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Las primeras estaciones telegráficas del Ayuntamiento de Ortigueira

martes, 15 de noviembre de 2022
El telégrafo empezó a funcionar en España en 1854con la puesta en marcha de la línea Madrid-Irún. Una primera línea que también permitió conectar al paíscon el resto de Europa a través de la red telegráfica francesa. El nuevo servicio de mensajería fue inauguradopor la reina Isabel II con la transmisión de su discurso de apertura ese año del nuevo periodo de sesiones parlamentarias en las Cortes.

La primera ley de telegrafía española fue aprobadapor el Parlamento en abril de 1855. Con ella, también empezó a tomar carta de naturaleza la idea de que administraciones, empresas y particulares pudieran transmitir sus datos y mensajes a largas distancias en cuestión de unos pocos minutos u horas. Para ello, el Ministerio de Fomento emprendió una intensa labor de apertura de nuevas líneas, a través de su Dirección General de Obras Públicas, que permitieron conectar de forma radial a la capital con muchas otras ciudades importantes de España, e incluso, de Portugal, en las que el Gobierno invirtió 15 millones de reales de vellón. Posteriormente, la red se completó con otro trazado trasversal, que unió otras poblaciones importantes entre sí.

Ensusdiez primeros años de actividad, la red telegráfica española consiguió disponer de unos 10.000 kilómetros de líneas y disfrutar de 194 estaciones instaladas en sus principales poblaciones. Y, en 1900, ya cubría 29.030 kilómetros, que le permitían vincular a 807 oficinas en todo el Estado, entre las que estaba la estación de Ortigueira. No en vano, el telégrafo llegó a Ortigueira en 1877, esto es, poco más de dos décadas después de que se estableciera su primera conexión telegráfica.

Dentro de la clasificación oficial de las estaciones telegráficas, la de Ortigueira estaba situada entre las denominadas estafetas limitadas de tercera clase. Es decir, dentro de la su séptima y última categoría. Esto no suponía ningún tipo demerito ni para el municipio ni para su comarca, ya que en ella también se encontraban las de otras localidades importantes de la provincia de A Coruña, como Carballo, Lalín, Muros, Noya, Poboa do Caramiñal, Porto do Son o Pontedeume. En su caso, elservicio telegráfico de Ortigueira dependía directamente de la estación de Ferrol, que junto con otras 26 de toda España se localizabanen la parte más alta de la clasificación, al poseer un servicio permanente, lo mismo que lo tenían las de A Coruña, Vigo, Madrid o Barcelona.

Para la creación de la oficina ortegana, varios ortigueireses tuvieron que trasladarse hasta Ferrol el 30 de julio de 1877 con el fin derecoger los aparatos enviados por el Estado para dotarla (1). El resto del mobiliario y enseres fue fabricado por un carpintero local y pagado por el ayuntamiento.

Hasta aquellos momentos, las comunicaciones de los orteganos con el resto del mundo dependían básicamente de un correo postal cuyas condiciones seguían siendo bastante precarias. De hecho, en 1872, el Ministerio de Gobernación había convocado un concurso público para contratar el servicio de transporte de la correspondencia entre Ortigueira y Ferrol, en el que, entre otras condiciones, se le exigía al contratista que tenía que trasladar a caballo "la correspondencia y periódicos, sin excepción de ninguna clase, distribuyendo en su tránsito los paquetes dirigidos a cada pueblo, y recogiendo en ellos lo que de ellos partan a otros destinos" (2). El trayecto contratado suponía que el cartero debería recorrer unos 44 kilómetros invirtiendo en su realización unmáximo de 10 horas. En caso de exceder este periodo, la Dirección General de Correos y Telégrafos podía imponerle una sanción de 5 pesetas por cada cuarto de hora superado, e incluso podría perder su contrato si llegaba a cometer tres faltas, a la vez que abonarlelos perjuicios que se le originasen al Estado (3). Otras exigencias que se le imponían eran las de contar con suficientes caballos en las postas y que sus operarios supieran leer y escribir. El encargado del servicio también debía encargarse del cobro los envíos, según las tarifas oficiales, y de entregar mensualmente el dinero recaudado en la central de Correos de A Coruña. El contrato tenía una vigencia de tres años, durante lo cuales tenía expresamente prohibido subrogarle el servicio a cualquier otra persona. El rematante podía cobrar hasta un máximo de 3.375 pesetas por cada año de servicio.

La nueva estafeta de Ortigueira se establecióen una casa particular propiedad de Javiera Díaz Martínez, que, inicialmente, se la alquiló al Ayuntamiento por un coste de 375 pesetas al año. Al concluir su primer año de contrato, este le pidió que se rebajara a 250 pesetas. Sin embargo, al finalizar el tercer año, la caserale requirió volvérselo a subir al precio inicial, a lo que la corporación accedió después de muchas discusiones.

Unos años más tarde, la corporación debatió la posibilidad de instalar enunade las dependencias del edificio del Ayuntamiento el servicio telegráfico, y, de este modo, sus costes se redujeran notablemente. Para ello, acordó sacar "dos planos, con sus correspondientes presupuestos, uno bajando el piso de esta planta alta por poca elevación, haciéndolo de nuevo a causa de hallarse bastante deteriorado, y otro sin bajarlo, para en su vista determinar lo más conveniente" (4). De cómo finalizó el proyecto no hay ninguna constancia en las actas municipales, como tampoco la hay de la elaboración de los presupuestos ni de la traslación del servicio telegráfico a las dependencias municipales. Y si hacemos caso de los conocimientos que todos los orteganos tenemos sobre la ubicación de la oficina de telégrafos, creo que coincidiremos en que siempre la hemos visto en los bajos de alguna casa particular.

Por otra parte, si nos remontamos a las condiciones de vida del último tercio del siglo XIX, podemos advertir con bastante claridad queeste servicio de comunicación rápidano tenía demasiada utilidad para las instituciones, empresas y vecinos que residieran fuera de Ortigueira o de sus alrededores más próximos. Un hecho que se agravaba particularmente en el caso de los empresarios de salazones y conservas de Cariño que, cada vez que deseaban ponerse en contacto telegráficamente con sus proveedores y vendedores tenían que cruzar la ría, con la inevitable incomodidad que esto les suponía.

Este interminable trasiegode los empresarios y vecinos del puertode Cariño y de otras localidades cercanashasta Ortigueira empezó a decaera partir de 1904, cuando la Dirección General de Correos y Telégrafos le envió un oficio al Ayuntamiento de Ortigueira en donde le decía que iba a cumplir con su propuesta de crear una nueva oficina Cariño. Una oficina queiría a cargo del municipio, puesto que, según le decía, el Estado no contaba "con recursos suficientes para dicha instalación"(5). La apertura de esta oficina se había convertido para el ayuntamiento en una necesidad imperiosa "para el desarrollo de la industria y comercio en el puerto de Cariño"(6), por lo que no tuvo ningún problema en asumirla, dotándola inicialmente con unas 1.800 pesetas. Un presupuesto que considerósuficiente para hacer frente a "las atenciones de que se trata en el presente año, sin perjuicio de elevar esta suma, si fuese indispensable en el ordinario para 1905 y subsiguiente"(7).

Con este dinero trató de gestionar las siguientes actuaciones:
1º El alquiler anual de edificio suficiente y adecuado para la oficina telegráfica y vivienda del Encargado de la misma;
2º La adquisición de mobiliario indispensable para las mismas, que no será menor del siguiente: una mesa de madera para el aparato de metro y medio de largo por ochenta centímetros de ancho, aproximadamente, con dos cajones; una ídem para el público; una ídem para el Ordenanza; doce sillas; una taquilla o armario para la documentación; dos perchas, dos braseros con tarima y badila; dos palanganeros con jofaina y jarro, o dos lavabos, dos botellas de agua; una bandeja; dos vasos; dos lámparas o quinqués; dos cartapacios; tres tinteros con sus salvaderas; un espejo; un candelero; un cántaro, una escupidera; un vaso de noche; y un estante para la pila;
3º Los postes necesarios de condiciones reglamentarias y puestos a pie de hoyo para la construcción del ramal de línea desde Cariño a la estación telegráfica de Ortigueira, cuya extensión es aproximadamente de dieciocho Kilómetros, si bien debe hacerse saber a la Dirección general que desde Mera a Ortigueira, la mitad sobre poco más o menos del recorrido, existen los postes de la línea general del Estadoen que podrían fijarse los nuevos hilos telegráficos, caso de no perjudicarse el servicio, lo cual corresponde determinar a la propia Dirección General, a fin de que con tiempo pueda el Municipio efectuar la adquisición de los postes, para todo el trayecto, según la Dirección ordene.
4º Facilitar y costear peones para auxiliar al personal de vigilancia en los trabajos de construcción y, asimismo, un carro y caballerías para conducir desde el punto de provincia, que más convenga a la Dirección, el restante material a fin de ser distribuido, como los postes, en las líneas" (8).

Unas semanas después, la Dirección General aceptó sus condiciones, a la vez que le advertía de que la futura estación telegráfica debería conectarse "con la de Ortigueira por medio de un ramal de línea, dándose en tal motivo las órdenes oportunas al Director de la Sección telegráfica de Coruña, con el cual o con el funcionario que al mismo represente, deberá entenderse con el Ayuntamiento para poner oportunamente a su disposición los medios ofrecidos" (9). El consistorio también debía enviarle un croquis del edificio a la Dirección general, a través del director de la sección telegráfica de Coruña. La elección de la ubicación más adecuada, el Ayuntamiento la dejó en manos del teniente del alcalde José Antonio Abella, quien le contrató una casa a Andrés Sampedro por 250 al año (10).

Como se puede observar, el consistorio no escatimó en gastos para que los vecinos de Cariño y de su entorno pudieran disponer de la última tecnología en comunicaciones, algo que, como también se puede apreciar, fue muy valorado por la Dirección General, que le concedió casi inmediatamente su permiso. Aunque para ello, le advirtió de que sería necesario que comprara los postes, el material y los enseres de la oficinade acuerdo con las prescripciones de la Sección Telegráfica de A Coruña (11) . Su coste final fue de 290,75 pesetas (12).

Para entonces, la telegrafía era ya un medio de comunicación plenamente consolidado en España y por el que sus ciudadanos transmitían unos cinco millones de mensajes al año.

NOTAS:
1. Acta de la sesión ordinaria del 16 de julio de 1877.
2. Boletín Oficial de la Provincia de Córdoba, 6 de febrero de 1872.
3. Ídem.
4. Acta de la sesión de 6 de diciembre de 1891.
5. Acta de la sesión de 11 de septiembre de 1904.
6. Ídem.
7. Acta de la sesión ordinaria del 24 de julio de 1904.
8. Ídem.
9. Acta de la sesión ordinaria del 14 de agosto de 1904.
10. Acta de la sesión ordinaria del 22 de enero de 1905
11. En concreto, se refería a que debería adquirir 186 postes de 7 metros de longitud y otros 2 de 8 metros (Acta de la sesión ordinaria del 11 de septiembre de 1904).
12. Acta de la sesión ordinaria del 11 de junio de 1905.
Suárez Sandomingo, José Manuel
Suárez Sandomingo, José Manuel


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