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Las Malvinas y Ucrania

jueves, 24 de marzo de 2022
Estoy escuchando a numerosos expertos y a ilustrados tertulianos elucubrar por los motivos por los que se inició esta invasión de Ucrania, qué pasa por la mente de Don Vladimir, y cómo reaccionará la población rusa cuando lleguen los cadáveres de los soldados muertos.

No soy ni experto ni tertuliano, pero tengo algo de memoria.Y no puedo menos que comparar esta llamada Guerra de Ucrania, con la llamada Guerra de las Malvinas. Ambas se originaron con la invasión de un ejército. Salvando las enormes distancias geográficas y, principalmente, de repercusión mundial, en algo se parecen. Vamos por puntos.

1.- Si comparamos al general Galtieri con el ex espía de la KGB, gana el primero por goleada. Alto, guapetón, imponente dijeron en Washington, sabía lucir el uniforme. El otro, pobrecillo, necesita resaltar su opaca figura con impresionantes y recargados decorados, vistosos guardias y mesas kilométricas.

2.- La motivación es similar. El primero encabezaba una Junta Militar desprestigiada y acusada en todo el mundo por las violaciones de los Derechos Humanos. Y, además, el país sufría una crisis económica que no sabían como encararla. Si hay algún parecido con Rusia son alucinaciones mías. Antes y ahora, allá y aquí, se mencionó a la Patria.

3- Las fuerzas armadas argentinas invadieron sorpresivamente las islas, expulsando al gobernador y a los escasos soldados que había. Si algún satélite registró el movimiento de los barcos, lo habrán consideraron una migración de ballenas. El Zar estuvo acumulando un impresionante ejército durante días en la frontera, jurando que eran maniobras ecologistas. Y hubo muchos que le creyeron. Deseaba los mismo que el argentino, pero había una ligera diferencia entre la guarnición malvinense y el ejército ucraniano. Y el pobre se topó con un presidente loco que decidió enfrentarlo.

4.- La diferencia entre las fuerzas rusas y ucranianas es muy grande a favor del invasor. Uno podrá imaginarse el resultado final. La diferencia entre las fuerzas argentinas y británicas era abismal, pero a favor del invadido, que no tuvo más remedio que defenderse y enviar a su casa a los ocupantes con una fuerte reprimenda.
Galtieri, ignorante y mal asesorado, subestimó a la señora Teacher y a su incondicional apoyo, los Estados Unidos. Le soplaron al oído que los podía vencer. Sin palabras. Vladi tiene enfrente a una lejana potencia que duda dónde está su frente principal, y un numeroso grupo de líderes europeos preocupados por quién ocupa la silla libre, como los dejó en evidencia el astuto Erdogán.

5.- Los británicos filtraron que traían como fuerza de choque a los Gurkas, mercenarios nepalíes que luchan cuerpo a cuerpo drogados, y degüellan a los enemigos con su daga. Algunos cuestionan la real implicación de los mismos en la reconquista. Los rusos muestran a los chechenos y mercenarios sirios como si fueran a un concierto de rock, ¿estarán en primera línea, o los que reciban las balas ucranianas serán los soldados de reemplazo originarios de la Rusia pobre y olvidada? Porque la mayoría de los caídos en Malvinas eran soldados de la mili (colimbas) que provenían de la provincias más pobres. Como siempre pasa.

6.- Los argentinos defendieron, y siguen defendiendo, que las islas son suyas por derechos históricos y geográficos y que les fueron arrebatadas por los británicos. Los militares, con todo el apoyo popular, lucharon por la integridad de la Nación. Los rusos cuentan algo parecido.

7.- Argentina contó con el apoyo de muchos países latinoamericanos y una potencia, Rusia, coordinados por Cuba. El Zarevich cuenta con China que cotiza en la bolsa internacional mucho más que todos los otros juntos.

8.- En Argentina todos los medios de difusión, quizás por sutiles sugerencias de la Junta Militar, pregonaron la guerra y anunciaron la victoria a bombo y platillos. Hubo multitudinarias manifestaciones a favor del conflicto y no recuerdo ninguna a favor de la paz, ni tampoco recuerdo a ningún analista, experto o tertuliano, hablar de la conveniencia de retirar las fuerzas armadas de las islas y sentarse a negociar. Esto se hubiera interpretado como una traición a la Patria. Me emociona ver a rusos manifestarse contra la invasión, y en ese estado putiniano.
Claro que la mayoría de los súbditos del Zar deben ver la invasión de Ucrania como mis vecinos vieron la de las Malvinas, es decir como una gesta patriótica y triunfal para recuperar la integridad nacional.

9.- La información en esos años 80 estaba amordazada por el gobierno militar. Los que dudábamos, sintonizábamos Radio Colonia, de Uruguay, que retrasmitía las informaciones de la BBC. Hasta que los militares interfirieron las ondas, como ha hecho el gobierno ruso con internet, y todas las redes. Los negacionistas de la victoria como yo, recurrimos a un buen receptor de onda corta para escuchar por las noches las noticias de la BBC en español. Nos mantuvimos informados, pero en silencio.
Entre las burradas que recuerdo, una se me quedó grabada. Los soldados británicos, después de un largo viaje en barco, desembarcarían todos mareados y se abrazarían a los argentinos como los borrachos, ya que no iban a encontrar ningún árbol o columna en su camino. Y se decían expertos, luciendo títulos y medallas.

10.- Argentina fue derrotada. Rusia está machacando a la población civil, es la principal y gran diferencia.

11.- Los féretros de los soldados argentinos cubiertos con la bandera no los vio nadie. Los cuerpos de los caídos siguen enterrados, muchos sin identificar todavía, en las remotas islas. Están en territorio nacional, dijeron los comandantes. Los ataúdes rusos, salvo unos pocos para ser utilizados como decorado en una solemne ceremonia, donde un emocionado Vladimir entregará medallas a madres o esposas y besará a niños, nadie los verá. Los cuerpos terminarán en fosas anónimas, quizás vestidos con uniformes ucranianos, o se irán directamente al cielo si, como oí estos días, detrás de la impresionante columna invasora marchan vehículos incineradores.

12.- La derrota significó la caída de la Junta Militar, el llamado a elecciones y la reinstauración de la democracia. Los negacionistas nos enteramos de la falta de profesionalidad de algunos oficiales, la pésima logística y el maltrato a que fueron sometidos los soldados. No sé como terminará el actual Zar, pero me imagino que posando para cientos de estatuas, sea cual sea el resultado del conflicto

Andrés Montesanto. Negacionista de la victoria patriótica.
Montesanto, Andrés
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