El sur de Francia es uno de los lugares que garantiza un "sí" fácil a la hora de elegir dónde pasar las vacaciones.
La magia del sur de Francia
No importa si ya ha estado en esta hermosa región del mundo o si es la primera vez que la visita, el sur de Francia es uno de los lugares que garantiza un "sí" fácil a la hora de elegir dónde pasar las vacaciones. Las magníficas playas, la deliciosa comida y la abundancia de pequeños y bonitos pueblos franceses en los que puede adentrarse son un atractivo más de esta soleada zona de Francia (lo que causará mucha envidia entre sus amigos).
Así que está decidido. Le apetece mucho visitar el sur de Francia. Ahora que podemos dar por sentado el hecho de que quiere visitarlo, la siguiente pregunta es: ¿Qué partes debería visitar del sur de Francia? La expresión "el sur de Francia" es quizá demasiado amplia, eso es como intentar reservar billetes de avión a "Asia". Hay que ser un poco más específico.
Desde castillos a ciudades medievales, pasando por campos de lavanda o el mar translúcido de la Costa Azul, el sur de Francia está absolutamente plagado de fantásticos lugares que visitar; ni siquiera en una vida podría aspirar a abarcarlos todos. Aunque esta lista que hemos elaborado no puede ser exhaustiva, hemos reunido algunos lugares realmente épicos para visitar en el sur de Francia.
Saint-Tropez
Saint-Tropezes más popular en los meses de verano con la llegada de elegantes yates al puerto, pero un rápido paseo por las estrechas y empedradas calles del casco antiguo es una clara muestra de lo que atrajo a las celebridades a este antiguo pueblo pesquero.
Comience la mañana en la Tarte Tropézienne con un espresso y una rebanada del brioche relleno de crema de la pastelera, y después visite la plaza de los Lices. Pasee entre los puestos de queso y flores del mercado provenzal al aire libre que se celebra todos los martes y sábados por la mañana.
Avignon
Aviñón es una ciudad cargada de una profunda historia religiosa y con la necesaria e impresionante arquitectura que cabe esperar de un lugar así. Hubo un tiempo, allá por la Edad Media, en que esta encantadora ciudad era el centro de la cristiandad occidental.
Nada menos que seis cónclaves papales se celebraron en el espectacular Palacio de los Papas (Patrimonio Mundial de la UNESCO) en el siglo XIV. Este edificio conserva pequeñas e interesantes reliquias de esta época, como los valiosos frescos góticos que adornan las paredes de los aposentos papales.
Aix-en-Provence
Antaño capital de la Provenza, Aix-en-Provence es conocida por sus coloridas calles, sus abundantes fuentes, su fantástica ubicación como base para visitar otros lugares de la Provenza, así como -lo mejor de todo- sus mercados al aire libre. Planifique su visita un martes, un jueves o un sábado para disfrutar de la mayor concentración de mercados y de la oportunidad perfecta para tomar un café con leche y disfrutar de las
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Carcasona
El centro de Carcasona, que se encuentra sobre la orilla derecha del Aude, es todo un espectáculo. Las murallas han abrazado esta parte de la ciudad desde el siglo IV; sin embargo, fueron reforzadas en el siglo XIII para constituir una barrera aún más fuerte contra la Corona de Aragón al sur.
Después del siglo XVII, las murallas dejaron de ser necesarias y se dejaron pudrir hasta que un arquitecto implicado en la restauración del patrimonio artístico y las renovó en el siglo XIX.
