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La/s entretenida/o/s

viernes, 06 de enero de 2023
No sé si ha resucitado un fenómeno social de antiguo, que era que una mujer era novia de un señor, pero por mil razones y mil causas, no terminaba en matrimonio/altares.

No sé si en el mundo actual, por mil razones posibles y reales, cada uno, su causa esencial o motivacional, se está volviendo otra vez el fenómeno antiguo, de hace un siglo o antes o después, según el país de Europa. No me gusta tocar ciertos temas, pero como columnista, me veo obligado de rozar y analizar algunos aspectos de lo actual o actualidad, que no es siempre la novedad. Sino que también existen realidades que están dentro de nosotros mismos, y, no somos conscientes de ello/s. Y, uno es éste.

No sé, si con otros matices, variantes, posibilidades, conceptualizaciones, materializaciones, ha surgido el fenómeno, algo semejante a la entretenida/o y a la querida/o. Es decir, personas que están esperando, que el otro/a, pareja/amante/amigo se decida a tomar un camino más serio y más profundo, que materialice/formalice la situación. Que no estén más años, rozándose y besándose en los rincones del espacio y tiempo, incluso compartiendo, como indicaban en la Edad Moderna, hogar -de fuego-, viandas, cama pero no existan papeles, aunque sean pequeños y dóciles y débiles, que permitan y permanezcan en la realidad del ser y del estar. En el que haya esperanzas de futuro juntos. De quemar las naves del pasado como Hernán Cortés, para conquistar el futuro afectivo juntos con bridas de amor/amar. De la decisión de ser y estar, de ambos corazones y esperanzas y almas y carnes y mentes y conciencias de y en el futuro...

No estoy seguro, si esta situación, se ha llegado por el azar o por la determinación o la causalidad –siempre en plural-. Cómo toda realidad humana compleja, me temo, que existen muchos factores o variables, interrelaciones entre ellos. Porque el ser humano es un ser que habita muchas esferas, y por tanto, muchas causas... Unos, me temo que es el desarrollo normal de la historia y de todas sus dimensiones, otros, me temo que son realidades que determinados grupos de poder e ideológicos, quieren que se produzcan.

Me temo que en esta cuestión, el fin o finalidad o teleología –de vez, en cuando, hay que poner un término técnico o palabro-, está detrás de ello. Es decir, existen grupos y colectivos e ideologías, por diversas razones, quieren controlar el aumento demográfico, que este no aumente mucho, o, y, incluso, se ralentice y disminuya. Y, desde luego, la hipersensualidad e hipersexualidad en la que nos estamos instalando, es un factor que se está viendo, de ralentización del crecimiento de la población.

Por lo que oyes a personas adultas jóvenes, alrededor de tres décadas, más o menos. Que la mayoría, si son mujeres buscan una situación estable. No consiguen esta realidad. Parece que encuentran el amor/amar de su vida, que pueden mantener una casa y un hogar y que puedan renacer-relucir-brillar nuevos pares de ojos en forma de bebé –o "beba", como dice una amiga mía, si es niña, por tanto este neologismo, no es invención mía, sino de dicha persona, no pongo su nombre, por si se ofende, aunque le ofrezco aquí mi pequeño homenaje-.

Hay una cuestión de fondo y esencial muy profunda, para decirlo a los grandes y medianos y pequeños poderes, que han decidido que hay que ralentizar la población, como hace décadas, fue lo contrario en toda Europa, sea de una bandera o sea de otra. ¿No se podría ralentizar la población, aunque la paternidad fuese responsable, según se le atribuye idea y frase y concepto a Juan XXIII, ahora santo?

No se podría acaso realizar ese fin y esa finalidad con una moral correcta, no con hipersensualismo e hiperhedonismo e hiperpresentismo, sino con estoicismo, con neoestoicismo... neoestoicismo combinado con una moral tradicional occidental de siglos. Que ambos nos han hecho grandes en el pasado. Y, que debemos seguir siendo grandes, igual y a semejanza a otros mundos y geografías culturales...

Me temo que existen muchas personas, especialmente, mujeres, ahora que tanto se habla de los derechos de la mujer. Que se olvida, que son las eternas entretenidas y las eternas amantes, y, están esperando el amor/amar de su vida, para crear/criar una familia, que al menos ella sea estable. Y, que en ella juegue unas manitas rozando las paredes y el rostro de los presentes.

No sé, si estamos olvidando este fenómeno, no sé si nos estamos dando cuenta, que por un lado, le estamos otorgando derechos a la mujer -cosa que tienen los mismos derechos y deberes que los varones-, y, por otra, le estamos quitando en la práctica otros, conseguidos durante siglos y siglos y siglos... No sé, si somos conscientes, si tenemos ojos para percibir la realidad del mundo. No sé si dejamos de ser tan idealistas, que vivimos en nuestras ideas, sean del tipo que sean, pero en el fondo no miramos la realidad, la realidad que ocurre detrás y delante de nosotros...

No sé, si se está incentivando una nueva variedad de ese fenómeno de hace varias generaciones de las entretenidas, queridas, de las amantes, de las segundas esposas/casas no legales, y, fenómenos semejantes, con la excusa de la libertad y la identidad y la autonomía personal...

¡Y, mientras tanto, muchas mujeres, esperando en su corazón más profundo firmar papeles o, y, tener un hijo...!
Caminero, Jmm
Caminero, Jmm


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