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Lugo está ardiendo

martes, 19 de julio de 2022
Lugo est ardiendo
Lugo arde y la imagen revela un sentimiento: impotencia. Foto: Carlos Castro/Europa Press

Los incendios tienen algo de irracional, que desafía a la lógica y que precisamente por eso los hace más aterradores que otras desgracias. Todos nos vemos capaces de echar una mano a quitar escombros o cosas por el estilo, pero cuando hablamos de fuego... ya no vale la voluntad y el optimismo, hay que saber lo que se hace y a veces ni así, como demuestra el fallecimiento del brigadista de Zamora.

Ayer en Lugo veíamos llover ceniza. Incluso pequeñas ramas que conservaban intacta su forma aterrizaban en la ciudad pero totalmente huecas de vida y de contenido. Al tocarlas se deshacían porque sólo era ceniza con formas. Terrible.

Cuando los fuegos son intencionados, entonces la cosa cambia de tercio y se convierte en un atentado, lisa y llanamente, y a veces con víctimas como hemos visto. Quizá no podamos llamarlo terrorismo, porque su objetivo normalmente no es infundir el miedo sino incrementar la cuenta bancaria, pero sin duda es uno de sus efectos secundarios.
Siempre se dice que la mejor forma de extinguir un incendio es que no comience, o que al menos haya labores de prevención, limpieza de montes, creación de cortafuegos... y sin duda ese es el camino, el de intentar evitar que estas cosas pasen. Lo malo es que es más fácil de decir que de hacer, y los mismos que ahora se ponen como hidras, normalmente con motivación política, defendían lo contrario cuando la ola de fuegos que se produjo cuando en la Xunta gobernaba el bipartito... y viceversa. La imagen de Feijoo con la manguerita es difícil de olvidar. Esa puñetera manía de convertir todo en armas arrojadizas a la búsqueda del voto fácil es lo que tiene.

Mientras todo se politiza el monte arde por los cuatro costados, y en lugar de buscar soluciones (que no son sencillas, como ya hemos dicho) se buscan excusas que, si bien pueden ser creíbles porque la ola de calor es histórica, también es cierto que nos pillan muy cansados de tanta palabrería. Creo que más que avanzar hemos retrocedido.

En los años 80 hubo una campaña que entró en el imaginario colectivo y que en lugar de echar la culpa a los demás se centraba en algo positivo: "todos contra el fuego". Firmado por ICONA, y con participación de un montón de famosos de la época, la campaña se proponía concienciar de los peligros de las barbacoas campestres, las colillas arrojadas desde los coches y demás causas de incendios involuntarios. Duró varios años y probablemente la más recordada de las campañas fue la que contó con la participación de Serrat.
Lugo está ardiendo
https://youtu.be/Iuutni826aw?t=45

Probablemente hoy sería considerada una campaña fruto de la candidez, ya que se entiende que la mayoría de los incendios no sólo son provocados, sino que son intencionados. No se trata de pirómanos, que son una fracción de los que echan la gasolina y la cerilla, sino que se responde a intereses económicos, que es todavía más triste si cabe.

Lo que parece claro es que ningún gobierno está siendo capaz de hacer nada. Ni los cambios normativos ni las campañas están sirviendo de gran cosa, y a día de hoy O Caurel arde sin freno y estamos perdiendo nuestros más hermosos bosques, nuestros pulmones colectivos, y nada invita al optimismo.
Latorre Real, Luís
Latorre Real, Luís


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