Con el crecimiento de las instalaciones de placas fotovoltaicas, no podemos olvidarnos de la necesidad de incluir un sistema de seguridad en las instalaciones en altura tanto para su propia instalación como para posteriores mantenimientos. Asimismo, antes no había existido un sistema de escaleras de seguridad como las escaleras de gato para acceder a tejados o cubiertas. Y es cada vez más necesario disponer de ellos.
Progreso, pero con precauciones
La apuesta por las energías renovables, en comunión con la Agenda 2030 de la UE por la sostenibilidad, ha avivado la instalación de placas fotovoltaicas en España como nunca antes. Lejos de los usuarios particulares, la realidad es que nuestro país ostenta dos de los parques fotovoltaicos más grandes de Europa. Cada uno, con una larga extensión de 1.000 hectáreas para generar electricidad de forma más sostenible.
Sin embargo, junto con el auge de este tipo de instalaciones es también necesario tener en cuenta a los instaladores. Profesionales del sector que, bajo el riesgo que conlleva el trabajo de alturas, deben valerse de herramientas para fortalecer la seguridad de sus operaciones. Desde una
línea de vida Lux-top hasta un sistema anticaída distinto. Sobre todo, cuando la posibilidad de hacerse daño es más real de lo que parece.
Más de 700 muertes en el trabajo en 2021
En diciembre de 2021, los medios lanzaron la noticia sobre el deceso de un hombre de 34 años a causa de un accidente laboral mientras instalaba placas solares en una nave industrial. El hundimiento del tejado de uralita sobre el que trabajaba el operario, a más de 15 metros del suelo, ocasionó una fatal caída en altura sin sistemas de prevención de riesgos. Caso que CCOO llevó ante la Fiscalía por su gravedad.
Una gravedad que se expresa en la cifra de 741 muertes laborales en 2021, según los datos sobre siniestralidad laboral del Ministerio de Trabajo. A un ritmo de dos víctimas al día, el sector de la construcción fue el segundo que acumuló más bajas, con 86 y tras el sector de conductores y operadores de maquinaria móvil, con 154. Un suceso trágico que requiere de la máxima atención y supervisión de las empresas.
Además de una formación en prevención de riesgos laborales, las empresas deben dar cobertura a sus operarios en materia de sistemas de seguridad. Esto se traduce tanto en disponer de un equipo de protección personal como en relación a los demás sistemas anticaída. En definitiva, recursos útiles y eficientes para prevenir los accidentes laborales y, sobre todo, proteger a los trabajadores.
Herramientas para incrementar la seguridad laboral
Dado que los paneles solares deben instalarse en el tejado de los edificios, los operarios superan con creces los 10 metros de altura durante su trabajo. Por ello, prevenir el riesgo de caída con una línea de vida horizontal u otras líneas de vida, así como mediante el uso de unas escaleras de seguridad, debe ser un requisito imprescindible. Por más breve que sea el tiempo de instalación, posicionando la seguridad ante todo.
Además, cada situación requiere de una herramienta precisa. Razón por la que, entre las
escaleras de seguridad como las que ofrece Lux-top, podemos hallar escaleras de apoyo, articuladas, con plataforma o incluso telescópicas. Y, entre las escaleras industriales, cuya altura se sitúa desde los 3 hasta los 60 metros, con descansillos para evitar el desgaste físico durante la ascensión o el descenso.
Queda mucho por mejorar
Engrosando los datos más allá de las defunciones, según el Ministerio de Trabajo se produjeron más de 1,1 millones de accidentes laborales en 2021, cuyo 53% causó la baja de los trabajadores que las sufrieron. Además, de entre estos, se registraron el mismo año 3.896 accidentes graves. En conjunto, exponiendo un riesgo real a este tipo de accidentes que no siempre tiene en cuenta la condición física del trabajador.
En febrero de este año, falleció otro operario, de 37 años, al caer de un tejado mientras instalaba placas solares en una empresa. Y, aunque los trabajadores de entre 16 y 24 años presentan más incidencias respecto a los otros grupos de edad, la posibilidad de sufrir un gran percance es más que evidente. En especial, por la combinación entre la falta de experiencia y la ausencia de formación en la tarea a desarrollar.
En suma, la prevención de riesgos laborales pasa tanto por una parte teórica, donde entra la necesidad de formar debidamente a los trabajadores, como por una parte de índole práctica en la que desplegar sobre el terreno un buen sistema de seguridad. Porque toda precaución es poca cuando, en aras de difundir la energía fotovoltaica, el riesgo en altura compromete la integridad física de quienes lo hacen posible.
