Un recuerdo y una oración
Montesanto, Andrés - jueves, 24 de febrero de 2022
Si el "Villa de Pitanxo" hubiera sido una fragata de la armada, se hubiera seguido la búsqueda con aviones y barcos hasta que aparecieran los cuerpos de todos los marineros. La llegada de los restos mortales y los sobrevivientes sería cubierta por todas las cadenas, se sucederían homenajes en todo el país, todos serían condecorados y los nombres de los caídos aparecerían en calles, plazas y colegios.
Si el pesquero hubiera sufrido un atentado islamista en alta mar, se convocarían manifestaciones contra el terrorismo en todas las capitales, encabezadas por políticos metiendo codo para aparecer en primera fila. Se levantarían monumentos y algunos familiares podrían ser captados para incluirlos en las próximas listas electorales.
Pero el barco fue hundido por el viento y las olas, mientras no hacía otra cosa que pescar. Y como los obreros que se caen del andamio o los aplasta la grúa, esas muertes no encienden pasiones ni discursos.
Solo podemos recordarlos y, los creyentes, rezar por ellos.

Montesanto, Andrés
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