Servir a la humanidad
jueves, 06 de octubre de 2022
El futuro, estará inmerso en la que podemos llamar "Ley del Servicio".
Antiguamente, el individuo, solamente se dedicaba a procurar la salvación de sus intereses personales, y si poseía una cierta aspiración y estaba bien orientado, se preocupaba por su alma. Sin más.
Pero, a lo largo del tiempo surgió un período místico, en el que se buscaba un orientador, y sobre el que se descargaban todas las responsabilidades, creyendo que con eso, eran salvados "in aeternum".
Hoy en día, cuando ese individuo se ha liberado del "taca-taca" mental de las religiones que le han condicionado a lo largo de los tiempos, sabe perfectamente que su misión no es estar preocupado por salvar su alma, ni obedecer a ningún dirigente espiritual de turno, sino ayudar al progreso de la humanidad sirviendo a su propia raza y, practicando al mismo tiempo el olvido de sí mismo, como sinónimo de "inegoísmo"; puesto que ese olvido de uno mismo, evoca indefectiblemente las bondades connaturales de la persona.
¿Cuáles son entonces, las características del auténtico "Servidor de la Humanidad?".
En primer lugar, una inofensividad de palabra y obra, teniendo cuidado de que sus expresiones, puedan ser mal interpretadas por culpa de sugerencias o indirectas insinuaciones hacia los seres que le rodean.
En segundo lugar, servir sin tratar de manejar al que se sirve, respetando su libertad personal para con sus propias creencias individuales y sus formas de vida.
En tercer lugar, servir con alegría y sin prejuicios, que reemplazarán en todo momento, a una posible censura, o reprobación hacia el que es ayudado.
Servir, al fin, es una manifestación de la vida, un anhelo del alma, y que debe ser tanto un impulso evolutivo e innato de nuestra conciencia, como el instinto de la propia auto-preservación personal como ser humano.
Méndez, Ricardo S.
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