, Próstata, Mama, Útero. Y me pregunto. ¿Para cuándo diagnóstico precoz del cáncer de pulmón en la población con perfil de riesgo y antes que la sintomatología sea colofón de un tumos extendido con mal pronóstico?.

Se lucha contra la relación tabaquismo y cáncer. Aunque se sigue vendiendo tabaco a inventario de ingresos públicos. Y qué decir de la contaminación por tierra, mar y aire con los metales pesados procedentes de las industrias. O que decir de los aditivos alimentarios. O que hacemos con ese turismo que se expone a las radiaciones ultravioletas. que aumentan la presencia del cáncer en la piel.

No olvidemos que tan importante como tener plantillas de expertos asistenciales para el diagnóstico es: evitar las esperas para el tratamiento de los tumores; reciclaje de los equipos de salud primaria para hacer cribados; mejorar la salud alimentaria de la población; invertir en equipos de investigación biomédica para seguir avanzando en las técnicas de diagnóstico precoz; revisión de las guías y protocolos de actuación integrada e integral; mapas de salud por comarcas y desde la actuación de las comisiones de tejidos y tumores en los hospitales.

Lo que gastamos en prevención o diagnóstico precoz lo ahorramos en largos y costosos tratamientos así como cifras indeseables de mortalidad.