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Carta abierta a la Ministra de Igualdad

jueves, 15 de diciembre de 2022
Sra. Ministra Excelentísima:

Motivado por su eficiente y avasalladora campaña para ordenar de una vez este caótico mundo, me voy a permitir aportar algunas sugerencias, producto de largas jornadas de investigación, reflexión y horas se siesta para fijar estos importantes avances revisionistas:

1. Solicitar al Vaticano que redacte de una vez por todas un evangelio inclusivo. Jesús fue un impostor, el hijo tímido y sobreprotejido de la verdadera creadora de la religión católica. María, o Maricrista, fue la profeta o profetisa, que tuvo a doce hombres que se bebían los vientos por ella. Ella murió en la cruz. El crucificado nunca pudo ser un hombre, porque lo hubieran lanceado en otras partes y no en el pecho. Fue una mujer. Y como prueba de esta afirmación está el hecho que la pobre María, al comprobar que había sido reemplazada por su hijo, hombre, como todos los que escribieron las antiguas escrituras, protagonizó infinitas apariciones en los lugares más recónditos del mundo, repartiendo milagros a todo el que creyera en ella, para reclamar su lugar en la Iglesia. Y bien lo consiguió, ya que su culto es mucho más popular que el de su hijo.

2. Papá Noel es en realidad Mamá Noel. Otro ejemplo de la cultura machista de la historia. ¿Es que a un hombre se le hubiera ocurrido lucir ese precioso y conjuntado mono? Holgado, por si había que disimular un embarazo. Además, ¿un tío tendría la capacidad de recordar las infinitas cartas de los niños y cumplir fielmente con ellas? Es clarísimo que se trata de una mujer.

3. El Cid Campeador era en realidad Cira, la de los campos. Que imitando a su prima francesa Juana, se vistió de hombre para dirigir un ejército de varones despistados y, como todos los hombres, desorganizados. ¿O es que un hombre puede cabalgar de muerto, si apenas lo puede hacer vivo? Era mujer, porque que son capaces de todo, hasta de aparecerse ante su viudo y mandarlo a fregar la cocina.

4. Cristóbal Colón fue una mujer adelantada en su tiempo, Cristobalia Colona, capaz de hacerse pasar por hombre sin necesidad de recurrir a disfraz alguno. Con su propia imagen. Basta ver las fotografías de la época, en que luce unas minifaldas y unas medias propias de Calzedonia, que estilizan mucho sus esbeltas piernas. ¿Y del peinado?, ni hablar de la melenita que marcó estilo. Dijo que era hombre y así poder chamuyarse a la Isabel, para que esta le soltara los cuartos que le permitirían cumplir su sueño. Que no era, como la historia repite falsamente, descubrir América. Él sabia bien que ya estaba descubierta antes de que naciera. Su sueño era organizar viajes turísticos al Caribe, en régimen de todo incluido. La muchacha fue una visionaria.

5. Un mentado dictador español del siglo pasado, dicen, era un hombre trans. Nacido mujer, se encontró desde pequeño en un cuerpo que fue su prisión, hasta que decidió dar el paso, y sin ninguna ayuda psicológica. Lo único que no pudo convertir fue la voz, que le quedó un pelín ambigua. Pero el resto, lo petó. Pero esto, sugiero, convendría no mencionarlo, ya que se podría convertir en un referente en las marchas que se organizan a través de ese Ministerio.

6. Asimismo, solicitaría se prohíba la difusión de la obra de Federico García Lorca, por fomentar la cultura de la violación. Se llevó al río a una joven a la que violó, creyendo que era mozuela, ya que no hay constancia de que ella consintiera en forma clara y fehaciente su consentimiento a un acto sexual de la envergadura que el citado delincuente se jacta.

7. Solicitar la prisión e inhabilitación de por vida al cantautor Joaquín Sabina. En una demostración más como promotor de la cultura de la violación, le metió la mano debajo de la falda a una chica a la que echó burundanga en el cubata. La pobre fue incapaz de resistirse a ser violada en repetidas veces en un hostal cutre de la costa. Seguro que la dejó embarazada y se fugó.

8. Entrando en este tema, aconsejaría la prohibición de toda difusión de tangos y boleros, ya que promueven la cultura de la cosificación y sexualismo de la mujer, fijando la atención en los ojos, labios, bocas, cabellos, senos, piernas,culos, que se yo, de todo lo externo y físico. ¡Es que hay cada letra... vaya por dios! Y en cuanto a la infinidad de poemas que se escriben, deberían, antes de publicarse, obtener el sello de homologación de la Cultura Igualitaria. Hay mucho salido mental que debería ser condenado a trabajos forzados.

Con el propósito de aportar mi humilde colaboración a su cruzada, me despido de Ud. con todo respeto y reconocimiento.

Andrés Montesanto, un malagueño arrepentido de todos los boleros que bailó y poemas que leyó.
Montesanto, Andrés
Montesanto, Andrés


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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