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Reflexiones del viejo primate gibraltareño

miércoles, 05 de octubre de 2022
(Este cuento va dedicado y deseo sea un homenaje a los que son conocidos como monos de Gibraltar y constituyen la piedra angular de la vida en ese Peñón que es la Roca).

Subido en una alta piedra con sus peladas posaderas firmemente asentadas en esa lítica manifestación y oteando hacia el Estrecho se halla quien por su aspecto deja manifestar que es el mono más viejo de los que forman la colonia de Gibraltar. Desde allí lanza esta soflama llena de sentenciosas palabras en una jornada de ardiente y caluroso viento de Poniente:

"No es que sea el último mono, pero soy el mayor de los macacos y el más anciano de los que viven en este emblemático Peñón, por eso, creo que me encuentro capacitado, dada la experiencia de los años y como jefe y portavoz de esta manada, para expresar nuestras reivindicaciones. No deben olvidar los conquistadores y los que se creen amos de este bello paraje, que parece isla siendo tómbolo, que nosotros somos los auténticos aborígenes de este lugar; nuestra especie es la que habita este Peñón desde los albores de la humanidad y por ello, a la hora de hablar de sufragios o plebiscitos de algún tipo, los que debemos contar somos nosotros los monos, pues si este Gibraltar tiene moradores de todo el mundo, los que verdaderamente somos partícipes en su destino somos los primates. El mismo Hércules cuando pasó haciendo aquellos trabajos nos respetó y nos consideró los señores de esta atalaya . Ustedes no nos han de considerar como un atractivo turístico, un reclamo para distraer al visitante, si siguen con esa recalcitrante postura harán hablar al más afásico de los chimpancés. No nos tengan como un número circense más, ni Gibraltar es carpa de circo ni nosotros los monos estamos para ser utilizados de ese modo. Este bello Gibraltar es escenario sí, pero de grandes y trascendentales hechos históricos. Nuestros ojos mucho han visto y nuestros oídos escucharon desde los sonidos terribles de las bombas a los gratos y festivos fuegos de artificio. Y siempre callados aunque no ha faltado quien, antes que yo, ha lanzado algún grito pero, no sé si el Levante o el Poniente los han silenciado al confabularse con los dominantes.

Los turistas además de llevarse el típico souvenir, la botella de licor y el cartón de tabaco tampoco se van si hacernos una visita y, con su móvil hacerse una foto con nosotros. Ni este servidor ni ninguno de mis congéneres queremos servir de espectáculo para ser el hazme reír de los que, por pasar alegres el tiempo de vacación y ocio, vienen hasta aquí para gastarnos bromas y algunas muy pesadas y, para colmo, hasta burlarse de los que consideran pobres e infelices monitos. Recuerden que somos muy importantes, casi me atrevo a asegurar que enseña de esta Roca y nunca nos vendemos ni, por favor, intenten comprarnos con una presada de cacahuetes. Entiendo que les cause sorpresa que hable y de este modo, porque creen que esa cualidad es exclusiva de ustedes, pero ya los monos nos hemos cansado de almacenar grandes pensamientos y los hemos verbalizado e incluso nos hallamos dispuestos a sacar los dientes. Han de saber que si Gibraltar debe pertenecer a alguien es a nosotros, los simios. Somos una raza que anda por el mundo en singular diáspora, dispersos se encuentran muchos ejemplares, dignos representantes del mono de Gibraltar, con permiso de los demás congéneres, el más prestigioso del continente europeo y del mundo.

Humanoides, del rango y categoría que sean (monarcas, ministros, presidentes degobierno, líderes de cualquier tipo), formáis parte de ese espécimen, esa variante nuestra que se denomina "zoon politicón" pero, muy ávidos de empoderaros y saciar, lo que les resulta muy difícil de aplacar, esa sed terrible de materialismo. Para conseguirlo no dudan en hacer que vuestro látigo de poder estalle en el aire amenazando con crear un ambiente de terror y miedo o se descargue sobre los lomos peludos de los simios. Nosotros los monos sufrimos de las terribles consecuencias de que ustedes, los que se autodefinen racionales y solamente consideran como única razón la suya; en su desmedida ambición, no respetan que este planeta plural tiene también otros residentes, precisamente, sin ánimo de jactarnos, unos muy veganos y esos somos los monos de Gibraltar o de cualquier parte del orbe.

Les recuerdo a los mandatarios políticos de que para tener el domino total de Gibraltar hay que mantener contenta a nuestra colonia, por eso siempre estaremos con el que legisle leyes animalistas y no de la espalda a monos y los animales todos. No nos consideren solamente un señuelo seguro para atraer turistas y que dejen libras, euros o cualquier otra moneda a nuestra costa.

Estamos cansados de ser utilizados. Les hago saber que el Peñón es nuestro y no interpreten que ustedes nos dan protección o asilo en la Roca. Nos sentimos totalmente decepcionados de que abusen y confundan amabilidad con hacer lo que ustedes, humanos, en plan de mofa y sarcasmo, llaman "hacer el mono". Ser simpático no es ser tonto y, eso sí que no, ¡eh!, ese calificativo peyorativo no es para nosotros, ya que, si nos provocan, a violentos no nos ganan y, en llegando a las manos, si hemos de emprender por nuestros derechos una guerra, aquí no faltan piedras para arrojarlas a los que robar quieran nuestra libertad . En la discusión verbal nos ganarán pero en dar palos y morir por nuestros derechos el mono no está solo. Sería una guerra entre parientes lejanos, auténticos hermanos, y para llegar a firmar la paz no nos vengan con plátanos ni bananas, solamente necesitamos leyes justas que den a los simios el sitio merecido en el mundo.

Al mínimo grito nuestro se persona aquí dando un vozarrón y agarrado a la liana más fuerte y larga, la solidaridad de los macacos, el Tarzán moderno acompañado por Chita convertidos en adalides de nuestra causa y entonces, toda esta película que ustedes se montan será un filme en el que los protagonistas victoriosos serán los sentimientos de todos los que se identifican y ven abanderados a los monos.

No ambicionamos nada, no reclamamos aguas jurisdiccionales, ni franjas de tierra, exclusivamente queremos esta Roca, nuestro más seguro pedestal, prueba de ello es que fisiológicamente estamos conformados para hacer vida en los roquedos; es más, algunos de nuestros congéneres que viven en zoos han pedido estar siempre sobre alguna peña, lugar en el que lloran la pena de no estar en esta Roca de las rocas. Detestamos los aguiluchos que vienen a nidificar a este sitio y, cuando sus pollos son adultos vuelan y se olvidan de su lugar de nacimiento, porque solamente quieren dinero y altos vuelos. Este buque pétreo, el que está fondeado permanentemente en esta Bahía, no es un festivo crucero en el que los monos somos mascotas de tripulantes y viajeros. En este singular iceberg rocoso, ejemplar único en el mundo, es el entorno donde algún día retornarán cual golondrina peregrina todos los macacos que siguen siendo explotados por los muchos circos sin carpa del mundo pero, lo más decepcionante es que seamos víctimas de ello los que residimos en nuestra casa; una cosa es ser amable y hospitalario y otra, por cierto muy distinta, ser tratado por el mono tonto de turno.

Desde los albores de la historia imperios y pueblos diversos pretendieron la posesión de este Gibraltar y los únicos dueños, que somos nosotros, siempre lo hemos callado ya que esta Roca es la cuna del macaco. Si entre nosotros nos desparasitamos y no dejamos que garrapata o pulga nos coma la sangre tampoco es de recibo que estemos presos en nuestro mismo dominio. El Peñón será el hogar de los macacos pero nunca el presidio donde llore sus cuitas el último mono.

Espero que por estas reflexiones en voz alta no me confundan con un simio loco que desvaría y ha perdido el juicio diciendo insensateces por culpas de las fuertes levanteras.

Esta es la voz de los sin voz, la que parece de auténtica ficción siendo la más grande realidad. En la vida es toda al revés, el amo preso en su misma casa y, el que debería ser su fiel servidor, convertido en cruel tirano y, para más Inri, dice que nos protege. ¿Qué clase de tutela es la que ejerce quien no nos deja gozar de nuestros derechos? ¿Cuándo tendremos más dedos de frente y seremos libres en nuestro propio hogar? Seguro que todo llegará y el mono será el único dueño de este Peñón aunque aquí vivan razas y etnias de todo el mundo."

Calló la voz del simio apagada por las sirenas de los buques, el sol, como avergonzado, se ocultó tras los montes y un denso manto de niebla cubrió a Gibraltar por entero y aquel simio se retiró a dormir sin siquiera escuchar el eco de su discurso.

Al otro día amaneció y, para no romper la monotonía de los gorilas, todo volvió a ser igual. En los despachos de los congresos los hombres siguieron con sus disputas de que bandera debe ondear en la Roca mientras los monos, con sus ojos inquietos como alfileres que buscan acerico, observan como siguen viniendo turistas y nunca más se supo del macaco viejo ni nadie preguntó por él, pues todo aquel que levanta con sus palabras aires de libertad, el que busca lo más normal, le llaman loco; de seguro que a ese viejo primate lo trataron así y ya navega enjaulado lejos de su hogar camino del exilio por querer soliviantar los ánimos. Pero la verdad siempre llegará y no faltará quien, en su recuerdo y memoria, levantará la voz y esta vez todos a una abrirán sus pechos demostrando que son seres vivos y no figuras decorativas.

Por ellos y para ellos digamos:
- "¡Abramos nuestros pechos y no enterremos los sentimientos bajo la losa de los pechos. No cerremos verjas y saquemos ese simio que llevamos oculto en nuestros adentros, el que dice verdades como templos y, por ser mono lo tenemos en la celda del olvido. Escuchemos el latir de nuestro corazón que golpea a los humanos pechos, son sus golpecitos los de las manitas de ese pequeño y gran simio que genera vida. Lo merecen todos ellos, los que facilitaron el primer paso de los homínidos, los que fueron y serán corazón y pulmón de la vida de los que hoy habitamos este planeta y nos olvidamos de los que dieron y darán todo, todas las categorías de primates!".

(Este cuento obtuvo el 2º Premio en el II Concurso Artísticos Grandes Simios).
Pol, Pepe
Pol, Pepe


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