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jueves, 05 de enero de 2023
De la Flor Aguilar que no era Flor Aguilar

Madrid, 17 de febrero de 1992. La protagonista fue doña Mª Florentina Carmen Aguilar Fernández (más conocida por el nombre de Flor Aguilar), ex esposa del famoso actor José Luis López Vázquez. La señora Aguilar Fernández, periodista de profesión, acompañada por su madre, se presentó en la sede central de la Agencia EFE en Madrid para protestar por una noticia difundida el día anterior desde la Delegación de la Agencia en Palma de Mallorca.

Como Subdirector del Departamento de Nacional, me correspondió a mi recibirlas y escuchar sus quejas. Y, como el tema se refería a un juicio, le pedí a Mavi García Pascua, Jefa de la Sección de Tribunales, que estuviera presente en la reunión.

Mª Florentina Aguilar Fernández y su madre estaban indignadas porque el día anterior, 16 de febrero de 1992, EFE había distribuido desde la Delegación de Palma de Mallorca una noticia en la que, en su primer párrafo, se decía textualmente: "Flor Aguilar Caballero, que estuvo casada con el popular actor español José Luis López Vázquez y que actualmente están separados, será juzgada mañana en la Audiencia de Palma por un presunto delito de tráfico de drogas".

Pues bien, la ex de López Vázquez dijo que se trataba de una noticia "absolutamente falsa" y que exigía una inmediata rectificación. Y no le faltaba razón, pues, aunque había coincidencias en uno de los nombres y en el primer apellido, la persona que iba a ser juzgada por temas relacionados con el supuesto tráfico de drogas era otra mujer: Flor Aguilar Caballero. Y el nombre de la ex mujer del actor español es Mª Florentina Carmen Aguilar Fernández (Flor Aguilar Fernández).

Y nos entregó un texto de rectificación que decía: "Ante las informaciones difundidas por distintos medios de comunicación sobre mi implicación en un asunto de drogas y el consiguiente juicio que se celebra hoy, 17 de febrero, en Palma de Mallorca, quiero dejar constancia de que yo, Florentina Aguilar Fernández, periodista de profesión, no tengo nada en absoluto que ver con tan desagradable tema y tomaré las medidas oportunas contra quien propague la falsa noticia".

Entonces, llamé por teléfono al delegado de EFE en Palma de Mallorca, Luis Carlos Díaz, para informarle de lo que nos estaba diciendo la señora Aguilar en Madrid. Y él, al intentar justificar la noticia distribuida por EFE, comentó que, inicialmente, se basaron en lo que habían publicado en Baleares el día anterior algunos medios de comunicación locales y que, posteriormente, 'alguien' de la Audiencia de Palma la había confirmado.

Inmediatamente -y tras reconocer nuestro error- difundimos una noticia de rectificación en la que, entre otras cosas, se decía que Flor Aguilar Fernández, ex esposa del actor José Luis López Vázquez, no es la persona acusada de tráfico de drogas, tal como se afirmaba en una noticia distribuida ayer por EFE. La que, en realidad, iba a ser juzgada hoy en Palma de Mallorca se llama Flor Aguilar Caballero.

Una vez más quedó patente que las noticias hay que contrastarlas con todas las partes implicadas. Es un principio sagrado en el ejercicio del periodismo. Y si alguna parte afectada no quiere dar su versión, así se debe hacer constar en la noticia.

Y, para rizar el rizo, el actor José Luis López Vázquez también llamó a EFE, muy desconcertado, pidiendo explicaciones de por qué con una fotografía suya algunos periódicos habían ilustrado la falsa noticia de su ex esposa. Tuvimos que explicarle que ese día EFE no había trasmitido fotos suyas y que, probablemente, los periódicos habrían utilizado alguna fotografía de archivo.

La ex de López Vázquez y su madre -a las que se entregó una copia de la rectificación- interpretaron ante mí una supuesta desavenencia en lo relativo a demandar o no a la Agencia EFE por atentar contra su honor. Florentina Aguilar decía que, como periodista que era, entendía que "estas cosas pasan" y que, por lo tanto, era partidaria de no demandar, mientras que su madre, contundente y enérgica, insistía en que era necesario hacerlo y solicitar una indemnización.

¡Y vaya si lo hicieron! Y depositaron la denuncia en el Juzgado de Primera Instancia Número 54 de los de Madrid, donde, en una sentencia de fecha 26 de octubre de 1993, la magistrada-juez Elena Comes condenó a la Agencia EFE a pagarle a la periodista y ex esposa de López Vázquez cinco millones de pesetas (30.000 euros de hoy), la mitad de lo que ella solicitaba: diez millones de pesetas.

La jueza no se anduvo por las ramas al afirmar en la sentencia que la información de EFE "entraña un grave error que fácilmente pudo desvanecerse de haber actuado la demandada con la diligencia exigible a cualquier profesional", subrayando "la precipitación e impericia profesional en que incurrió la Agencia EFE S.A, que difundió una noticia sin contrastarla previamente en las fuentes de toda solvencia a las que pudo y debió acudir en evitación de tan grave daño".

"No obstante, -precisaba la magistrada- la gravedad del daño se vio prontamente disminuida, pero no volatilizada ni suficientemente compensado el menoscabo, por la pronta reacción de la demandada que, al día siguiente de distribuir la errónea información se aprestó a publicar su rectificación, según consta fehacientemente probado".

Y recordaba, al respecto, una sentencia del Tribunal Constitucional de 21 de diciembre de 1992 por la que se declara que "la incorporación de una rectificación cuando se produce de modo espontáneo por el propio actor de la información o por el medio que la divulgó, por su propia iniciativa o a indicación del interesado, es sin duda reveladora de la actitud del medio de información o del periodista en la búsqueda de la veracidad de lo informado, y, aunque la rectificación de las informaciones no suplanta ni, por tanto, inhabilita ya, por innecesaria, la debida protección del derecho al honor, sí la matiza o modula".

Por ello, concluía señalando que "debe moderarse la cifra que la actora solicita, pues, frente a la gravedad de la imputación efectuada por la demandada menoscabando su consideración y estima social, aparece la diligencia de la Agencia EFE, S.A en enmendar su error".

Es decir, Flor Aguilar Fernández solicitaba diez millones de pesetas, pero la jueza le concedió la mitad: cinco.

Y nunca mejor dicho lo que dice 'el dicho': "los errores se pagan". En este caso, por este error la Agencia EFE tuvo que pagar cinco millones de pesetas (30.000 euros).

Por mi parte, esa noche acudí a Cicerón, quien me recomendó meditar en su dicho: "Todos los hombres pueden caer en un error, pero sólo los necios perseveran en él". Y San Agustín se mostró de acuerdo y me susurró: "errare humanum est, sed perseverare, diabolicum".
Silva, Manuel
Silva, Manuel


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