Monedero el salva patrias

¡Cuerpo a tierra!. Viene uno de los fundadores. Me refiero a ese pisto que desde la Puerta del Sol en Madrid nos hizo concebir esperanzas para un mundo mejor. ¡Craso error e infinita ingenuidad!. Eran unos muchachos presuntamente universitarios que aprovechaban la orfandad del pueblo soberano cuando gritaba: "¡no nos representan!". Y bien que supieron asentar sus posaderas en el poder popular, ese que no se asalta pues viene en democracia en consecuencia con el voto de cada ciudadano. Cuestión que de inmediato olvidaron, pues eran como los demás. Oportunistas y empoderados que se miraban al ombligo. Es más. Buscando en la historia dónde están muchas de las respuestas, aplicaron aquel grito de ¡todo para el pueblo, pero sin el pueblo!.

Nos anuncia que viene a Galicia. Pontificando. "PODEMOS ha demostrado consistencia y firmeza". Claro que los vocablos siempre tienen diferentes interpretaciones. La mía es que la firmeza consiste en mandar y expulsar la disidencia con el núcleo intangible. Que se lo pregunten a Íñigo o a Carolina.

Pero dónde está más "escocido" es con respeto a Yolanda. No pueden tolerar que nuestra querida ferrolana sea un verso libre. Y es que comparar el historial de la hija de Suso con las favoritas del sultán de Galalpagar, es como confundir los puerros con los espárragos.

Y en el colmo para el dicterio afirmó: "Yolanda ha decidido tomar sus propias decisiones, cuando lo preciso es consolidar el espacio político para lo que se hace necesario buscar el entendimiento con el partido". ¡Toma del frasco... eh ahí el concepto práctico de la libertad!. Estamos ante una prueba inequívoca del sentido más cutre hispano de la posesión.

Y para tales menesteres se desplaza al finisterre galaico. No lo hemos llamado. No lo necesitamos. No queremos que nos salven. No aporta nada al viejo concepto del PC que representaron las clases trabajadoras de Ferrol. Si eso es la izquierda, en tal extremidad corpórea prefiero llevar con orgullo un garfio como el de aquellos románticos bucaneros.

¡Oh capitán, mi capitán!. Más te vale quedarte en tierra. Nuestra costa necesita gentes como Yolanda. O como fueron en un momento dado las Mareas. Luego las rencillas tan del espacio político les quitó el préstamo de la confianza que depositaron muchos gallegos. Pero no se equivoque usía. Usted no nos enseña nada que no sepamos. Somos un pueblo viejo y sabio.