En los principios del siglo XX, dos personas de Ortigueira tuvieron clara una visión de futuro: la energía eléctrica se impondría a la del gas para iluminar el mundo. Estas dos personas fueron Vicente Sandomingo Crego y Adolfo Teijeiro Botana. En 1906, concretamente, estos dos empresarios iniciaron su aventura de dotar a la Comarca de
Ortigueira de luz eléctrica. Su empresa, Eléctrica Ortegana, la fundaron el 29 de abril de 1906, y con ella hicieron que el invento que Thomas Alva Edison había puesto en marcha en 1882, y once años después Tesla y Westinghouse se le impusiesen con su corriente alterna, la que definitivamente va llevar la luz a los hogares y a las calles de todo el mundo, la luz se hizo en la comarca del Ortegal. El hermano de Vicente, Manuel, se hará cargo de su gestión unos años, tras dejar la regencia de la alcaldía de Ortigueira en 1910.
Así pues, el viaje de esta tecnología sólo tardó en llegar, desde los pudientes barrios de Washington en Estados Unidos hasta la humilde y rural Ortigueira 13 años, todo un récord para una época en la que los viajeros hacían sus trayectos a menos de 20 Km/h. Su suministro lo conseguía, para una parte del distrito del río Forte, también llamado río das Lamas, en los altos de Landoi. Desde allí sus aguas eran conducidas por 224 metros de tuberías hacia dos alternadores que desarrollaban una potencia de 375 kW. La otra instalación estaba elevada en Chimparra para tomar las aguas del río Condomiña, antes de que éste desembocase en la ría de Cedeira. Allí sólo contaba con un generador de una potencia tres veces inferior (120 kW).
Durante las tres décadas siguientes la implicación de la empresa con la extensión de su red por los principales núcleos de población fue una constante. De Ortigueira a Cariño y de ahí a Mera, Espasante, Feás... y más tarde a Cedeira, Pantín, Vilarube... Uno a uno, calle a calle, la comarca se fue iluminando, sin prisa pero sin pausa.
La Eléctrica Ortegana llegó a tener dos líneas matrices, una que se prolongaba desde Valdoviño hasta San Claudio y la otra desde Ortigueira a Loiba; empezó con una tensión nominal de 5.000 voltios para acabar disponiendo de 15.000 voltios con los que a alimentar las bombillas y los más diversos aparatos de sus más de 6.000 usuarios.
Su andadura como empresa independiente concluiría el día de Santa Bárbara del año en que se iniciaba la primera crisis mundial del petróleo o, lo que es lo mismo, el 4 de diciembre de 1973. Fue adquirida por las Fuerzas Eléctricas del Noroeste, FENOSA, una potente empresa creada por Pedro Barrié de la Maza bajo los auspicios del franquismo y que poco a poco se iría haciendo con casi todas las empresas eléctricas locales de toda Galicia hasta que se fusionó con una empresa de menor volumen, la madrileña Unión Electrica. La nueva empresa unió sus nombres para formar Unión Fenosa, y pasar a ser una de las principales eléctricas españolas (hoy absorbida por Gas Natural, y que opera como Gas Natural Fenosa).
