Mujeres anónimas heroínas de la Historia

Mujeres anónimas y no anónimas son las grandes heroínas de la historia e Historia, de las historias, sean de una cultura o de otra, de una etnia o de otra, de una época o de otra...

Puede parecerles exagerado, pero pienso que miles de millones de seres humanos anónimos, que nunca conoceremos sus nombres, son verdaderos héroes de la historia, especialmente, las mujeres.

Sobre la mujer, en concreto se fundamenta, el gran peso de la historia, no se ofendan los hombres y varones y machos, pero esa es la realidad. Un hombre si es buena persona de carácter, si tiene una moralidad mínima, si se preocupa lo suficiente de su familia, si no es vago y perezoso, sino que trabaja, y, si tiene una conducta social suficientemente legal y moral, diríamos que ha cumplido su papel.

Pero en la mujer, en cualquier mujer, está el velamen de la familia y de la sociedad, soportan casi todo el peso de la historia, mucho trabajo en multitud de faenas, mucha ocupación y preocupación por los hijos, por los padres de ambos conyugues, puede que la sociedad haya cambiado mucho, pero también en Occidente, desde luego en toda la mundanidad del mundo.

Elvira Lindo, en un artículo que títuló: Heroínas de nuestro tiempo, publicado en El País, el 24 noviembre del 2019, nos narra algunas ideas y percepciones sobre este concepto... A veces, pienso que no observamos lo suficiente, no percibimos lo suficiente la realidad externa de los seres humanos, las realidades internas de las persona que emergen del interior, y que se muestran a retazos, a picos de sombras y luces. Como un tapiz siempre haciéndose y rehaciéndose.

Todas las personas estamos condicionadas por mil factores, sistemas de variables, dimensiones ya conceptualizadas, durante siglos, en muchos casos... Cuando impartía clases en Secundaria, unos años que estuve, un chico me dijo, "siempre estás defendiendo a las mujeres". No somos conscientes, que las mujeres es la mitad de la humanidad, siempre ha sido la mitad de la especie, un poco más. Olvidamos que tu madre y tus abuelas y tus bisabuelas y tus tatarabuelas, tus hermanas y tus hijas y tus nietas y biznietas, son y serán mujeres.

Por consecuencia, debemos entender y comprender, que aunque para algunos la palabra y concepto feminismo no les agrada, por multitud de razones, supongo que nadie negará, que salvo diferencias biológicas evidentes y obvias, el resto, en derechos, tienen que tener los mismos derechos un niño o anciano que una niña o anciana... Si las mujeres tienen tal derecho, los hombres también...

Dicho de otro modo, si un hombre debe y puede comer aceituna, una mujer también, si un hombre tiene derecho a estudiar, las mujeres también, si un hombre... las mujeres también...

Esto es obvio y evidente. Ciertamente, después, ya vendrán las ideologías o sistemas de ideas y prácticas de tal cultura, tal filosofía, tal metafísica, tal religión, tal etnia, tal lengua, tal geografía, tal... Pero es obvio, un hombre es una persona humana, una mujer es una persona humana.

Hay diferencias biológicas y genéticas, pero en cuanto a derechos, dignidad de seres humanos, y, todo lo demás, somos esencialmente iguales en todo ello... Por tanto, si un hombre tiene derecho a degustar cocido madrileño o manchego, una mujer, todas las mujeres también. Y, eso aplicado a todo... Todo ponderado-valorado con equidad, racionalidad, prudencia, saber ortodoxo, moralidad...

Las distintas jerarquías medias y máximas de todas las ideologías, deben ir aquilatando y racionalizando todos los derechos de sus sistemas ideológicos, para que en la práctica y en el concepto y en las categorías los hombres y las mujeres seamos iguales a y en todo, en cualquier lugar del mundo. Y, por tanto, esas ideologías, deben de analizar y estudiar y valorar y equiparar los derechos de las mujeres con los de los hombres...

Demasiadas mujeres, también hombrees, son héroes anónimos realizando sus trabajos y sus faenas y sus deberes, con sudor, a veces, con dolor y sangre. Y, y casi nadie valora. La comunicación humana es difícil, el entendimiento humano también, la comprensión y empatía entre los seres humanos también. En todos los entornos sociales (escuela, familia, trabajos, entidades sociales, no solo se discrimina a otros seres humanos, unas veces, por ser mujeres, otras por ser hombres, unas por tener un color de piel, otras por tener un color de ideología o de cerebro/conciencia por dentro, otras...).

En todas las ciudades, aldeas, pueblos del mundo, a los cientos de miles existentes, en un lugar privilegiado, se debería imponer una placa o, y, dos figuras esculturales, un hombre y una mujer, a las mujeres y hombres anónimos. Que no son conocidos por nadie, pero que sobre ellos, han llevado el peso de la historia y de la Historia, todos los trabajos, todos los sudores, todos los dolores, y, algunas alegrías. Pero especialmente a las mujeres... Las grandes heroínas de las historias y de la historia y de la Historia...