Carta de un abuelo en Navidad

En estas fechas navideñas, algo se mueve en mi corazón para tratar de compartir mis sentimientos.

Y así, quisiera dirigirme a todos aquellos que un día fuisteis niños y, por la propia manifestación vital-natural, hoy sois adultos.

Por eso, sencillamente recordaros, que cuando veáis a vuestros padres mayores, cuando ya no sea lo que fueron, tengáis paciencia e intentéis comprenderlos.

Que cuando al comer se ensucien, recordéis las veces que ellos os limpiaron.

Que si al vestirse, se hacen un lío, recordéis las veces que con vosotros alternaron paciencia con enseñanza.

Si os aburren con sus repeticiones de batallitas, penséis en las veces que os tuvieron que repetir el cuento que tanto os gustaba, y queríais a toda costa volver a escucharlo una y otra vez.

Que cuando no quieran ducharse, evocad las mil y una excusas que tenían que oír para libraros del agua.

Que si algún día, fruto de la propia evolución humana, les interesa conocer la navegación por Internet, rememorad la multitud de veces que ellos con paciencia y amor os enseñaron tantas y tantas cosas..., al fin, la vida misma.

Que cuando pierdan la "hebra" en una conversación al estar vosotros con otros amigos y, lo más probable es que no les interesen demasiado vuestros temas, pensad que seguramente sólo les interesa estar a vuestro lado, y que les prestéis atención como personas que son.

Que cuando no quieran comer, no les obliguéis. Sus cuerpos son los que marcan sus ritmos vitales. Recordar sencillamente las pataletas que os marcabais a diario, cuando no era de vuestro agrado la comida de turno.

Que cuando sus piernas de tanto caminar a vuestro lado se sientan fatigadas, recordéis los múltiples pasos que ellos han dado al coger vuestra mano para enseñaros a caminar.

Que si algún día os dicen que ya no quieren vivir más, no os enfadéis con ellos, sólo quieren deciros de forma indirecta, que su vida, ya no es vivir, sino simplemente sobrevivir y, para eso, quizá mejor dejarse mecer por el arrullo de la "parca". Al fin, tal decisión, nada tiene que ver con vosotros.

Recordad que todo lo que han hecho pese a sus múltiples errores, siempre quisieron lo mejor para preparar vuestro camino de vida.

Por eso, intentad comprenderlos ayudándoles en su duro caminar final, con un acompañamiento cariñoso, como ellos hicieron cuando vosotros comenzabais a vivir.

Vuestros padres os pagarán con una amplia sonrisa y un infinito amor. Lo que siempre han tenido hacia vosotros, lo que siempre es la mejor ofrenda, regalo, agasajo y homenaje hacia alguien que amas.